Por mi trabajo permanentemente acepto invitaciones a eventos escolares para
hacer un reportaje o servir de juez de algún concurso. Hace unas semanas
estuve en uno de ellos. Para no encasillar el tema de mi análisis en una
parte del sistema nacional educativo -porque creo que la catástrofe es
general- no diré si fue en un colegio fiscal o privado. Fue un colegio nada
más donde a cada rato la voz ostentosa del animador decía que ahí se forjaba
el futuro de las familias y la Patria.
Estuve de juez en una gymkana ahí. Uno a uno pasaban por la tribuna números
llenos de energía y emoción propios de los jóvenes que le ponen ganas a todo
cuando son apoyados y animados. La mayoría de actos fueron bailes. Cómo
bailan los pelados de ahora! Es impresionante! Rompen las caderas, viran los
troncos, contornean las cabezas igual que la niña de El Exorcista… como sí
fuesen a arrancárselas! Se mueven como si fuera lo último que van a hacer en
sus vidas.
Pero llegó el momento de las preguntas o prueba de inteligencia y ahí sí
nadie se movió ni habló. En imagen retrospectiva se me vino a la mente ese
programa donde todos bailan y bailan y bailan y saltan y saltan y saltan y
todos miran y miran y miran pero nadie sabe nada ni siquiera la letra del
himno nacional. Ahí me desencajé! Y mientras disimulaba la sonrisa de agrado
frente a la pérdida de tiempo que era el estar escuchando las absurdas
respuestas que los alumnos bailarines daban así como el ver a sus padres
aplaudir a rabiar sin nada qué celebrar, por mi mente pasaba la trillada
frase del …en mis tiempos! Qué diferencia en mis tiempos donde mis padres
se preocupaban más de que habláramos mejor que movernos! Ya me imagino el
cocacho de mi mami al cruzar la puerta de la casa si al preguntarme cuál es
el nevado más grande del Ecuador yo hubiera respondido en el evento del que
veníamos que era la cordillera de los Andes!
La rectora se dio cuenta de mi malestar. Por ella, y sólo por corresponder a
la gentileza de haberme invitado, traté de reponerme y dejar de manifestar
mi asombro.
Mientras pasaban los minutos sumando el cúmulo de estupideces que esos
muchachos respondían me di cuenta de algo: las niñas que mejor habían
bailado antes eran las que tenían a sus madres mejor maquilladas, eran las
señoras más trincadas y alocadas. Me dije para mi: definitivamente… el
ejemplo!
Pasó el momento de las preguntas y qué creen? Dos grupos empataron. Como los
niños no sabían nada de nada más que bailar, el jurado, con mi voto salvado
lo que por cierto me costó algunas malas miradas de algunos padres decidió
elegir a los grandes ganadores con nada más y nada menos que con… Baile!
Y así fue. Era lo último que faltaba para que todo termine y ya no opiné más
para que el tiempo pase rápido.
Y aquí vino lo cumbre. Cuando le tocó el turno al primer grupo -todos habían
ensayado un número adicional por si acaso- se escuchó como fondo de canción
el tema “Amor de contrabando”. Esa canción en la que una mujer le ruega a un
hombre casado la deje hacer su amante prometiendo que lo disimularía muy
bien. Y, ante mi propio asombro, las niñas empezaron a cantar y bailar como
si de eso dependiera la vida. El grito de las madres de esas chicas también
me aturdió. Las veía a ellas tan eufóricas aplaudiendo a sus hijas como a
las hijas enardecidas gesticulando y moviéndose como gatas con la letra y
música de esa canción no obstante no saber quién era Huáscar! Y veía
también, al pie del escenario, a las profesoras hacer los mismos pasos como
si ellas hubieran sido las que las ensayaron!
Hasta ahí aguanté! Me paré y me despedí de la Rectora -pobre mujer que me di
cuenta me veía a cada rato- y no sé cuál habrá sido mi cara que ella cogió
el micrófono e hizo parar la canción. Captó mi mensaje! Y les dijo a las
chicas que lo sentía mucho pero que quedaban eliminadas por esa canción
inadecuada.
