24 noviembre, 2024

Las FARC. ¿Terroristas?

El terrorismo ha aparecido una y otra vez a lo largo de la historia, sin embargo
el terrorismo no se ha manifestado con idéntica intensidad en todas las épocas:
asesinatos, secuestros, bombas, secuestros de aviones y de personas, son
varias de las formas de violencia como se ha manifestado el terrorismo en
nuestra época.

La Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre medidas para
eliminar el terrorismo en 1994 y la Declaración complementaria en 1996,
condenando todos los actos, métodos y prácticas terroristas por considerarlos
criminales e injustificables, dondequiera y por quienquiera sean cometidos y
se urge a los Estados a tomar medidas al nivel internacional y nacional para
eliminar el terrorismo.

Walter Laqueur (1921), historiador y cientista político alemán, es uno de los
más importantes estudiosos del fenómeno terrorismo; su libro “Una Historia
del Terrorismo” nos permite evaluar y comprender esta acción despiadada y
cruel en los tiempos modernos. Laqueur ensaya un concepto del terrorismo:
“Es el asesinato sistemático, la mutilación criminal, y amenaza del inocente
para crear miedo e intimidación para ganar un acto político o táctico y para ser
ventajoso, normalmente para influir a un público”; además, nos alerta sobre
la actual procedencia de la principal amenaza terrorista que pesa sobre varios
países en el mundo: el islamismo radical.

Podemos señalar varias características del terrorismo: violencia
indiscriminada, sus efectos se extienden a la totalidad de la población; actúa
con sorpresa infundiendo terror; produce sufrimiento innecesario: golpean las
áreas más vulnerables de una sociedad. El crimen del terrorismo está entre los
más crueles y repudiables, porque se juntan en él no solo múltiples agravantes
al atentar contra una vida humana, sino el ensañamiento y brutalidad que
pueden acabar con vidas inocentes, atenta contra el bien social de la paz con el
mensaje de terror a los ciudadanos.

Las consecuencias del terrorismo se pueden resumir en muerte, terror,
inseguridad, incertidumbre, barbarie, pánico, consternación, desorganización,
represalias, intimidación, desconcierto, y….ríos de sangre.

Todo lo señalado en este breve resumen sobre el terrorismo podemos observar
en las acciones y en las consecuencias de la presencia en Colombia de esa
organización ilegal armada, hermanada con el narcotráfico, conocida como
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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Se acostumbra a dar a un Presidente cien días para medir su desarrollo. El actual que según “su Constitución” dice haber sido reelecto, se ha tomado un mil ciento sesenta y siete días para hacer cero obras, cero producción, cero seguridad. Lo que si ha habido son enormes despilfarros. ¿Cómo se entiende?

Asegura que todavía le quedan un mil veintitrés días por gobernar. Hasta en esto le falla su matemática cuatro años son 1461 días (el bisiesto) o sea que se ha impuesto una buena yapa.

Y en todos estos largos y tediosos días de su show, comunismo retrogrado y absorbente, rebautizado Socialismo del Siglo XXI, hasta hoy solo ha hecho campaña política y asegurado una dictadura despótica; en la cual, al igual que el pronóstico del tiempo, hay que despertarse para ver si estás entre los buenos o, entre gallos y medianoche mientras cambian las “leyes”, te mandaron a la fila de los lacerados, de los apestados.

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