23 noviembre, 2024

Rwanda: Se recuerdan diecinueve años después del genocidio

Rwanda es un país africano con una historia política de ocupación por parte de las potencias europeas. En 1916, los belgas impusieron una carnetización entre Hutus y Tutsis, lo que deriva en una mayor profundización del conflicto étnico hasta que el 7 de Abril de 1994 el presidente ruandés Juvenal Habyarina fue asesinado derribando su avión a punto de aterrizar en la capital, el atentado terrorista dio inició a una masacre devastadora para la humanidad: la mayoría hutu procedió a masacrar a los desarmados tutsis que refugiados en iglesias, en casas de amigos, en hogares de socorros o simplemente deambulando por las calles fueron atacados con machetes o un artefacto de muerte llamado maza, una especie de grueso madero con punta de clavos y asesinados dejando un reguero de cuerpos mutilados, descuartizados, sembrando sangre, dolor y sufrimiento en todo el territorio ruandés, se calcula que un promedio de diez mil personas fueron asesinadas a diario desde abril de 1994 hasta el 18 julio del mismo año en que se puso fin al genocidio.

En la tragedia de Rwanda esta expuesta la miserable condición humana: el odio racial, étnico, las desigualdades económicas, la débil muy débil convivencia y tolerancia humana. El genocidio mostró a amigos asesinando amigos, familiares matando familiares, jefes delatando a sus empleados, religiosos santificando la crueldad y la brutalidad. El hombre es un animal, es capaz de matar por gusto, placer, infringe dolor a sus victimas para sentirse superior y dominar a otros. Los asesinos hutus asistían a servicios religiosos antes de iniciar su cacería de muerte, atacaban principalmente iglesias, respetaban las imágenes de santos y vírgenes pero asesinaban con saña y perversidad a cuanto tutsi se encontrara escondido en el sitio. Hay documentos de vídeo en que se los ve cantando a Dios, pidiendo misericordia y luego destripar a sus victimas, no cabe duda: el hombre puede llegar a ser tan fanático como lucido, su mayor mal es la violencia que se puede provocar a si mismo y a los otros. El odio, la venganza, la enemistad lo pueden convertir en un ser brutal, cruel, salvaje que no se contiene ante la expresión de su maldad.

Los dos grupos étnicos son muy similares, hablan el mismo idioma, viven en las mismas áreas y siguen las mismas tradiciones. Sin embargo, los tutsis son a menudo más altos y más delgados que los hutus, con algunos diciendo que sus orígenes se encuentran en Etiopía. Durante el genocidio, los cuerpos de los tutsis fueron arrojados a los ríos, gritando sus asesinos que eran enviados de vuelta a Etiopía.

La tragedia de Rwanda tuvo en la comunidad internacional una reacción indiferente, torpe y permisiva. Permitieron con su indolencia que se gestara la matanza diaria de miles y miles personas humanas, amparadas y protegidos por la declaración universal de los derechos humanos, el derecho humanitario, etc. Las potencias no se pronunciaron frente al desastre, ¿cómo pronunciarse por una nación como Rwanda? país pobre, superpoblado, con la mayoría de su población analfabeta y sobre todo sin petróleo: sacaron a sus diplomáticos y allá que se maten!

Los hechos en Rwanda no son ficticios, quisiéramos que los fueran, saber lo que paso allí con certeza supera lo que pueda hacer la ficción, los testimonios son evidentes y los hechos están cercanos en el tiempo. En Rwanda se repitió la historia: las cámaras de gas nazi, el exterminio yugoslavo, los millones de muertos en las grandes guerras mundiales, después de Rwanda los gringos invadieron Afganistán y permanecen en Iraq. La historia esta marcada por los delirios de superioridad, de fanatismos, exterminios, aniquilación, liquidación. Los poderosos hutus buscaban acabar con la existencia de los tutsis, acabarlos por completos, los perseguían donde se hallaren y los mataban a palos, pedradas, a machete puro, las mujeres eran violadas y luego desgarradas sus partes sexuales, los atacados eran abandonados, muchos aun con vida, sufrían de una lenta agonía y morían viendo morir a sus seres queridos.

Si olvidamos lo de Rwanda la historia se repetirá, ganas al hombre no le faltan de manifestar su barbarie, a veces Dios se olvida de nosotros y nos deja a nuestra triste suerte, como los tutsi cruzados a machete por otros pobres y oprimidos hutus, también explotados y empobrecidos, solo que superiores, no se en qué, pero poseídos con la fuerza de matar y exterminar a quien considera su enemigo, que en otro tiempo compartió los caminos, la fraternidad y hasta el mismo Dios.

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No hay comentarios

  1. Nunca olvidemos que ese masacré fue organizado, orquestado y alentado por la Radio La Luna y su Paco Velasco local; la tristemente famosa: «Radio Libre des Milles Collines» (radio Libre de Las Mil Colinas).
    Tal vez sea exagerada la comparación, pero los daños a la población ecuatoriana han sido igual de catastróficos. Es sólo un ejemplo de cómo un pseudo periodismo torcido puede manipular, y alentar a la gente exaltada, a manifestar y atacar a los que considera contrarios.
    Muy bueno su artículo. Bien documentado. Gracias.

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