Para mi fue el único acto de sensatez que hubo en esa mañana. Pero, para
colmo de los colmos, se armó el escándalo porque las madres reclamaron que
las niñas habían ensayado con conocimiento de las profesoras. Y confirmé mi
suposición. Y también me imaginé lo que hay en la mente de esas muchachas
cuando una de las madres espetó que la canción no tenía nada de malo! Que
porque las chicas la bailaban no iban a terminar de amantes! Ya para eso yo
estaba en la puerta rumbo a mi carro…
Yo no soy quién para decirle a ningún padre cómo debe criar a sus hijos. Ni
el más santo para advertir que hacerle una oda a la infidelidad es algo
malo. Lo que sí sé es que las páginas del Extra están llenas de noticias de
horrorosas muertes de hombres y mujeres que se pusieron los cuernos.
Repletas de venganzas por las malas pasiones que generan los celos. Y que,
consciente del alcance de este hecho, no puedo aplaudir ni compartir aunque
sea en la informalidad una de sus aristas.
Me pongo a pensar en esto. Y empiezo a entender el por qué de las cosas en
nuestras instituciones educativas donde ya se ha perdido toda capacidad de
asombro… Creo que las madres, padres, hijos, profesores, inspectores,
directores y rectores están envueltos todos en la misma esfera maligna: la
falta de criterio. Ese criterio que sólo se aprende en el calor del hogar. Y
que es el resultado de una casa donde hay muuuucha conversación,
discernimiento de prioridades, sano sometimiento, palo también, pero, sobre
todo, ejemplo.
Ha llegado el tiempo de reinventarnos. Cuando las sociedades atraviesan este
tipo de crisis, donde todo el mundo parece loco y donde todo está patas
arriba, bueno es hacer un pacto social para que todos nos reubiquemos. Para
que todos estemos claros en que lo malo es malo y lo bueno es bueno. Para
recomponernos antes de que las lógicas consecuencias la perdición total
cierre su círculo y no haya vuelta atrás.
Hasta mientras también pienso en algo: Qué hermoso hogar que tuve! Qué buen
colegio en el que me eduqué. Cómo agradezco a mi papi y a mi mami. A mis
abuelos, a mis tías y tíos. A los amigos de mis padres. A mis profesores, a
todos aquellos que oportuna y contundentemente me corrigieron. A mis amigos
y compañeros que también criados en buenos hogares me transmitieron sus
límites. No soy el mejor del mundo ni de lejos, pero sé hasta dónde puedo
llegar! Y para mi el ser ubicado es lo más importante en la vida.
Este artículo me parece excelente y lleno de sentido común. Sí, sí es justo decir lo pasado fue mejor. Deberíamos volver a las prácticas ancianas, a aquellas que no enseñaron nuestros padres: Respeto, estudio y esfuerzo. Esas son las bases de una buena educación que no caerán en desuso jamás.
Hace bien en hacer hincapié en la falta de moralidad de esas madres artificiosas y vanas que dan mal ejemplo a sus hijos.
En cambio volví a leer su malcriado y contradictorio panfleto: ?Los sufridores? en el que se refiere con desparpajo, a aquellos que por medio de la crítica, tratamos de impedir que los abusivos al mando, nos tengan dando vuelta como tarantanes.
NO, NO hay que dejar de criticar. La crítica es el fundamento de una democracia. Es el zócalo de la responsabilidad. Solo en las tiranías se penaliza y se prohíbe toda crítica. Revise sus valores.
la realidad es esa ……lastimosamente o mejor dicho verguenza ajena …como decia el articulo «en mis tiempos» eso jamas se veia ….que clase de educacion estamos dejando a nuestros hijos y con la venia de padres y maestros …
Qué buen artículo! Debería ser compartido por las redes sociales ya que es el medio que más utilizan los jóvenes hoy en día. Y, lamentablemente, concuerdo en todo lo que usted dice. La pregunta es: algún funcionario de la educación se dará cuenta de lo que pasa en los colegios?.
