Dijo el poeta Chileno Pablo Neruda: “Podrán cortar todas las flores, pero no
podrán detener la primavera”.
En días pasados una rosa fue cortada, quizás no la más dulce ni delicada, pero
si una de las más grandes de la historia contemporánea, por ello el mundo
se acongojó ante el sensible fallecimiento de la ex primera ministra británica
Margaret Thatcher, llamada la “dama de hierro”; quien fue la única mujer que
llegó al puesto de primera ministra en el Reino Unido, y desde su gestión, logró
recuperar su lugar como una de las mayores naciones industriales del mundo.
Por su mano dura durante su período, la describían como una mujer de temple,
agresiva, incansable, firme, valiente, inquebrantable y “siempre al mando”; que,
en una época de “hombres”, fue la primera mujer en llegar al cargo más alto del
poder.
Su afán por un mercado libre, la reducción del aparato estatal, de impuestos y
el gasto público, más la reforma a los sindicatos, seguida de la flexibilización
laboral y su oposición al comunismo, la hizo blanco del rechazo de muchos de
sus detractores, quienes a pesar de los cuestionamientos, no pudieron dejar de
reconocer que la “Dama de Hierro” sacó de una terrible crisis a la economía del
Reino, contribuyendo de forma incontrovertible a lo que es ahora, una potencia
mundial. La Baronesa Thatcher de Kesteven, título que le otorgó el derecho
vitalicio de ser miembro de la Cámara de los Lores, será siempre recordada
entre otras cosas, por su justa e insaciable lucha por la verdadera igualdad
entre hombres y mujeres, pues como sabiamente dijo: “cualquier mujer que
entienda los problemas de llevar una casa, estará más cerca de entender los
problemas de llevar un país”. Hoy, los ecuatorianos nos encontramos próximos
a vivir ese verdadero equilibrio ante la feliz y posible designación de una mujer
como presidenta de la Asamblea Nacional, pues como dicen los políticos: “la
revolución tiene rostro de mujer”. Con mucho acierto dijo la Dama de Hierro:
“en cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior
a él”, y por ello, aquellas que nos gobiernan tendrán la ardua tarea de llevarnos
hacía un mejor y más justo país para nuestros hijos, ganando espacios y
resistiéndose al continuismo del machismo, aún tristemente imperante en
nuestra nación.
No se cada que tiempo nace una mujer líder, como Margareth Thacher, Indira Gandhi, Agatha Christi, Marie Curie, J. W. Rowling, y otras que hacen historia en el mundo. Ojalá nuestra próxima Presidente de la Asamblea sea una líder con pensamientos de progreso, de lucha, y de beneficios para todos los ecuatorianos, pero con absoluta DEMOCRACIA
Bello homenaje a la Dama que supo ponerle el cascabel al gato. Muchas gracias.
Mujeres de ese calibre son las que nos hacen mucha falta por nuestro medio.
En lugar de eso tenemos a una serie de sumisas que se dejan mangonear por alguien violento y menos preparado que ellas. Siga mi mirada.
La Dama de Hierro, tenia un corte inglés por tanto no era feminista ni ecuatoriana y peor socio-lista; solo para señalar algunas diferencias. Esperar que las feminas sean superiores a los hombres es algo que solo despierta revanchismo y bajos instintos. La mujer tiene que ser mujer y eso no le hace superior, igual o inferior a nadie, solamente tienen que ser mujeres y nada más.
Por cierto el hombre, también tiene que ser hombre y nada más.(somos complementarios entre sí y la pasamos bien chevere).
Excelente artículo, sin duda recalca el legado inmutable que deja la Sra. Thatcher en la historia económica de un país, pero mas que resaltar su gestión como política se resalta su posición como ejemplo de mujer… demostrando que el sexo fuerte pasó a ser un mito porque la capacidad de una persona no se mide por su género sino por la perseverancia y fuerza con la que trabaje en sus ideales y sueños.