AGENCIAS | TRÍPOLI, Jueves 13 de septiembre del 2012
“Una turba enfurecida por una película que ridiculiza al profeta Mahoma mató al embajador de
EE.UU. en Libia y a otros tres estadounidenses, en un ataque al consulado norteamericano en
la ciudad de Bengasi, que desató el rechazo mundial”. Así reza una parte del noticiero de esta
cadena informativa
Parecería un tanto exagerado el encabezado de este artículo (¡EN PIE DE GUERRA!), pero por la
experiencia y por las consecuencias debido a dos guerras anteriores, la actual convulsión en tierras
musulmanes, nos dicen lo contrario.
No comparto ni compartiré jamás la intromisión de ningún país, en función de asuntos internos de
otro país, ¡NO! Aunque sea esto a través de una opinión de cualquier gobierno de turno. Mucho
menos comparto el intervencionismo como herramienta de demostración de poder e imposición
ante ningún país del globo terráqueo, así como tampoco el uso de la violencia por defender ideas y
creencias.
Tampoco es necesaria la utilización de la violencia y el vandalismo en señal de rechazo y/o
protesta de cualesquier país que se considere aludido por un tercero. Para eso los gobiernos del
mundo, y desde hace décadas, han acordado el debido respeto a decisiones y asuntos internos de
sus naciones, a través de la vía diplomática.
Lo que pasa es que a veces estos protocolos, plasmados en sendas documentos, solo sirven a
veces para tenerlos y usarlos como un elegante y perfumado rollo de papel higiénico.
Y lo más grave de todo este inconsecuente barullo es que cualquier ciudadano del mundo se
siente con el derecho de utilizar la violencia en defensa de su fe y sus creencias. Yahveh (Yahva
hé) para el judaísmo, Alah para los musulmanes, Jehová para otros creyentes, Dios para gran
parte de los habitantes de la tierra, etc., Esto sin considerar otra extensa gama de nombres tales
como: Adonaí, El Shalom, Eloah, Yah, El Olam, El Roi, etc, etc.
De tal manera que nuestro Padre Eterno se debe de sentir muy molesto porque está siendo
utilizado de manera grotesca e insana para que; bajo dicho pretexto, sea pues vulnerada la vida de
un ser humano.
Yo también, y si me da la regalada gana, podría decir que me siento tremendamente aludido
cuando los Judíos dicen que el Mesías aun no ha llegado, pues a Jesús solo le atribuyen el hecho
de ser tan solo un profeta; mas no el Enviado Hijo de Dios. Sin embargo para esto solo existe una
respuesta de mi parte: Favor leer Salmos 22 en la Biblia. Tampoco he ido a poner o lanzar bombas
a templos judíos, o he secuestrado, hasta el degollamiento, a ningún musulmán.
Por otra parte, en cierta ocasión leí un artículo en el cual publicaron una entrevista realizada en
una de las cárceles norteamericana, hecha a uno de los Colombianos extraditables del entonces,
acusado de ser uno de los más grandes narcotraficantes del mundo.
El periodista le pregunta: “Como se siente usted al saber que con la droga que usted ha metido acá
en estados unidos, ha perjudicado y le ha hecho inmenso daño y hasta le ha provocado la muerte a
cientos de miles de niños, jóvenes y adultos”…’
El reo colombiano le responde: “Mire señor periodista, yo se que a pesar de que nuestra droga es
producto de la demanda de miles de personas en este país, y que realmente le ha hecho daño a
mucha gente, reconozco pues mi responsabilidad directa en este tema…Pero yo le pregunto: ¿Que
le hace más daño al mundo…? ¿Nuestra droga a niños, jóvenes y adultos de este país, o las armas
que este país le vende a otros países para que se maten entre sí…?
Por el delicado y grave problema suscitado en Bengasi, Libia, y según las noticias, ha sido
asesinado el embajador estadunidense y 3 personas más, dentro de su propia embajada,
posiblemente mañana la respuesta del gobierno americano será contundente. También es
doloroso al extremo recordar las acciones de saña, rabia y violencia que utilizan los musulmanes
con la vida de sus víctimas.
¡QUE BARBARIDAD!……¡Y TODO EN NOMBRE DE DIOS!.
Las recientes declaraciones del presidente Obama, en respuesta a lo sucedido en su embajada,
de Libia, dejan entrever que estamos, una vez más, al borde de graves enfrentamientos bélicos.
Entonces, yo pregunto: ¿Será posible que la estabilidad de la paz mundial se muestre lesionada y
en peligro de que en cualquier momento estalle una guerra sin cuartel, y que sus consecuencias
nos afecte a quienes, además, no participamos de la conducta musulmana, o Judía, o de los
llamados evangelistas, o del sistema que los gobiernos de Estados Unidos quieren siempre
imponer..?
