Estoy segura que en más de una ocasión,
tertuliando con amistades, familiares y
demás allegados, os habréis encontrado
hablando y escuchando sobre un tema de
preocupación social como es, el devenir de
este mundo nuestro, un mundo, una tierra
que aunque generosamente nos ha dado
la vida, a veces, sentimos vergüenza de
haber brotado de ella, especialmente
cuando nos da por reflexionar sobre la
desigualdad social, la pobreza y miseria
que invade un gran territorio del planeta,
las guerras y enfrentamientos y es
entonces cuando uno de los contertulios
se lanza a la aventura de pronosticar una
Tercera Guerra Mundial, y entonces surge
la pregunta premio, cuál sería la chispa de
este macroconflicto?, en qué lugar de
nuestro planeta saltaría esa chispa? Qué
lugar del mapa terrestre elegirían los
poderosos para iniciar el conflicto y estoy
segura que la mayoría de los asistentes
coincidirían en elegir Palestina, donde
árabes y judíos conviven a duras penas.
Pero, por quién decantarse, quiénes son
los buenos y quiénes los malos, quiénes
tienen más derecho sobre la tierra que
habitan? No es fácil responder a estas
preguntas, así que os propongo consultar
la historia de estos pueblos, reflexionar
sobre la misma y alcanzar un criterio
razonable y juicioso que mostrar a
nuestros contertulios en una próxima cita.
Durante mucho tiempo Palestina ha sido
conocida como el territorio ubicado entre
el río Jordán y el Mediterráneo. Desde la
creación del Estado de Israel en 1948 la
situación de la zona ha sido conflictiva:
judíos y árabes han lidiado por un espacio
que suponen histórica y legalmente suyo. Y
es que para ambos pueblos es el origen de
su propia historia. Para unos, la Tierra
Prometida, la que Dios otorgó a Abraham
como lugar donde desarrollar un pueblo
comprometido con Él.
Aquí llegaron los
judíos siguiendo el camino que marcó
Moisés; aquí vivió y murió Jesús. Para
otros, su hogar durante siglos y sitio desde
el que Mahoma hizo su último viaje, hacia
el cielo. Hay un episodio de la biblia hebrea
que da nacimiento al concepto de Tierra
Prometida en el que relata la alianza entre
Dios y Abraham, según la cual, todos sus
descendientes vivirían en presencia de
Dios y serían circuncidados y a cambio Dios
le prometió la Tierra de Canaán, la Tierra
Prometida, que sería suya para siempre.
En esta tierra se fundó Jerusalén y su rey
Salomón construyó el primer Templo que
se convirtió en lugar sagrado para los
judíos, una idea, la de la existencia de un
lugar sagrado en Jerusalén, que nunca
perecerá. Aquí permanecieron los judíos
hasta que a finales del siglo VI a.C. fue
invadida por Babilonia. Poco después,
Persia conquistó Babilonia y permitió a los
judíos volver a Palestina. En el siglo IV a.C.
fue conquistada por Alejandro Magno y
siglos después por los romanos que
colocaron a un judío como administrador,
siendo Herodes el Grande el que estaba
cuando nación Jesús. En el año 70 los
romanos reconquistaron Jerusalén y
destruyeron el templo. Pero el judaísmo
no murió. Los romanos hicieron de
Palestina una provincia de Roma a la que
llamaron Judea y tras un nuevo
levantamiento fue de nuevo arrasada por
los romanos y reedificada con otra
disposición, pasando la provincia a
llamarse Palestina. Muchos judíos tuvieron
que abandonar estos territorios tras la
conversión al cristianismo de Constantino.
En el 395 pasó a depender de
Constantinopla. Durante esta época se
construyeron iglesias en los lugares santos
y comenzó a ser lugar de peregrinación
para los cristianos. En el 638, estando
gobernada Jerusalén por los bizantinos, los
árabes la conquistan pacíficamente. Los
invasores respetaron la libertad religiosa
de los cristianos y sus lugares de culto. Con
la llegada de los musulmanes Jerusalén se
convirtió en una ciudad santa para el
Islam. Jerusalén fue conquistada por los
cristianos en 1099 durante la Primera
Cruzada. Pero en 1187 Saladino, soberano
de Egipto, volvió a ocupar la ciudad. En
general se dejaba acceder a cristianos y
judíos a los lugares santos y durante los
siglos XIV y XV gran número de judíos
volvieron a Palestina. Fue en el año 1517
cuando los otomanos conquistaron este
territorio que formó parte de su imperio
hasta 1914. Y así llegamos a finales del
siglo XIX cuando Palestina tenía medio
millón de habitantes, de los que 30.000
vivían en Jerusalén, ciudad árabe. En la
ciudad santa todos los ritos cristianos
tienen su iglesia. Los lugares santos de las
tres religiones están concentrados en unos
centenares de metros. La Gran Mezquita
está muy cerca de la tumba de Cristo y
más abajo está el Muro de las
Lamentaciones. Los judíos constituyen en
esta época la mitad de la población de
Jerusalén, pero en todo el país son menos
del 5%; los cristianos son un 10% y los
musulmanes un 85 % y todos son súbditos
del sultán de Constantinopla y la lengua
oficial es el árabe. Y hasta aquí la historia
de estos dos pueblos hasta el siglo XIX.
Comenzaremos en otro momento, si os
parece bien, y analizaremos los
acontecimientos transcurridos durante el
siglo XX.
Hoy por una casualidad he comenzado a leer esta secuencia de escritos desde el publicado hoy hasta el primero de todos y aunque la secuencia fue diferente la percepcion es mas que nada el ubicarme en el tiempo y espacio en una ciudad como Jerusalem a la que visitè hace 5 años y en la que conviven de alguna manera todos los representantes de los 5 continentes. Una convivencia poco pacìfica…pero para mi percepciòn tolerante ante una comparacion con nuestro Ecuador lleno de violencia por temas aun indescifrables para nuestros gobernantes…