Por favor, no utilizo mucho las redes sociales, pero me encantó leer este artículo. Podrían decirme en dónde encuentro sus artículos o en qué medio? Gracias. Y felicidades! estaré más pendiente de sus twits.
Muy interesante tema muy profundo echo c una persona muy centrada fue un articulo q en lo personal me hizo reflexionar en muchas cosas y sobre todo pensar q la juventud no tiene ni idea lo inportante q es la educacion el saber es una arma tan poderosa q puede destruir cualquier mal camino
Bien buen ariculo para una importante reflexion del porq la educacion en las instituciones esta perdida, pero como todos sabemos si no queres ser nadie en la vida envolvete en ese mundo pero todo esto esta en uno mismo de lo q queres er en un futuro…..
La «gran novedad» no es el hecho de lo que ha ocurrido en aquel lugar, el que fuere, sino el «no pasa nada», que es la postura más cómoda de las autoridades actuales de cualquier institución educativa que en su momento permiten lo QUE NO DEBEN PERMITIR, porque es «mejor hacerse los tontos» y presumir de educadores, que contrariar la práctica relativa de los valores, peor aún cuando son personas que realmente no se identifican con la educación, sino con una actitud política que les permite «conservarse» en un puesto o un medio que por más decir, es transitorio, y no les importa realmente EL FUTURO (ellos viven lo suyo y punto), que es lo que DIOS ha encomendado en sus manos (para quienes nos consideramos creyentes), o la sociedad en si , … , de una ciudad, un país, más aún el nuestro, que necesita de gente EDUCADA. Se dice que la educación de antes era mejor, particularmente no lo dudo, pero el problema no está ahí, el problema está en el hecho de que no se están dejando legados, no se transmite de generación en generación de educadores lo que debe trasmitirse, lo que NUNCA DEBE CAMBIAR, lo que es peor aún, en ciertas situaciones no se lo permite. La educación no es sólo de las paredes hacia dentro de un centro educativo, es parte de la sociedad misma, … , porque se quiera aceptarlo o no, lo estamos permitiendo, directa o indirectamente. Deben haber movimientos que se preocupen más directamente, así como se presta VITAL PREOCUPACION de cualquier situación política del momento, o un interés deportivo nacional como el fútbol, …, debe haber por la educación, … , porque entendiéndola en mayor grado, habrá mayor interés de superación que no está en la ?competitividad educativa? sino en los valores que deben plasmarse en una sociedad que debe caminar para lo que quiere, para lo que necesita, … , para que así sea competente de verdad, ?, porque hay una realidad tan frágil como estas palabras: «Un docente puede afectar el resto de la vida de un estudiante, nunca se sabe cuándo termina su influencia», quizás por eso, cuando se ha tenido en su momento la oportunidad de estar con educadores de verdad, se entiende lo que es haberse educado para la vida. Debe la educación ser realzada como debe en todos los niveles, porque no se puede negar que hay talentos humanos, y estos no deben perderse, lo que la niñez y la juventud actuales requieren es de estímulos adecuados que se acoplen a su era que es del siglo 21, que se encamine adecuadamente su formación profesional que es vital y de mucho rigurosidad para triunfar en un mundo que demanda de mayores competencias cada vez, pero no se puede negar que la educación anterior a la universitaria, que es la BASE DE TODO, necesita ser atendida, ahí se ?asienta el edificio?, por lo que como una reflexión final, esta frase: ? Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero se puede engañar a todos todo el tiempo?. Jhon F. Kennedy.
Felicitaciones Luis Antonio. Antes la enseñanza era diferente.
Muy bien Sr. Ruiz, cuando veo el mundo al revés, me quedo absorto igual que ud. La profesía de Einstein se está cumpliendo.. solo discrepo en lo del tiempo, no creo que antes habían valores y ahora no, los valores son atemporales, conozco jóvenes buenos e inteligentes y «viejos» malos y brutos.. Saludos Cordiales