Vivimos limitados por el temor de que nos hagan algo. El miedo es lo que más nos daña. Cuando por el miedo dejamos de hacer lo que debemos y renunciamos a nuestros derechos, nuestra conducta se convierte en una sistemática cobardía de aceptación.
Pensar que nos pueden hacer algo por lo que decimos o renunciar a decir lo que pensamos por el temor a las represalias, es una esclavitud que coarta nuestra libertad. No poder decir lo que pensamos, nos convierte en subyugados.
Cada ser humano tiene una razón para su propio temor. El pánico es parte de la naturaleza humana. Nuestras flaquezas son inherentes a la condición mortal que poseemos.
Tener miedo no es un signo de debilidad. Es nuestro reconocimiento intelectual hacía una debilidad humana. Sabernos poseedores de temores nos convierte en seres ubicados en su verdadera dimensión.
Solo tememos lo que no entendemos. Todos piensan que el miedo es interior. Yo pienso al revés. El verdadero miedo es el que tenemos a perder lo que tenemos. Por el miedo nos volvemos temerosos y perdemos nuestra dignidad. El temor nos convierte en los seres sometidos que hoy somos.
Si cada uno recuperara su dignidad para luchar por sus derechos; seríamos libres. Para saber si le tienes miedo a quién domina en la realidad que vives, has una prueba. Mírate al espejo; pero mírate con la verdad. Trata de ser honesto y piensa en lo que debes ver de ti mismo. Te sorprenderás de lo que vas a encontrar. Verás a dos imágenes…
Una es la persona que eres y otra la que mereces ser.
La separación entre ambas es muy grande. Esta distancia está llenada con el miedo que te imponen y aniquila tus derechos. Estos abusos te obligan a ser de una manera que no mereces ser. Es aterrador descubrirte en el espejo que solo tienes miedo y no tienes dignidad. Es terrible comprender que no puedes actuar como quisieras; ni tampoco puedes decir lo que debieras.
Tienes miedo por tú cobardía. Es el miedo a luchar por tu libertad. Tú temor es al precio que deberías pagar para recuperar los derechos que has perdido. Te resulta más temeroso lo que tengas que hacer para ser libre que vivir sin libertad.
Cuando somos esclavos nuestro accionar es más fácil, ya que solo tenemos que hacer lo que nos impongan. Nuestro sometimiento nos otorga una falsa sensación de estabilidad al saber que mientras actuemos como nos lo permiten; no tendremos problemas y podremos subsistir.
Es más fácil callar que protestar. El hombre se mueve más por sus conveniencias que por sus ideales. El terror impuesto es la semilla que genera un sometimiento social sin dignidad. No hay nada altivo en vivir con la boca cerrada y la cabeza agachada. Nadie puede reclamar un derecho para sí mismo, sin reconocer primero ese mismo derecho para los demás.
La libertad de un ser humano es la consecuencia de la libertad de todos.
No es difícil hacer lo correcto. Lo difícil es saber que es lo correcto. Pero cuando se sabe que es lo correcto; es imposible no hacer lo correcto.
No es malo tener miedo; lo malo es no tener dignidad. Debemos temer a los que se someten y permiten que el alimento del tirano sea el silencio del cobarde.
Así es Doctor,
«Quien renuncia a su libertad por seguridad, no merece ni libertad ni seguridad» -Benjamín Franklin-
Excelente comentario!!! Lo tomo com un ideal que todos deberíamos aprender y defenderlo.
En varias veces he manifestado que no debemos escondernos en un comentario anónimo, sino organizar, planificar y salir a las calles a cristalizar esas protestas, para poder reconquistar nustar independencia y por ende esoso derechos nuestros, de nustras familias y nuestra sociedad.
Frases como las expuestas por usted, no caerán en el vacío, Adelante!
En el refranero popular que se caracteriza por su sabiduría encontramos varios proverbios:
Quien nada debe nada teme
Lo cortes no quita lo valiente
Más vale un minuto de cobardía que toda la vida muerto
Preferible decir: aquí corrió antes que aquí murió
Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar , pon las tuyas a remojar
Cada cual es dueño de su miedo
Cojo con miedo , corre ligero
El miedo no anda en burro
Tener miedo es de prudentes..Saberlo vencer es de valientes
El miedo tiene mucha imaginación y poco talento
Quien canta su miedo espanta
Y finalmente opino que algunos pelucones le tienen miedo Al Presidente como el diablo a la cruz
Estimado Micky: Creo que la raza autóctona, el indigenado, nos da lecciones de rebeldía y lucha. Estos si protestan y gritan sin temor, pero el gobierno con sus estrategías jurídicas los está condenado a juicios inconstitucionales y a prisiones. Un abrazo