Otro poema famoso de Rafael Pino y Roca, que habla de su ingenio y de su fino sentido del humor, es este “Himno al pedo español”, escrito a comienzos del siglo pasado y que en su época fue repetido en innumerables ocasiones, produciendo hilaridad su descripción.
Disfrutemos de un momento de humor, leyendo este himno:
Himno al pedo español
Rafael Pino y Roca
Entra gallardo, en la arena,
con su sangre de torero,
el pedo más altanero
de la gástrica verbena…Viene vestido de luces,
con meneos deslumbrantes,
desafiando a los obuses
y a los gases asfixiantes…Es el mejor exponente
de los pedos; altanero,
fanfarrón, independiente,
orgulloso y pendenciero…Es un pedo inteligente
que en España ha conquistado
la implantación de un pecado:
¡la ley del pedo vigente!Pues es fama que en la historia
de la península Ibera
hasta el pedo hizo carrera
¡y dióle renombre y gloria!Que se peyeron sus Reyes
y se peyó Carlos Quinto
y se peyeron las leyes
y se formó un laberinto…Por eso el pedo español
en esta tierra de sol,
goyesco, chulo, quijote,
es un poema en bemol,
con prólogo y estrambote…Y ha llegado a ser notorio
que los maestros del pedo
en España, son Quevedo,
El Cid y Don Juan Tenorio…Y aunque parezca irrisorio
lo aseverado, ¡bien hayan!
Todos los pedos que estallan
en España, porque a fe
que cuando España se pee
todos los culos se callan.Cuando frunce el entrecejo
un Español y condena
la nariz a ingrata pena,
recoje el labio gracejo,
inclina el cuerpo hacia un lado
y en tan gallarda postura
puja con desenvoltura,
puja como un condenado,
mientras el ano atracado
a fuer de pujos dilata
y alza, con garbo, la pata
para que escape iracundo
el cautivo del penal,
¡pienso que no hay en el mundo
un pedo más colosal!Guayaquil, junio de 1900