Pese a los inmensos ingresos producto de los fabulosos precios del
petróleo; actualmente en Venezuela hay escasez de todo, especialmente de
alimentos básicos (leche, carne, harina, azúcar), de agua, de electricidad;
incluso de jabón y hasta de papel higiénico; la inflación acumulada es de
más del 20 %; qué hablar de la violencia, Venezuela es uno de los países
de mayor inseguridad de Latinoamérica y su capital Caracas una de las más
violentas del mundo.
En referente a lo militar, la Constitución de Venezuela en su Art.
328, dice: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución
esencialmente profesional, sin militancia política, (…). En el cumplimiento
de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso
al de persona o parcialidad política alguna…”. No obstante de esta norma,
las Fuerzas Armadas venezolanas se encuentran totalmente politizadas
y su grito emblemático es “Socialismo, Patria o Muerte” y de acuerdo
a un ex-Ministro de Defensa: “Las Fuerzas Armadas venezolanas se
encuentran casadas con el proyecto político del Presidente Chávez” y
ahora de Maduro, su sucesor. Chávez para controlar a sus adversarios –
civiles y militares- creó una poderosa red de informantes para delatar a sus
opositores desde los Comités para la Defensa de la Revolución (CDR), las
Milicias Populares y un Servicio de Inteligencia Militar que estaba bajo su
control y mando.
En sus 14 años de gobierno dividió a la sociedad venezolana; creó grupos
de garroteros que son guardias de choque como las llamadas células de
“militantes revolucionarios” (bandas callejeras armadas) y las Redes
de Movilización Inmediata (REMI) que las utilizaba para amedrentar
violentamente a sus adversarios. Chávez hizo de la política un imperio de
odio.
Normalmente las Fuerzas Armadas en un país democrático no se hallan
en función de un partido o grupo político ni de un proyecto de estos, ni en
función del Gobierno de turno, sino en función del Estado.
En realidad, sólo los regímenes totalitarios suelen identificar los intereses
del caudillo y del partido en el poder con el interés público.
Las instituciones armadas deben estar por encima de los intereses
coyunturales de cualquier partido o del Gobierno de turno; se deben
a la nación y tienen que responder a los intereses permanentes de sus
ciudadanos.
Chávez hizo alarde ante la faz del mundo que Venezuela está armada hasta
los dientes; el armamento sofisticado comprado, especialmente a Rusia
y China, tiene un costo demencial de alrededor de 6.000 millones de
dólares.
Para rematar, las declaraciones del Almirante Diego Molero (en servicio
activo), Ministro de Defensa, me relevan de cualquier comentario: “La
Fuerza Armada está unida plenamente a este sentimiento bolivariano y
revolucionario de nuestro comandante Hugo Chávez, y se hace solidaria, en
cuerpo y alma, en forma incondicional, con esa ideología”.
Habrá que poner, en nuestro país, un cerco “cívico-sanitario” para evitar un
contagio.
HUGO CHAVEZ DESTRUYO A LA INSTITUCION MILITAR VENEZOLANA QUE EN LA ACTUALIDAD ESTA AL SERVICIO DE LA DICTADURA Y CONTROLADA DESDE CUBA.