Un Buen Cristiano

Con sumo agrado y con un orgullo que no me cabía en el pecho, acepté ser una vez más padrino
de mi sobrino Piero, ya que tomó su valiente decisión de convertirse en “Soldado de Cristo” a
través de su Confirmación, y así mismo quiso, espero que por voluntad propia, que sus padrinos
de bautizo, fuéramos nuevamente sus padrinos en este Sacramento.

Me tocó acompañarlo en una pequeña pero sobria ceremonia donde culminaban su etapa de
preparación previo a recibir este sagrado Sacramento, pero al inicio de la misma, la catequista
les pregunto a varios jóvenes incluido mi sobrino, que sentían ellos a cerca de las charlas que
habían mantenido, y los todos consultados sentían “que se habían unido más a DIOS”, porque
desde ese periodo de reflexión y estudio de la Biblia, habían comenzado a ir más a Misa.

Les soy muy sincero, ese concepto de la juventud de que la unión a nuestro Creador se da por
cumplir con más periodicidad el ir a escuchar Misa me dejó muy perturbado, porque en sus
nobles personalidades se podría arraigar la creencia, que de hecho lamentablemente es muy
profunda, que mejor cristiano, es quien va más a Misa, o lo contrario que es aún peor, que estoy
alejado de Cristo, porque no cumplo los Domingos con escuchar la palabra del Señor.

Esos dos extremos son preocupantes, porque he escuchado no sólo una vez, que malas personas,
que saben que lo que hacen es incorrecto, con el peregrino argumento de confesarse y comulgar
están limpios de pecados, y los otros seis días de la semana, como el burro al trigo, siguen
haciendo de las suyas, porque la Hostia dominguera, para sus creencias los purga de todo “Mal”,
y así mismo, un buen profesional, un buen ciudadano, una buena persona que no pudo cumplir
con la Misa, se piensa que los estaría “alejando” de nuestro Creador.

Considero que se deben conjugar las dos cosas, debes darle su tiempo a Dios en la Iglesia, y
debes ejecutar todo tu accionar, conforme Él lo habría hecho, eso es ser buen cristiano, pero
NO, y lo pongo con mayúscula, faltar a Misa, me hace mal cristiano, peor aún, mala persona.

Entendería que los seminaristas no lo dicen así, quizás los jóvenes lo interpretaron muy mal,
pero en definitiva, y al punto que quería llegar, es que para mí, el no poder cumplir con la Misa,
no me hace más o menos cristiano que otro, son las acciones y la forma como manejan el tren de
su vida, quien me identificará que tipo de persona soy o quiero ser.

Como pequeña conclusión, felicitar a todos esos jóvenes incluido mi ahijado, que decidieron
formar filas de los nuevos evangelizadores de Cristo, que sigan por el buen camino, y que la
responsabilidad con la que asumen este nuevo reto, los obligue a predicar con hechos y no con
palabras lo que realmente es ser un buen Cristiano.