En días pasados escuchamos decir al Presidente Rafael Correa, “lo mucho que
nos falta por andar para tener un verdadero sistema de justicia”, acotando que,
mientras “esto siga así, la impunidad campeará”. Y tiene razón.
En esta ocasión voy a referirme a un delito muy común en nuestro país, la
falsedad documental, la cual puede ser material e ideológica, siendo la primera
la que recae sobre un documento genuino y la segunda la que consiste en la
creación o forjamiento de uno falso, como por ejemplo, que una persona que
ya falleció o una compañía inexistente, otorgue mediante notario público un
poder especial de procuración a favor de un abogado.
Al respecto dice la doctrinaria que estos son delitos que lesionan la
denominada “fe pública”, esto es, la confianza depositada en el funcionario
o servidor público o la que se tiene en el propio documento; es decir que
la Falsedad Ideológica constituye la mentira escrita, la cual genera una
desfiguración de la verdad que se desprende del documento. Como es lógico,
el Código Penal reprime con una pena de seis a nueve años de reclusión
menor a “cualquiera otra persona que hubiere cometido una falsedad en
instrumentos públicos”, ya sea por haberlos inventado o por haberlos insertado
fuera de tiempo; sancionando también, a quien hubiere hecho uso doloso del
documento falso, y se lo reprime como si fuera “autor de la falsedad”.
Este tipo de delitos son tan comunes, que a través de los diversos medios de
comunicación, hemos sido testigos de la instrucción fiscal planteada por el
Fiscal General en contra del ex presidente del Directorio del Banco Central
del Ecuador, quien fue acusado por el “supuesto delito de uso doloso de
documentos falsos”.
En nuestro país, este tipo de delitos se comenten a diario, y lo injusto, como
dice el presidente, es que la ley no se aplique a todos por igual, exonerando
a aquellos que por su condición socioeconómica y conexiones políticas,
pretenden que con una sola “llamada”, se archive el proceso sin investigar el
delito, lo cual confirma lo mucho que nos falta por tener “un verdadero sistema
de justicia”.
El tema del sistema judicial es patético. No se en que universo paralelo la situación actual pueda ser mejor que lo que teníamos. Hay mucho cinismo y prepotencia en las declaraciones de los funcionarios públicos que se sienten seguros de ser intocables gracias a una impunidad que puede estar garantizada o no si se trata de amigos o enemigos del dueño del país.
Finalmente, conviene también en estos casos recordarles a los responsables de esta crisis, las admonitorias palabras con las que José Joaquín de Olmedo y Maruri, Presidente de la Convención Nacional del 8 de agosto de 1835,celebrada en Ambato, hizo entrega de la banda presidencial a su hermano masón Vicente Rocafuerte Bejarano, quien había sido elegido Presidente de la República del Ecuador: «El poder público no es una propiedad que se adquiere, no es un fuero, no es un premio que la nación concede; es una carga honrosa y grave, es una confianza grande y terrible que lleva consigo grandes y terribles obligaciones.
El ciudadano investido de poder, no tiene más derecho ni más prerrogativas que la de tener mayores facultades para hacer el bien, y la de ser el primero en marchar por la estrecha senda de las leyes, ni debe proponerse otra recompensa que la esperanza de merecer un día, por su moderación, por su constancia, por su cordial sumisión a las leyes, el amor de sus conciudadanos y la gratitud de la patria?
¿Llegaremos a ver esto entre los revolucionarios del Socialismo del siglo XXI? El tiempo lo dirá.
Atto
HELA
El tema del sistema judicial es patético. No se en que universo paralelo la situación actual pueda ser mejor que lo que teníamos. Hay mucho cinismo y prepotencia en las declaraciones de los funcionarios públicos que se sienten seguros de ser intocables gracias a una impunidad que puede estar garantizada o no si se trata de amigos o enemigos del dueño del país.
Finalmente, conviene también en estos casos recordarles a los responsables de esta crisis, las admonitorias palabras con las que José Joaquín de Olmedo y Maruri, Presidente de la Convención Nacional del 8 de agosto de 1835,celebrada en Ambato, hizo entrega de la banda presidencial a su hermano masón Vicente Rocafuerte Bejarano, quien había sido elegido Presidente de la República del Ecuador: «El poder público no es una propiedad que se adquiere, no es un fuero, no es un premio que la nación concede; es una carga honrosa y grave, es una confianza grande y terrible que lleva consigo grandes y terribles obligaciones.
El ciudadano investido de poder, no tiene más derecho ni más prerrogativas que la de tener mayores facultades para hacer el bien, y la de ser el primero en marchar por la estrecha senda de las leyes, ni debe proponerse otra recompensa que la esperanza de merecer un día, por su moderación, por su constancia, por su cordial sumisión a las leyes, el amor de sus conciudadanos y la gratitud de la patria?
¿Llegaremos a ver esto entre los revolucionarios del Socialismo del siglo XXI? El tiempo lo dirá.
Atto
HELA
FELICÍTO POR SUS COMENTARIOS ACTUALIZADOS Y DIDACTICOS PARA LA COMPRENSION DE TODOS ESTOS SIRVEN PARA COMPARTIR CON CLIENTES DE CASOS PARECIDOS Y SE SIENTAN DEFENDIDOS CON HONRADEZ Y CONOCIMIENTO DEL DERECHO QUE ES UNICO, NO HAY CONFUSION.SALUDOS
Aquí es cuando a Correa y a sus acólitos se les puede aplicar el refrán: «Ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio»
Le tengo una pregunta…como se pudiese categorizar los delitos del entonces ministro de economia Patino,cuando lo de los videos «arreglando» la venta de la deuda del estado? pudiese ud. con las pruebas existentes darnos su experta opinion ? De ya muy agradecido.Carlos Franco.
A mi parecer, estos delitos ideologico y material de falsedad documental tienen su origen en los multiples y a veces repetitivos procesos de legalizacion de documentos, desde un comprobante de votacion a un titulo de bachiller y universitario y mas. Siempre me ha parecido que el Ecuador es el pais de los sellos y las firmas de un ejercito de empleados publicos y tramitadores de toda clase y costo. Y es en esta cadena de registraciones y verificaciones en donde se producen los errores y las coimas. Se deberian de suprimir tantos papeleos administrativos y crear algo digno de confianza.
Buenas noches, quiero presentar una denuncia en contra de un director que firma como ingeniero y no lo es. ?como debo hacerlo?
Interesante y ubicado tu comentario por identificar esas esferas de nuestras sociedades, en que la impunidad campea debido a las relaciones así como el poder económico y político;llego a tu blokc ya que estudio el caso de un Notario Público al cual conozco y puedo dar fe de su probidad, sucede que en su notaría dos empleados han amañado una situación para inducirlo a error y suplantar a la propietaria de un predio para y transferirlo; lo bueno entre todo es que detecto a tiempo y se hizo la anotación preventiva (Bloqueo Registral); lo paradójico es que teniéndose claro el panorama de como se han suscitado los hechos, el abogado de la agraviada se empecina en imputar al Notario como cómplice en los delitos de falsedad ideológica y Falsedad Genérica.