Dice la Constitución de la República del Ecuador, que se reconoce y
garantizará a las personas, entre otros derechos, “el derecho a la inviolabilidad
y al secreto de la correspondencia física y virtual; ésta no podrá ser retenida,
abierta ni examinada, excepto en los casos previstos en la ley, previa
intervención judicial y con la obligación de guardar el secreto de los asuntos
ajenos al hecho que motive su examen.”
Sucede en muchas ocasiones, que hasta nuestro domicilio o lugar de trabajo
llegan por equivocación, cartas, o estados de cuenta que no nos pertenecen,
y de los cuales visiblemente no somos los destinatarios. En aquellos casos,
debemos recordar que la correspondencia es inviolable y por ende no se la
puede abrir, pues hacerlo constituye un delito, así como también lo es las
famosas “pinchadas” o “intervención” de los teléfonos.
Determina el Código Penal en el capítulo relativo a los delitos contra la
inviolabilidad del secreto, que “serán sancionados con penas de 2 meses a
un año de prisión, quienes interceptaren sin orden judicial, conversaciones
telefónicas o realizadas por medios afines y quienes se sustrajeran o
abrieran sobres de correspondencia que pertenecieren a otro sin autorización
expresa”, pues según lo determina el Código de Procedimiento Penal “la
correspondencia epistolar, telegráfica, telefónica, cablegráfica, por télex o por
cualquier otro medio de comunicación, es inviolable”.
Como ecuatorianos es importante conocer cuales son nuestros derechos
y también cuales son nuestras obligaciones, pues un caso tan común y
aparentemente inofensivo, como abrir la correspondencia ajena, podría
tornarse en un problema legal.
Recordemos que según el Código Civil, “la ley obliga a todos los habitantes
de la República, con inclusión de los extranjeros; y su ignorancia no excusa
a persona alguna”. Por esta razón, amable lector, si hasta sus manos llega
alguna correspondencia de la cual usted no es su destinatario, o no se
encuentra autorizado para abrirla, es siempre mejor regresarla por el mismo
lugar de donde vino, no vaya a ser que por acomedido, salga…
malo es disparar escupitajo hacia arriba y ya sabemos por qué: hazaña de los delincuentes de la partidocracia (seguramente esos que usted defendería hasta con su vida para que vuelvan al poder, aunque no verá tal milagro)fue siempre hacernos llegar a casa, con número de cédula, nombre completo, dirección domiciliaria y en horarios estudiados, cuando no había nadie en casa, porque a uno lo espiaban, sendos paquetes con propagandas proselitistas y hasta electoral con camisetas, banderitas, etc. como en el caso de Noboa ex-ministro. Hoy en pleno capitalismo occidental, damos datos a empresas contratando un servicio o comprando algo, y la información privada vaga por una serie de empresas que se han parcelado el proceso de protocolización del trato. No se de golpes de pecho y mejor evite el ridículo.
Pero las pinchadas telefónicas y la revisión de documentación la opera el Gobierno supuestamente como parte del servicio de inteligencia o información, para detectar novedades.
soy la asistente de Ing. Luis Villacrés Smith, quien ha vuelto a escribir sus editoriales para Diario Hoy de Quito. Ustedes publicaron sus artículos en el 2011, él dejó de hacerlo y ahora ha vuelto a escribir. por favor, indíquenme si les puedo enviar sus editoriales para que a su vez, tengan la gentileza de publicarlos digitalmente. Muchas gracias.
Estimada Marisol, será un gusto, por favor reenvíelos a esta cuenta para su publicación.
Saludos
Buenas tardes estimados, la inviolabilidad de correspondencia es un derecho que tenemos, pero al parecer una instituciòn SERVIENTREGA no cumple con èste requisito porque sucede que el viernes 6 de sept enviè un sobre desde Guaranda hacia Guayaquil el cual llevaba 450$ pero sorpresa que cuando el destinatario abre sòlo recibe 250$ a parte que comenten el delito de inviolabilidad de correspondencia tambièn me roban, porque al sobre le sacan las grapas y para q supuestamente no nos demos cuenta las vuelven a poner pero es fàcil notar q adulteraron el sobre poruqe incluso le ponen cinta adhesiva en la parte de abajo del sobre y yo no puse ninguna cinta adhesiva en el sobre cuando enviè, he llamado a Servientrega pero me dicen que ellos no han incurrido en ningùn daño, que fàcil escudan a gente deshonesta ellos,por favor espero que mi queja se haga eco y se trate de dar soluciòn a varios problemas porque al parecer no soy la ùnica perjudicada, se pensaba que la empresa era confiable pero dan mucho que decir