21 noviembre, 2024

La cultura del YoYo (You are on Your own)

Si tu meta principal es ser feliz,
Vas a ser muy infeliz. Pero,
Si tu meta principal es amar, vas a ser muy feliz.

Una de las características principales de la cultura moderna occidental, es el
desmesurado consumismo y competitividad reinante. Además de la falta de
tolerancia y respeto hacia culturas diversas, como hoy se está viviendo en
el conflicto con los musulmanes. Si no buscamos diálogo no habrá futuro, si
no salimos de nuestro propio amor, querer e interés (san Ignacio de Loyola)
viviremos la cultura del yoyo, centrada en nosotros mismos. Estaremos solos.

En muchos lados de la cultura occidental se vive un desproporcionado
bienestar, mientras que millones de hermanos nuestros se arrastran por
los grandes basureros en busca de desechos que comer o vender, otros
mueren de sida, existe mucho analfabetismo, agravado por el analfabetismo
tecnológico. Vivimos como en tres grandes crisis: 1) la búsqueda de realización
a cualquier precio en el mundo próspero, 2) la miseria de los pobres en los
países en vías de desarrollo, y 3) la creciente ansiedad de aquellos que se
encuentran atascados en el medio.

La gente altera con mucha facilidad el sentido de las cosas. La prosperidad
y los bienes son solo unos medios para llegar a tener una vida más
digna y realizada. Einstein observaba que nuestra era podría describirse
acertadamente como una en la que había “perfección en los medios” y una
confusión de fines”. La prosperidad debe estar a nuestro servicio, en cambio
nos hemos vuelto esclavos de ella. A medida que nuestra codicia, y sus
parientes el orgullo y la obsesión por el ego, hacen presa de nuestra cultura,
nuestro deseo de más prosperidad se vuelve, como dijo Tocqueville, “una
pasión inquieta y ardiente que solo aumenta con la satisfacción”.

Aquellos que se hallan en la base de la pirámide de la humanidad, en los
basureros de las grandes ciudades y en los barrios marginales, son los que
más sufren por esta cultura equivocada que rinde culto a los ricos y famosos.
Se considera que hemos tenido éxito cuando al compararnos con nuestros
vecinos la comparación es favorable, no cuando contribuimos a su bienestar.
Nos hemos convertido en la civilización del yo-yo (you are on your own, estás
solo). Estás solo querido amigo basurero, suerte con tu lucha.

Los que están en la mitad también sufren, viven envidiando a los ricos,
anhelando imitar su estilo de vida y se opta por competir en la carrera
interminable e imposible de ganar de los que quieren más.

Esta descarriada “civilización del yo” no nos está funcionando, seamos ricos,
pobres o acomodados. Podemos enfrentar este hecho, anhelar que nuestros
hijos, las nuevas generaciones no tengan “anorexia del alma”. Podemos
liberarnos de la confusión entre medios y fines que aqueja nuestra cultura
y dirigirse y dirigir a la familia por un nuevo camino. En vez de inclinarnos
ante los íconos de la cultura que proclaman que la felicidad es cosa de
engrandecimiento personal, podemos proclamar que el sentido y la realización
surgen de velar por toda la comunidad humana, no solo por nosotros mismos.
Aprendamos de los emprendedores eficientes, los buenos estrategas primero
entienden dónde están y después deciden adónde quieren ir.

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No hay comentarios

  1. Sr. Alana, usted esta haciendo una tela arana de la realidad. Su imprecion de la felicidad es como que si usted sufre de esos males de culpas. Primero, lo que usted ve de pobresa en el mundo es principalmente producida por los mismos lideres de esas gentes, donde impera el tribalismo o donde existe uno de estos desadaptados del siglo XXI. O donde sus creencias les prohibe comer la vaca que tienen ante sus ojos. Nada que ver con el occidente. Segundo, estos musulmanes se matan entre si por deporte o por cultura o porque los unos son shiites y los otros que se yo. Poseen riquezas inigualables, petroleo, pero creen en sus reyes y sultanes, es otra forma de vida donde se las creen que quien mas sufre mas recompensa tendra en la proxima vida. Se immolan pues quieren muchas virgenes, asi que, que tiene que ver el occidente con ese desmadre? No es nada malo trabajar y hacer dinero pues sin el dinero no se puede ni calentar el agua, asi que le ruego, vuelva a la realidad.

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