Para ciertas personas que habitan guayaquil la ciudad más poblada del país, el sonar de las campanas del Reloj Publicó instalado en la Torre Morisca del Malecón Simón Bolívar y que permaneció por 120 años en silencio, probablemente pasó como un hecho sin mayor trascendencia; no así para los guayaquileños que hemos nacido y vivimos en ella o para los que se afincaron en esta tierra huancavilca.
El tañer del viejo e histórico reloj coincidió con la iniciación de Julio donde se celebran las fiestas de Fundación de la ciudad. Su sonido lleno nuevamente de regocijo e hizo rememorar aquel carácter independiente y combativo que tienen sus habitantes. Guayaquil es una urbe cosmopolita que cobija a ecuatorianos y extranjeros, eso la hace ser percibida un tanto insensible y frívola ante su pasado, pero no es así, el restablecer ese ícono volvió a brotar el orgullo y el civismo nuevamente.
Las campanadas parecieron perderse frente a aquella vorágine que es la ciudad al despertar. Es que al ser Guayaquil el motor que impulsa al País, tiene su rugir muy particular, donde se mezclan el bullicio de su gente, con el complicado tráfico vehicular que la agobia. La torre del reloj como la hemos conocido los guayaquileños, se suma así a la serie de sitios regenerados que pasan a ser lugares turísticos de vista obligatoria.
De la forma que se rescatan sitios emblemáticos y tradiciones valiosas que tiene la ciudad, lo que es plausible, deberíamos de sumar esfuerzos para recobrar nuestra Ría, con sus aguas cada vez menos caudalosas producto de la sedimentación continua. El Guayas y el Estero aun son el pulmón y el esparcimiento de los guayacos. Sus aguas y riveras son espectadoras silenciosas de los cambios que se viven producto de la modernización, pero era la navegación la que proveía el marco pintoresco de su paisaje.
Guayaquileños: La naturaleza ha privilegiado vuestro suelo: malas leyes lo habían esterilizado (OLMEDO)
SE DEBEN DE FOMENTAR LOS DEPORTES ACUATICOS PARA LAS MASAS TANTO EN EL RIO COMO EL ESTERO.
Felicitaciones a los guayaquileños por la restauración de su reloj emblemático. En la ciudad de Zamora se construyó el reloj más grande del país, se encuentra incrustado en la ladera de un cerro, en la actualidad no funciona, esta destruido, se dice que se lo va a reparar, los zamoranos esperamos que así sea para sentirnos orgullosos igual que los guayaquileños.- Felicitaciones a Luis el tema de oponión