Que desgracia!

Se están tejiendo nuevas versiones respecto del asesinato del joven George Michael Murillo

León, a quien el domingo anterior, y por motivo del clásico del astillero, le arrebataron
de manera artera su vida con un disparo en la cabeza. De este aberrante hecho,
inicialmente se ha señalado como el asesino, a un joven a quien según personas de su
entorno lo conocen como La lagartija.

Lo grave del asunto es que esas nuevas versiones señalan a un policía como el autor
del disparo de la bala asesina. Ayer y hoy, los noticieros han presentado un video,
a través del cual se ve y se escuchan gritos de reclamo hacia el supuesto autor de
los disparos, y que obviamente resulta ser un policía, y a quien le gritan de forma
acusadora: ¡Tu lo mataste maldito…Tu lo mataste maldito hijo de puta!, y se ve
algo temeroso al policía retirarse del lugar de los incidentes.

Un joven de 20 años, quien había permanecido como testigo protegido desde el
pasado domingo, se retractó de lo que había dicho.

”No involucró al emelecista
Byron Velásquez Briones (la lagartija). Dijo que no podía culparlo de la muerte de
su amigo. Que declaró bajo presión (¿…??). Que el día del ataque criminal sobre el
puente de la Unidad Nacional, en Durán, solo hubo barcelonistas y personal policial.
Que no hubo enfrentamientos con la barra millonaria. Que del insulto a varios metros
de distancia no pasaron”.

”Dijeron que habían 2 patrulleros, pero ningún policía auxilia a la víctima. Llegan
motorizados: uno recoge los casquillos. Le reclaman, pero se marchan. Nadie presta
auxilio, pese a que unos lo imploran. La acusación de los hinchas se torna intensa.
Irreverente. La policía no logra controlarlos. Retrocede y se va”.

El testigo comentó además que después del hecho,

“él y el otro testigo protegido
(ambos hinchas toreros) estuvieron hasta al menos las 02:00 en la Policía Judicial
del Guayas. Ellos (refiriéndose a uniformados) dijeron que no nos iban a dejar salir
de ahí si no declarábamos (¡¡!!!!!). Teníamos que declarar. Fue un momento de
desesperación. Uno jamás se va a imaginar que era un policía porque ellos están para
cuidarnos a nosotros. Mi compañero (otro testigo) pensó que era un emelecista, eso
fue lo primero que pensó”, explicó el testigo.

Con estos antecedentes, y como ciudadano ecuatoriano, exijo una prolija investigación
que conduzca a dejar totalmente claro quien ha sido el autor o los autores de la
muerte de ese joven. Que se evacúen todas y cada una de las nuevas versiones que
están saliendo a la opinión pública. Que se analicen todas las pruebas presentadas y
por presentarse, que se explique las razones por las cuales, y según versiones, porque
un policía motorizado recogió del suelo los casquillos, y porque se ha presionado a los
actuales testigos a declarar en contra de la lagartija.

Por otra parte, por estar comprometido mi buen nombre como columnista de este
prestigioso diario, en el cual; y por versiones dadas a la ciudadanía por los medios
informativos, CLARO ESTA, señalo a la lagartija como el autor de ese delito.

Pues, de ser otro el culpable o los culpables de tan execrable crimen, me comprometo,
como no puede ser de otra manera, a desagraviar a través de un especial artículo,
a quien se lo conoce como la lagartija y que inicialmente, repito, se lo ha venido
señalando como el autor de ese delito.

Seamos siempre ejemplo de gente de bien para nuestros conciudadanos, no faltemos a la dignidad
y el honor de los demás, no juguemos con los sentimientos de otras personas, respetemos, al
menos, la vida de nuestros congéneres y no salpiquemos de sangre la vida de quienes los rodean.

Sacudámonos ya de esa perniciosa y maquiavélica forma de creernos más listos que otros,
aprendamos también que los guerreros de un equipo de futbol son los jugadores, no los hinchas.
Ellos, los jugadores, son quienes rivalizarán dentro del gramado de un estadio.

Aprendamos a no contaminar nuestro honor ni el honor de otros. Aprendamos a respetar el
derecho ajeno, aprendamos a saber cultivar y manifestar nuestra pasión por nuestro equipo
favorito, sin bajas pasiones y sin violencia…..Aprendamos también a llevar con honor, con
responsabilidad, con honestidad y con sensatez, un uniforme.