Cuando existe censura no existe libertad de expresión. Cuando existe auto-censura es porque existe miedo y hay miedo donde hay represión. A través de años de bregar en política no sólo que lo he notado sino que lo he vivido y palpado. Lo lamentable es que la libertad de expresión es coartada no sólo por el Gobierno, que se esmera en apagar voces consideradas disidentes o de pensamiento diferente al oficial, sino también por algunos medios considerados independientes, que actúan de acuerdo a su propia conveniencia, en lugar de preocuparse por el público, a quien supuestamente deben servir.
Es de conocimiento público que los medios de comunicación manejados por el Gobierno no dan entrevistas a aquellos que no nos dedicamos a alabar al presidente y su administración y si conceden entrevistas son hostiles con los entrevistados contrarios al pensamiento oficial. Por otro lado existen medios de comunicación que son considerados independientes, pero que en realidad no lo son puesto que tienen intereses directamente relacionados con el Gobierno, como en el caso de dueños de medios de comunicación que ocupan cargos públicos, dentro o fuera del país, como Radio América o Rumba de Quito, o el caso de simpatizantes del Gobierno, como el dueño de Radio Águila de Guayaquil.
Pero hasta algunos medios de comunicación ampliamente reconocidos como independientes dan señales de no serlo, cuando toman decisiones relacionadas con su conveniencia y en algunos casos con su supervivencia, como es el caso de medios que dependen de la propaganda del Gobierno o los que temen que sus frecuencias sean retiradas. Radio Universal de Guayaquil me manifestó hace un par de años que no podían darme entrevistas por ser crítico del Gobierno. Radio Majestad de Quito me dijo que no me daría entrevista sin dar explicaciones, luego de meses de solicitar una entrevista. Radio San Francisco de Guayaquil me manifestó que tenían prohibido darme entrevistas. Estos son solamente unos pocos ejemplos de una larga lista de medios de comunicación que han dejado de entrevistarme, a pesar de que está claro que mi único afán ha sido servir a nuestra nación.
Pregunto al Presidente de la República: ¿Por qué le tiene miedo a mi palabra?
Los periodistas tienen una responsabilidad enorme con los ciudadanos, a quienes no se los debe confundir por razones personales, sea por preferencia personal o por dinero. Cuidado con los los que predican la libertad de expresión y la utilizan como caballo de batalla para ganar votos en un país donde no existe ni ha existido verdadera libertad de expresión, sino que ha sido y es coartada por diversos poderes. Hoy veo a periodistas que apoyaban al Gobierno y por lo tanto no eran imparciales en sus entrevistas, que ahora pretenden ser paladines de la libertad de expresión desde la oposición. Se nota claramente la manipulación de la opinión pública.
Muchas personas me preguntan por qué no soy entrevistado en televisión y piensan que yo no quiero ser entrevistado en televisión. En los tres últimos años Ecuavisa y Teleamazonas me entrevistaron apenas en dos ocasiones. A pesar de ser activista político, que siempre he estado activo en medios de comunicación, quedé sorprendido que ni siquiera durante la Consulta Popular y Referéndum 2011 fui entrevistado por Ecuavisa y Teleamazonas a pesar de haber sido sujeto político durante esa elección. Por separado compartiré con ustedes unas cartas que escribí a Ecuavisa solicitando una entrevista con respecto a la falsedad del sistema de recolección de firmas, de acuerdo al cual se llevarán a cabo las elecciones 2013. Hasta la fecha no recibo contestación, luego de meses de haberlas escrito.
Las elecciones del 2013 no son legítimas, son inconstitucionales y discriminatorias. A pesar del clamor popular pidiendo un sólo candidato de oposición hay siete, todos con sus propias agendas, en clara canibalización de la oposición. Pero está claro que existe una lucha encarnizada entre los que tradicionalmente han manejado el poder de la comunicación y los que quieren adueñarse de ese poder. Los que tienen miedo y los corruptos fomentan y apoyan la mediocridad. Para elegir bien es necesario identificarlos y excluirlos.
Muchas personas me han preguntado por quién se debe votar. Pienso que todos los ciudadanos deben exigir que los candidatos presidenciales contesten la pregunta que he estado haciendo: ¿Cómo van a financiar el presupuesto del Estado de $26.000 millones anuales; la deuda de $2.300 millones a Occidental (OXY) determinada por el laudo del Ciadi; la potencial deuda de alrededor de $14.000 millones por la docena de juicios que enfrentamos en cortes internacionales, cuyos laudos se dictarán durante la próxima administración gubernamental, considerando el pronóstico de la Organización Internacional de Energía de precios bajos de petróleo hasta el año 2017?
No admitan respuestas demagógicas como “no vamos a pagar porque rechazamos esos laudos” ya que cuando estas deudas no son pagadas, las cortes internacionales ordenan el embargo de los activos del gobierno deudor. Exijan a los periodistas formular esta pregunta a los candidatos. Recientemente cuando lancé esta pregunta en Radio Morena, el periodista quería que yo mismo conteste a mi propia pregunta cuando la pregunta es para los candidatos presidenciales para que los ciudadanos puedan determinar a quién se le puede confiar la administración de nuestro país. Si el financiamiento de $341 millones por concepto del incremento del bono de desarrollo humano a $50 ha causado tanto problema, se imaginan el problema que se avecina?
He tratado de contestar a las preguntas que durante varias semanas me han formulado acerca de si sería candidato presidencial o no, y si no fuese candidato a quién apoyaría en las próximas elecciones. No he dado una respuesta directa pero he dado indicaciones al respecto para reflexión y decisión de ustedes. He querido dejar en claro que no es simplemente cuestión de derrotar a una persona, sino que el próximo presidente debe estar bien capacitado para ejercer el cargo exitosamente, puesto que, como lo he anunciado muchas veces, se avecinan tiempos difíciles para la economía de nuestro país. No soy candidato a ninguna dignidad en las elecciones 2013 precisamente debido al sistema discriminatorio vigente, pero no abandonaré mi lucha por el desarrollo de nuestro país, ni los abandonaré a ustedes en su lucha por elegir bien.
Doctor: gracias por ilustrarnos, desconocemos tanta información importante.
En cuanto a la pregunta ¿por quién deberíamos votar? creo debería ser ¿por quién NO deberíamos votar?
Eso de saber elegir un presidente es algo complejo, pero nuestro pueblo ha despertado del letargo, pero tiene temor, mismo que desaparecerá cuando vaya a las urnas a consignar su voto; existe tedio, cansancio, hastío, molestia en la nación. Ojalá hayan voces como la suya Carlos para que guien, dirijan, encaminen, orienten a los sufragantes a elegir bien, para no volver a caer en lo mismo, que sería realmente desastroso para nuestras generaciones venideras.Un abrazo.
Vicente Arcos V.
El año pasado, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) indicó que $ 14.475 MILLONES ARRIESGA EL ESTADO ECUATORIANO EN CASO DE PERDER LOS 27 PROCESOS QUE ENFRENTA POR CONFLICTOS COMERCIALES ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) y la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (Uncitral, en inglés).
SOLO EN EL CASO DE la terminación del contrato con OXY, en el que el Ciadi le dio la razón a la petrolera, el ECUADOR TENDRIA QUE PAGARLE $ 2.500 MILLONES, reveló el subsecretario para el Buen Vivir, Andrés Aráuz.
EL UNIVERSO, 6 FEBRERO 2015.
http://www.eluniverso.com/noticias/2015/02/06/nota/4524521/70-causas-contra-estado-fallo-favorable