21 noviembre, 2024

Red Delictiva

Un estudio publicado en un medio de comunicación escrito, reveló que en Ecuador, más del 51% de los usuarios de
las famosas “Redes Sociales” comparten información personal y privada en
estos espacios cibernéticos, a los cuales cualquier persona puede acceder.

Mas allá de lo que esto significa en razón del tiempo perdido, en el cual los
estudios flaquean y los que trabajan disminuyen la productividad de las
empresas (públicas y privadas), está el tema de la infracción, pues, aunque a
muchos en razón de su oficio, les guste compartir su vida privada con extraños,
no todas las personas que aparecen en las redes sociales han autorizado
dichas publicaciones.

La Constitución “reconoce y garantizará a las personas” el “derecho a la
protección de datos de carácter personal, que incluye el acceso y la decisión
sobre información y datos de este carácter, así como su correspondiente
protección”, y el “derecho a la intimidad personal y familiar”.

El Código de la Niñez y Adolescencia determina que no se podrá “utilizar
públicamente la imagen de un adolescente mayor de quince años, sin su
autorización expresa; ni la de un niño, niña o adolescente menor de dicha
edad, sin la autorización de su representante legal”, y “prohíbe las injerencias
arbitrarias o ilegales en su vida privada”. El Código Penal en referencia
a la “Obtención y utilización no autorizada de información”, estipula que
la persona que obtuviere información o datos personales para “publicarla,
utilizarla o transferirla a cualquier título, sin la autorización de su titular o
titulares, serán sancionadas con pena de prisión de dos meses a dos años
y multa de mil a dos mil dólares de los Estados Unidos de Norteamérica”.

A pesar de lo que dice la ley, se publican en las diversas redes sociales,
información o fotos de terceros, o menores de edad que “suben” las fotos de la
ultima farra con sus amigos. La privacidad es un derecho que todos tenemos,
y por ello, utilizar información, imágenes, o datos personales sin la autorización
de su titular, es un delito. Si bien las redes sociales son un espacio público y
en muchos casos una herramienta de trabajo, no olvidemos que mal utilizadas
podría ocasionar acciones legales contra quienes, de manera deliberada
vulneren la ley y la privacidad de las personas.

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