21 noviembre, 2024

Las nerviosas ardillas…

Consciente de que alejarme mucho tiempo de mis escritos no me es saludable, y porque la inquietud de la improductividad me llevó a casi destrozarme los dedos, me senté frente a la compu a ver que salía. Con varios proyectos de artículos e inclusive de libros inconclusos comencé la búsqueda del tema. Nada se me ocurría y lo que tengo semi preparado no arranca como para darle el fin. Me puse a revisar mails, a leer, contestar y borrar lo que ya estaba medio añejo, hice bien porque encontré lo que buscaba.

Un escrito entre pasado y actualizado de un sacerdote, el título: “Se está gestando algo nuevo”, habla ahí sobre un retiro espiritual de un grupo de jesuitas que se reunieron con su General en Nairobi, África, en el 2012.

Lo extraño del asunto es que yo no haya leído el mail y menos el artículo en mención, pero tal vez, él esperaba silencioso, ahí en algún lugar de mi computadora para decirme hoy lo que quiero compartir con ustedes.

Pienso que de las sencillas reflexiones hechas con el corazón, no con la cabeza, surgen las ideas, los comentarios y las frases más inspirativas y hermosas. Las mejores historias y los hechos que contar, los mínimos datos que pueden orientarnos a cosas mayores.

“Es el octavo día de nuestros ejercicios espirituales. Los hispanos, los hemos vivido en este pedacito de cielo que es Mwangaza Jesuit Spiritual Centre. Escribo cuando el sol de la tarde acaricia el pasto verde, los árboles, las flores…, cantan los pajarillos que sin temor alguno se acercan a nosotros mientras meditamos, o ingresan a la capilla o al comedor sabiendo exactamente la vía hacia fuera. De vez en cuando las ardillas hacen también su nerviosa aparición. Hay lugar para todos. Huele a armonía original. Se respira la virginidad de la naturaleza. ¡Ha sido un espacio para encontrarnos con Dios!…

En esta tierra fértil africana he podido, y pienso que lo hemos percibido todos, sentir algo nuevo que se está gestando. Algo que viene del silencio íntimo de cada corazón jesuita, pero también de cada provincia, de la Compañía toda. Es de esos silencios que hablan, y hablan fuerte. No hacen ruido, pero se escuchan claramente. Son silencios abiertos, que hacen propuestas amplias capaces de adecuarse a cada comunidad, a cada región, a cada cultura. Es el mismo Espíritu que siempre ha soplado para la Compañía, y que hoy sigue presente.

Nos une la pasión por el mundo, por el ser humano, por relaciones justas. Esto nos hace comprender que el celo que llevamos dentro, arde para contagiar a muchos otros. ¡Son tiempos de nuevas posibilidades!

No pongamos barreras a nuestro amor, a nuestra entrega…”

Son las palabras del sacerdote autor del texto, que al leerlas me hacían sentir muy cercana a lo que vivimos hoy en nuestra iglesia, cuando parece que todo se renueva con la viva y pertinaz presencia; clara, coherente y directa presencia del papa Francisco. Se repite en silencio pero a viva voz lo que me parece está escrito en el Apocalipsis: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”. Lo que parecía caduco, viejo, perdido…está cobrando una fuerza distinta, una gran actualidad. Todo, todo parece girar poco a poco, peldaño a peldaño, hacía la meta trazada: encaminar el mundo hacia Dios. Con caridad, con humildad pero con firmeza.

Uno de los artículos que no logro terminar, de hecho aún no tiene forma física, por lo pronto está en mi archivo mental, es justamente sobre el actual Papa, nuestro amado Francisco, o bueno, con todo respeto, “mi amado Francisco”. Después de leer “El Jesuita” me quedé con unas ganas tremendas de ponerme a escribir todo lo que percibí y sentí desde la lectura del libro, pero le presté el libro a una amiga, y con él se fueron mis pasajes subrayados, los que me servirán de referencia al momento de escribir lo que deseo comentar.

Pero bueno, a donde no hay pan “buenas son tortas” y este artículo escrito justamente por un jesuita, sabe a pastel de cumpleaños. Nos pone al día con el espíritu de la congregación de nuestro Santo Padre. Nos dice que se está gestando algo nuevo, que no pongamos barreras al amor. Cuando leo a diario los mensajes del Papa, me parece, dice lo mismo… es el mensaje del Dios vigente, el que no se queda desactualizado.

He leído que al Papa Francisco le dicen “el Papa Humilde”

Y es hablando de la humildad como termina el artículo que aquí menciono: “el humilde tiene infinitas oportunidades de vivir para sí mismo y para otros…de recomenzar una y otra vez…” Solo entonces comprenderemos la fecundidad de Jesús, en su muerte y su resurrección. Morir para traer algo nuevo, para recrear la vida.

Esta es una tarea de todos y todas como cuerpo apostólico. Sólo así entendemos el determinar fronteras e ir hacia ellas.

Somos Iglesia, que se quiere comprometer desde el gozo con el Resucitado a descubrir e implicarse con lo que se está gestando.”

Y quiero ser así de positiva, creer que estamos juntos redescubriendo al mundo, redescubriendo a Dios y a la inagotable posibilidad de ser mejores seres humanos, cada día.

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No hay comentarios

  1. Hola
    Me gusta todos sus artículos q he venido leyendo.
    Y, espero fascinada, que escriba sus comentarios sobre el libro EL Jesuita, yo lo estoy leyendo en estos momentos, es magistral, pero le quiero sugerir algo,sabe usted sobre la advocación de Maria del Buen Suceso?, yo trato de difundir la devoción y su historia.. como usted ya tiene mi correo, le agradecería infinito se ponga en contacto, y así poder contarle algo de su historia, gracias muchas Bendiciones, atte. Rose Marie.

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