VAYA USTED A SABERLO…………
No va a pasar nada Sr. Ramirez. Obama no tiene el temple para hacerle frente a las hordas de salvajes islamistas.
Ese ataque fue programado minuciosamente para vengar la muerte de un terrorista libio, Abu Laith al Libi ? nativo de Benghazi – muy activo en Afganistán, y numero tres de al-Qaeda. La fecha escogida 11 de septiembre, no fue una coincidencia tampoco.
A Obama le tiemblan las piernas. Él mismo es musulmán, lo que le impide juzgar de forma neutra a sus hermanos de sangre ?su madre solo mantenía relaciones amorosas con musulmanes. El padre de Obama era uno, y por ley su hijo debe ser musulmán también. ademas fue criado por un musulmán indonesio, luego de ser abandonado por su padre.
Eso por la historia, para explicar el inmovilismo y la condescendencia criminal de la parte del mandatario americano, con respecto a los terroristas islámicos.
No va a haber guerra, al menos no por ahora. Solo un cambio de gobierno con mano firme en los estados Unidos, podría poner mas orden en ese cafarnaum/caos que es el Oriente Medio.
Los países de Medio Oriente van cayendo uno a uno en manos de al-Qaeda, gracias a la incompetencia y a la estupidez de Obama. Su vicepresidenta habría hecho un trabajo mas eficaz que ese aventurero inexperto, ambicioso y vago.
Por supuesto que ese cortometraje de pésima calidad, hecho hace mas de un año, ha inflamado a los ignorantes musulmanes – azuzados por sus dirigentes deshonestos que tienen su propia agenda – es por una ínfima cosa. Yo ya vi esa sátira, y no tiene nada de extraordinario. Esta mal hecho, que hasta parece filmado por chico de seis años con un viejo iPhone.
Lo increíble es que esos islamistas que se la pasan insultando a budistas, judíos, cristianos y todo aquel que no piense como ellos, no pueda soportar una risible sátira. Ya es hora de pararles el carro, y dejar de ser complacientes con esos extremistas medievales que fungen de eternas víctimas.
En las escuelas sauditas e iranianas a los estudiantes les enseñan que los cristianos y judios somos macacos y que merecemos la muerte; con esas premisas cómo quieren hacer una civilización moderna y responsable. Los cambios habrá que hacerlos por dentro.
Mientras existan dirigentes venales, vagos y oportunistas; la humanidad entera estará siempre en peligro. Y esto es válido también para los ecuatorianos que eligen a sus propios verdugos que nos llevan para atrás como el cangrejo, y no hesitan en dividir la sociedad, para alcanzar réditos personales.
Una pregunta Sr. Ramirez: ¿qué sistema los Estados Unidos quieren imponernos?
¿Que seamos prósperos como ellos? ¿Comprarnos lo poco que producimos? ¿mostrarnos el ejemplo de lo que debe ser un Estado respetuoso de su constitución y ejemplo de verdadera democracia?
¿Qué nos quieren imponer?
Que se sepa no tenemos tropas de ocupación americana para obligarnos a exportar a nuestros hambreados compatriotas que no encuentran solución a sus problemas en nuestro propio país, porque tenemos un gobierno inepto y acomplejado que se llena la boca con falsas soberanías, para eso sí entregarnos con manos y pies amarrados a las mafias internacionales.
Cerrar la Base americana en Manta fue un buen ejemplo del mal uso de la palabra soberanía. ¿Acaso fue mejor dejar el país entero en manos de las mafias rusas, mexicanas, árabes, iraníes, etc.?
Nosotros no tenemos los cuantiosos medios económicos que tienen los mafiosos, por eso necesitábamos la tecnología y el savoir-faire americanos.
Siempre me voy a indignar en contra de los malos ciudadanos que sufren de complejo de inferioridad y que tratan de camuflarlo con la palabra soberanía.
Hola Doña Wilma, a los tiempos que me entero de usted. Respondo pues gentilmente a su pregunta:
Soy, por naturaleza, un Pro Vida de claros valores, y un fiel seguidor de los principios que Jesús nos legó. No comparto con el presidente Obama, por ejemplo, su radical posición respecto y en pro del aborto, y su taimado apoyo a los grupos gays.
No tolero ni acepto la intromisión en asuntos, por esencia, internos de una país hacia otro.
Respeto las tendencias políticas de otras personas, aunque no necesariamente las comparta, pues no soy absolutista en relación a la verdad y al justo razonamiento. Me gusta mucho cuando mis conceptos son recíprocamente respetados.
Rechazo ademas a quien conculca los derechos de otros.
Y por sobre todo, rechazo con firmeza la utilización de falsos conceptos religiosas, de parte de quienes con sadismo y crueldad exterminan a sus congéneres, utilizando la violencia como un arma que dicen «reivindica» el sagrado principio Divino.
Créame, la violencia y la maldad deben ser una afrenta para Dios