21 noviembre, 2024

De espionajes y de espías

El novelista inglés David Moore Cornwell (1931), más conocido por su pseudónimo “Jhon Le Carré”, especializado en novelas de suspenso y espionaje, en 1963 publicó la novela “El espía que surgió del frío”, ambientada en la década de los 60, se desarrolla en Inglaterra y Alemania, en plena época de la Guerra Fría. La crítica especializada la eligió como la mejor novela de espionaje de todos los tiempos; además, fue llevada al cine con gran éxito.

Le Carré, con la experiencia de haber servido por años al servicio de inteligencia británico, en su novela saca a la luz las turbias interioridades del espionaje internacional.

Traigo a colación esta novela porque ahora está en el “ojo de la tormenta” internacional un episodio de espionaje al mejor estilo de la Guerra Fría, en el que aparecen como protagonistas: el ex-agente de la CIA Edward Snowden y Julian Assange, asilado de privilegio en nuestra embajada en Londres; además, EE.UU., Rusia, China (que se desmontó oportunamente de este affaire) y, como no podía ser de otra manera, nuestro país.

Edward Joseph Snowden, analista de inteligencia, que trabajaba en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), decidió denunciar las actividades de espionaje que realizan los servicios secretos de su país. Snowden ha desatado una verdadera tormenta mundial al entregar a los diarios, Washington Post y a The Guardian, información sobre un supuesto espionaje a millones de personas de todo el mundo, además de espiar a amigos y enemigos, detallando la variedad de técnicas empleadas para el espionaje.

El inefable asilado Julian Assange, desde nuestra embajada en Londres, ha llevado una vida pública muy agitada dando declaraciones, conferencias, entrevistas; ha recibido visitas de todo tipo, incluida la de nuestro canciller, Ricardo Patiño. En el caso Snowden, Assange ha tenido un papel protagónico, incluso ha oficiado de portavoz de la embajada; declaró que Snowden había abandonado Hong Kong con un “documento de refugiado” emitido por el Ecuador. Se conoce que nuestra embajadora en Washington envió un mensaje en el que dijo: “Sugiero que deberíamos hablar con Assange para un mejor control de las comunicaciones. Desde fuera parece que está dirigiendo el espectáculo”. ¡Qué maravilla!

Lo insólito es que el cónsul de nuestra embajada en Londres, de apellido Narváez, ha elaborado dicho salvoconducto “sin el conocimiento” del gobierno ecuatoriano. ¡Increíble!

Esto no es nuevo en nuestra cancillería, recordemos que el uruguayo Kintto Lucas, ex-vicecanciller de nuestro país, le invitó a Assange, “a título personal”, a ponerse a buen recaudo en nuestro país.

En conclusión, sobre las interceptaciones y el control de internet hay opiniones divididas, por un lado, se dice que nada justifica la violación de la privacidad de las personas; por otro, una encuesta revela que un 55% de estadounidenses, respalda el poder de vigilancia del Estado “si eso contribuye a la seguridad”. Lo importante es que estas filtraciones pueden ser publicadas en los medios como el Washington Post y The Guardian (prensa mercantilista), en nuestro país de acuerdo a la Ley de Comunicación eso no es posible; a las claras, eso atenta a la libertad de prensa

Por último, parodiando a la sentencia bíblica podemos decir: el país que esté libre de no haber hecho espionaje, que tire la primera piedra.

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A todo buen ciudadano le llega el momento de revisar actos y omisiones de un gobierno nacional o seccional, y juzgar sobre su bondad y eficiencia. Ese momento emerge con más exigencia y más énfasis cuando hay que pronunciarse electoralmente sobre su continuidad o su desaparición del escenario político. Le sugiero que hoy lo haga en la intimidad de su conciencia.

En el ámbito nacional y hasta hace poco, la división de poderes se daba sola , fruto del libre juego democrático y relativa paridad de fuerzas multipartidistas en acción. Y veíamos, entonces, un Ejecutivo sin mayoría parlamentaria ni la injerencia que hubiese deseado en la Función Judicial. Veíamos una Fiscalía dispuesta a enjuiciar a los más altos funcionarios del régimen. A un Congreso que interpelaba y censuraba , superando sus propias debilidades. A una Corte Suprema Luchando por mantener el liderazgo en la Función Judicial, basado en los méritos de sus integrantes.

