La esclavitud de expresión…

Nadie puede reclamar un derecho para sí mismo, sin reconocer primero ese mismo derecho para los demás. Nadie puede sentirse injuriado por un insulto, si quién se siente injuriado injuria primero a los demás.

La libertad es la facultad que tiene el ser humano para poder actuar sin obstáculos. La ejerce cuando tiene el pleno albedrío para ejecutar sus decisiones. La facultad de expresar libremente nuestras convicciones, es la libertad de expresión.

La libertad de expresión es un derecho que solo le compete al ser humano y su conciencia. La privación de ella o su limitación es la esclavitud.

Esclavo es quién no disfruta de la libertad para expresar sus pensamientos y vive prisionero de aquello que le imponen. El derecho de las personas es inherente a su propia naturaleza. No se puede declarar a un derecho natural como un servicio público para ser regulado como tal.

Un estado es democrático, cuando conceptúa a la libertad como el conjunto de poderes conferidos a los ciudadanos para garantizar su derecho de expresarse libremente dentro de las leyes que rigen a su sociedad.

Hace pocos días la asamblea aprobó el proyecto de ley que regula a los medios de comunicación. Lo ha hecho en una forma ilegítima, ya que todo proyecto de ley para su aprobación debe tener dos debates en el pleno de la asamblea como lo manda la constitución.

En la votación aprobada, se incluyeron reformas a dicho proyecto, que fueron incluidas a última hora. Las mismas jamás fueron debatidas. Por esa aberrante violación de la carta magna, dicha ley es inconstitucional.

Ha sido aprobada con el incumplimiento de lo que dice la constitución de la república para aprobar cualquier ley.

El linchamiento mediático fue conocido en el pleno de la asamblea pocas horas antes de su aprobación. Ni la mayoría de los mismos asambleístas del partido mayoritario la conocían. Ni siquiera se sabe quién propuso los nuevos agregados al asambleísta ponente. Nunca se supo de la existencia de las nuevas partes en el pleno y peor se las discutió en un primer debate, así como nunca se supo de la existencia de nuevas partes en el pleno y peor se las debatió en un segundo debate como lo obliga la ley.

Durante seis años el gobierno ha mantenido una absurda, estéril e innecesaria confrontación con los medios de comunicación. Ha amenazado, insultado y descalificado a todo adversario que ha querido. Se ha burlado de todos con sarcasmo y sorna, minimizándolos cada vez que ha podido. Ha hecho demandas civiles y penales contra los ciudadanos comunes y las organizaciones que le han hecho oposición, causando miedo a la colectividad.

Toda democracia se sustenta en el respeto irrestricto a la libertad de poder expresarse. Sin la independencia de la libertad de expresión frente al control gubernamental, nuestra sociedad entrará de hecho en un régimen totalitario.

Toda esta barbaridad ha sido posible solo por la cobardía cómplice de aquellos que lo hemos permitido.

El miedo a ser enjuiciados o perseguidos por el estado, ha logrado doblegarnos y callarnos.

Solo unos pocos hemos defendido con dignidad nuestros derechos. Lo hacemos con la fuerza que nos da la valentía de tener una vida limpia para enfrentar a la poderosa maquinaria de los que transitoriamente son beneficiarios del poder.

Para callarme tendrán que matarme. Seguiré luchando amparado en mi derecho a la resistencia y lo haré hasta recuperar la libertad que hemos perdido.

Siempre he dicho que el alimento del tirano es el silencio del cobarde.