Yo sé que muchos van a discrepar con este razonamiento y que dirán que vivo en otro planeta. El amor es una sensación de deseo de entregarse a otra persona. No necesariamente entrega física. Entregarse, desear estar junto a esa persona, hablar, oír, mirar, gustar, tocar…, estimular los sentidos con ella. Se motiva por muy diversas causas: admiración, afinidad, belleza, gustos similares, alguna cosa que atraiga del carácter o de la personalidad de esa persona.
Una vez logrado este “enganche”, viene el enamoramiento, los detalles que van haciendo que ese “gusto” se afiance y se vaya introduciendo en el cerebro la “necesidad” de ese amor.
Luego de ello, la pareja se casa, vienen los hijos y el hogar pasa a ser la vida para las personas que lo forman, vienen los problemas, desavenencias, desadaptaciones, dificultades económicas, diferencias de criterio y otros peligros que a veces pueden provocar rupturas que pueden llevar a un fracaso matrimonial.
Si usted se atreve a intervenir en un hogar en crisis, debe tener siempre en mente algunas cosas, a menos que ese haya sido un matrimonio obligado, lo cual no cuenta como matrimonio:
1. Nadie los obligó, fue decisión de él y fue decisión de ella.
2. Algo tuvo que haber para que esa persona haya decidido unirse a la otra, algo que la atraía, que le gustaba de la otra persona.
3. Al haber vivido juntos, ya ha habido varios momentos de intimidad, de palabras cariñosas, de ternura, momentos de alegría juntos, de complicidad, etc.
También hay que tomar los contra de esa relación:
1. No existen dos personas que piensen exactamente igual.
2. No todos reaccionan en forma decente, algunos son más groseros que otros y hay algunos que saben buscar como herir más, pero si vemos hacia atrás, eso no se puede ocultar y con seguridad esa persona lo mostró antes del matrimonio, y si lo aceptaste…
3. Cuando estás enamorado, el amor ciega y pudiste no darte cuenta de la inestabilidad emocional de tu pareja, pero eso es culpa tuya y no de ella.
4. Las circunstancias, el trabajo, las oportunidades, pueden llevar a una falla en uno de los pilares de ese hogar.
5. Cuando se pierde la confianza, todo el hogar se tambalea.
Siempre es bueno tomar una hoja de papel y pedirle a cada uno que escriba en un lado lo que ve de positivo en el otro y en el otro lado, lo negativo. Al valorar los puntos de cada lado veremos si son nuevos o viejos.
No es la parte física de otro ser lo que hace a una persona a ser infiel. Son principalmente las circunstancias, el verse continuamente, afinidad por los gustos. La compatibilidad de caracteres, etc., pero eso también lo hubo con la otra persona y se lo ha dejado que vaya muriendo, casi siempre de lado y lado.
Antes de buscar ayuda, deben ambos reflexionar y pensar en los frutos de ese matrimonio: Sus hijos. ¿No merecen acaso ser felices?
Esas parejas buscan consejo en amigos, parientes, sicólogos, sacerdotes, psiquiatras, etc., y desgraciadamente, muchas veces se acaba en el lado equivocado: en el divorcio o la separación.
Me parece muy valioso este artículo. Lo compartiré en mi facebook para que lo lean más personas. Todo lo que podamos hacer por lograr que alguien reflexione para bien, es poco.
Gracias.