Todo tirano tiene siempre sus días de poder contados. Tarde o temprano la justicia formal
o la del pueblo, que ha sufrido sus insanas presiones, le piden y exigen cuentas. Muy
pocos quedan tras las rejas cuando caen. La mayoría pierden la vida a manos de la ira
callejera o de la traición siempre a la espera… Al parecer Bashar Al Assad, el heredero
de la tiranía siria sabe ya que está solo. Los miles y miles de muertos ordenados y
permitidos por la soberbia de su incapacidad gubernamental gritan por ser escuchados
en su inocencia. La información del periódico israelí Haaretz, sobre el asunto, da una
clarinada. Eso de enviar a sus amigos del festín a solicitar asilo, habla del cosquilleo de
la piel al sentir acercarse el fin de su sangriento mandato. ¿Quién podría darle asilo,
sin embargo, a un individuo que ha cometido crímenes de lesa humanidad?
El único camino que un delincuente como Bashar Al Assad puede recorrer, es el que
lo lleve hasta la justicia internacional, para ser juzgado y sentenciado… La basura en el
basurero! País que abra sus puertas para favorecer, con protección, a un criminal de tal
calaña está, de facto, convirtiéndose en basurero político… Las minucias informativas
hablan de que el fulano está solicitando socorro a Cuba, Venezuela y Ecuador. Aceptar
semejante auxilio es irrespetar la soberanía del Estado y, con igual prepotencia
del peticionario, insultar y despreciar así al pueblo en donde pretende residencia.
Pero, ¿cómo entender esto de “crímenes de lesa humanidad”?
Todo acto inhumano
–explica la Corte Penal Internacional – vinculado al asesinato, al exterminio, a la
esclavitud, la deportación o persecución contra las poblaciones civiles por motivos
sociales, políticos, raciales, religiosos, culturales son actos de lesa humanidad. O sea,
hacen daño física o mentalmente a los afectados. Son actos crueles. Envilecen la dignidad
humana. Repercuten estos crímenes contra todo el género humano.
Y esto, y no otra cosa, es lo que Bashar Al Assad viene haciendo desde julio del 2000,
en que asumió el gobierno al morir su padre, Hafez que venía manejando Siria desde
1970, por golpe de Estado. ¿Cómo estará bloqueada la conciencia de los pueblos, incluso
su sentido común, algo elemental, casi instintivo de supervivencia, para que semejante
atropello suceda? Más aun sabiendo que estos saltimbanquis de la política llenan
sus bolsillos con el dinero de la corrupción, que roban al erario público, volviéndose
millonarios junto a sus familias… Los 40 años de gobierno de Kadafy en Libia, los 30
de Mubarak en Egipto, los 23 de Ben Alí en Túnez son suficiente ejemplo. Al menos,
por esta parte del mundo…
Saludos. Me extraña el contenido de este artículo, cuyo autor en muchas ocasiones se ha expresado en forma coherente., realista, y conocedor del mundo árabe. Si embargo, en esta ocasión, sus críticas a los gobiernos de Libia, Egipto, Túnez y ahora, de Siria, me parecen fuera de contexto, y una burda repetición de las trans nacionales de noticias al servicio de los grandes consorcios económicos occidentales. Mucho me agradaría que opine sobre los nuevos gobernantes de Egipto; sobre los heroícos «rebeldes» libios; sobre la «resistencia» siria, sobre la perpetua dinastía saudita reinante en Arabia; sobre los jeques de Kuwait, entre tantos gobiernos que pasan desapercibidos maliciosa y dolosamente por occidente.
Adicionalmente, quienes somos nosotros para juzgar una sociedad, una cultura, un pueblo con matices socio económicos, culturales, educacionales, religiosos, tan diferentes a los nuestros.
Vive y deja vivir. No mires la paja en ojo ajeno, y mira la viga que tienes en el tuyo.
Napoleón Sotomayor
Todos los tiranos saben lo que les espera.
Su vida esta acosada por su inteligencia que lucha por hacer que abandone el Poder.Pero el placer de este poder es invencible, asi como las làgrimas de una mujer
Muy buen articulo.. Repleto de humanismo, lleno de sentido comun, y mucho conocimiento.
Que los antiguos tiranos hayan sido reemplazados por nuevos verdugos, no le quita en nada a la epopeya o al grito libertario de sus sufridos habitantes.
La democracia se aprende. Es un largo peregrinar por las sendas de lo desconocido. Es una madurez que se adquiere a base de experiencias, sufrimientos y educacion.
Los pueblos arabes ya han sufrido en demasia, pero aun les queda mucho camino por recorrer.
Si hoy vemos a los islamistas aprovechandose del caos, para reescribir la historia, y desbaratar instituciones; es porque los antiguos tiranos dejaron a sus habitantes en la oscuridad de la ignorancia. Ignorancia de la que se aprovechan los oscurantistas de hoy, para mejor repartirse las migajas del vacio de poder.
Lo que esta sucediendo en Medio Oriente, no es diferente de lo que sucede actualmente en Latinoamerica.
Los viejos comunistas, aprovechandose de la ingenuidad y el analfabetismo de los latinoamericanos, se han llevado en peso poder, riqueza e intituciones, para imponernos su unica vision obtusa del mundo, aplicandonos su doctrina fracasada.
No hay ninguna diferencia, entre un viejo comunista, y un mamerto islamista; ambos son identicos en su fascismo.
No es coincidencia que entre ellos se atraigan y se prometan ayuda y asilos mutuos. Esos dos grupos fascistas se parecen en su estupidez, en su maldad y en su rapiña.