Lo que no me gusta…

El evangelio dice que debemos recibirnos con hermandad entre todos, pues todos tenemos un mismo origen: Todos somos Hijos de Dios y por lo tanto iguales. No hay diferencia de cunas. El más grande entre los grandes prefirió nacer en un humilde pesebre, rechazado por todos, sin recibir posada en ninguna parte, para llamar nuestra atención y corregir nuestra forma de ser. Sólo Él, con su Madre, su padre en la tierra y se rodeó tan sólo de los animales que le prestaron su pesebre y fue visitado tan sólo por humildes pastores que fueron avisados por los Ángeles. Los Reyes Magos llegaron después, guiados por la estrella. No me gusta, pues, que al lado de este ejemplo de humildad, fomentemos el odio, la venganza, que sembremos resentimientos, diferencias entre clases, que desunamos a nuestros hermanos, fomentando regionalismos absurdos, despertando envidias, rivalidades entre clases sociales o grupos étnicos o religiosos.

Está bien que sean toleradas las desviaciones, ahora llamadas preferencias sexuales. Pero está mal que sean fomentadas o que pretendan promocionarlas. Estas desviaciones incluyen no sólo la homosexualidad, el lesbianismo, los transexuales, los travestis, sino también los sádicos y violadores y los que asesinan a sus parejas. La falta de sanción es una forma de fomentarlas, la impunidad es otra. Si alguien desea tener una preferencia sexual diferente de la creada por Dios y dada por el género de la especie, y si encuentra a otra persona que piensa o siente igual, está muy bien que lo toleremos y que no lo ataquemos. ¡Allá ellos con sus deseos y yo no tengo porqué aislarlos ni por qué dejar de apreciarlos! Si son mis amigos, el respeto incluye el respetar sus preferencias. Ahora, si esa persona para satisfacer su identidad sexual, tiene que promocionarla, pretendiendo que los demás sean o piensen como él, está equivocado, o si pretende violar contra su voluntad a otra persona que no siente o desea como él o amenaza matar por amor, hay que detenerlo.

No hay comentarios

  1. No se puede espiar solo entre enemigos.Los terroristas se esconden entre amigos. Cuanto contribuyeron los que se ofenden para cubrir los enormes costos del 11SNo se ha informado que EEUU haya recibido algo.

  2. Excelente artículo como ya nos tiene acostumbrados.
    Yo no me cómo el cuento de que ni el canciller, ni la embajadora, ni el presidente, no tenían ni idea de lo que hacía el cónsul Narváez. Ellos, o al menos el autor de los Pativideos, sabían de qué iba la cosa. Ese cuento infantil nadie se los cree. Ni ellos mismos.
    Lo que yo pienso es que al ver que se habían metido en camisa de once varas; pedalearon en retro.
    Por otro lado. El cerebro maléfico de Assange es quien manipula, y mueve las cuerdas de todos esos personajes. Assange es un bocón peligroso y metido. Ese individuo chueco, es otra papa caliente al igual que el espía traidor de Snowden.

  3. ES HACERSE SIMPLEMENTE EL TONTO ESTO DE OFENDERSE POR LOS ESPIONAJES QUE TODOS LOS PAISES DEL MUNDO LO PRACTICAN EN MENOR O MAYOR CANTIDAD Y SOFISTICACION DE ACUERDO A SUS INTERESES Y PODER ECONOMICO. QUE NO ME DIGAN DE QUE POR EJEMPLO CUBA Y VENEZUELA NO HACEN ESPIONAJE EN LOS PAISES QUE APOYAN SUS LOCURAS. PERO LO MAS CHISTOSO ES DE QUE POR FIN EL CANCILLER PATINO ENCONTRO SU TRABAJO FAVORITO AL ANDAR ENCONTRANDO MICROFONOS Y ESCONDIENDO A ESPIAS COMUNISTAS, RESULTA QUE SE CREE LA PANTERA ROSA.

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