22 noviembre, 2024

¡Arriba Malala! Niña-mujer de 16 años.

“Tomemos todos nuestros libros y nuestros bolígrafos. Son nuestra arma más fuerte”
“Un niño, un profesor, un bolígrafo y un libro pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución”

Malala Yousafzai

Malala afirma en la ONU que no se dejará silenciar-Diario Expreso sábado 13 de julio de 2013

Uno mi voz a la de esta niña-mujer paquistaní de 16 años- que, valientemente, grita por la educación de esos 57 millones de niños que no reciben escolarización en los países en conflictos, Pakistán y Nigeria y, sobre todo, ante la afirmación de los talibanes de que las niñas no tienen derecho a la educación.

Duele e indigna que a tantos años de lucha, aún en pleno siglo XXI, existan en el mundo, estas segregaciones crueles, que mancillan los Derechos humanos.

Malala luego de haber sido impactada por la bala asesina de los talibanes; resurge con más bríos para levantar su voz ante la ONU, “para defender el derecho a la educación de todos los niños” “y muy especiales de las niñas”-así lo expresa con valentía ante el mundo. Y entonces es el momento que el mundo entero reaccione desde todos los estrados internacionales y nacionales, no solo para repudiar a los terroristas, sino, sobre todo, para luchar contra la peor esclavitud humana que es la ignorancia en que se sumerge la infancia descolarizada de dichos pueblos y la de otras patrias del mundo.

Antes que pensar en premiar por su valor a Malala, que bien se lo merece; tócale a la ONU liderar el desafío, como representante de los pueblos del orbe, junto a todos los organismos internacionales de D.D.H.H

Un llamado al CEDAW– (siglas en inglés del Comité de eliminación de todo discriminación contra la mujer) ese organismo, desde cuya tribuna como miembro Vicepresidenta, levanté mi voz, como tantas veces lo hice porque terminen los cautiverios a que estaban sometidas las mujeres partiendo del derecho a la educación; que como maestra que soy, era el reclamo que sobreponía siempre en mi participación en defensa al derecho de igualdad de la mujer con el varón.

Más aún, cuando hubieron mujeres de esos mismos pueblos que levantaron su voz de denuncia. Traigo a colación a Mariana Bä la senegalesa que, desde Francia, en el último decenio del dos mil, con su libro denunció al mundo, la humillación de la mujer en su país, especialmente, la venta de las niñas que se ejercía, al que yo hice mención-esgrimiendo su libro- cuando recibíamos el informe de su gobierno-sesión del 29 de febrero 1988-, y que fue como una bomba, que mantuvo la inquietud por días de días, en pasillos y salas de la ONU y replicas a su Gobierno.

Entonces hoy, ante la protesta de Malala por los niños y niñas de esos pueblos… ¡Alerta a todas las mujeres de este siglo!

¡Mujeres de nuestras Asamblea!

¡Alerta por los niños de nuestra Patria! Unid vuestras voces a la de “fortaleza, coraje y fervor” de esta paquistaní que incita a la rebelión con las armas más nobles y ¿Por qué no sagradas?

“Un niño, un profesor, un bolígrafo y un libro pueden cambiar el mundo, porque la educación es la solución…”

¡Arriba Malala! Niña mujer de 16 años!

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No hay comentarios

  1. Estimada señora: Su artículo está muy bien escrito. Dedicárselo a esa valiente niña pakistaní es un acierto. La nobleza de esa chiquilla es sin parangón en la coyuntura actual. Ella es maravillosa al decir que no busca vengarse por los balazos que recibió en la cabeza, y que ella perdonaba a sus agresores. Bravo por esa inteligente chiquilla. Ella es mucho mejor que yo, debo admitirlo, pues yo en su lugar no habría descansado hasta no haber castrado a cada uno de esos barbudos cavernarios que la dejaron postrada. No dejaría ni a uno solo con vida. Bueno, eso por mi lado primitivo. Lo reconozco.

    Lo que aprecié menos en su discurso, es cuando se refiere a las a$ambleístas correístas. Su euforia desbordante la cegó. Esas señoras no sirven para maldita la cosa. Ninguna de ellas merece mi respeto, pues solo son Trolls escogidas minuciosamente, para levantar las manos y para rendirle culto al gran jefe que les obsequió el puesto. Son verdaderos monigotes y son una vergüenza para el resto de las valientes damas ecuatorianas. No nos representan. Nos deshonran. Eso era todo lo que deseaba decirle.

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