Sin Barreras

La historia se repite una y otra vez. Los seres humanos no manejamos bien el concepto de barreras. Todos los días superamos un nuevo límite y enseguida aparece un nuevo reto por vencer. No existe un freno que detenga el impulso por superar cualquier sueño que se nos presente.

Nos hemos aventurado en un sin número de áreas y paso a paso vamos convirtiéndonos en ganadores ante los ojos de las generaciones. Ciencia, Física, Astronomía y continuamos conquistando cada paso que damos; pero si la teoría no satisfacía todas las expectativas, no importa, alguien encontró una nueva forma o método para replantearla.

Nos aventuramos en la tierra hace millones de años y desde entonces hemos conquistado el medio. Sus bosques, selvas, montañas y pampas jamás se soñaron encontrarse con tremendo contrincante. Sus mares, ríos, lagunas y lagos no han sido un impedimento tampoco. Su cielo nos limitó por algunos años, pero encontramos la forma de convertirlo en nuestro aliado… Y de qué forma: Globos, zepelines, helicópteros, aviones y variedad de artefactos han adornado su territorio y hoy ni siquiera pensamos en todo lo que nos costó llegar ahí.

El espacio se convirtió en nuestro nuevo norte y trabajamos contra el reloj para lograr ponerle nuestra firma. A la fecha el hombre ha pisado la luna en varias ocasiones. Hemos llenado la órbita de la tierra con satélites que hoy nos permiten comunicarnos mejor, conocer más de nuestra historia y nuestra geografía, protegernos de nuestro ambiente, y gracias a éstas nuevas herramientas, inimaginables para quienes dieron sus primeros pasos en nuestra historia, hoy podemos empezar a planear nuestro futuro. Hemos enviado sondas a varios planetas y a sus lunas y gracias a ello hoy hemos vuelto a romper nuestros propios paradigmas de conocimiento.

¿Quién imaginó que la peste, la viruela y el sarampión desaparecerían de la categoría de enfermedades mortales? Es que la ciencia fue impactada fuertemente por este ser que en algún momento se rindió a sus pies. Ahora hacemos cosas que en su momento hubieran sido catalogadas como obra de una ayuda superior. Trasplantes, erradicación de enfermedades, creación de vacunas que ahora evitan lo que en otros momentos no tenía salvación y todavía no paramos la viada; el momentum nos ayuda a seguir soñando en más y mejores alternativas o soluciones a malestares y molestias comunes. Un ejército de científicos de todo el mundo trabaja en sinergia para encontrar la manera de enfrentarse cara a cara a males como El Cáncer y El Sida; sin lugar a duda veremos cómo estos caen desplomados en la batalla.

¡No hay barrera que nos bloquee, ni batallón que se nos pare firmes!

En el deporte hemos violentado toda marca impuesta. Cada cierto tiempo vemos como un nuevo súper hombre doblega sus propias limitaciones del ayer. Siempre hay alguien más rápido, más fuerte, más capaz. ¡Toda una oda al empuje, constancia y sacrificio!

¿Y ahora que vendrá? ¿Cuál será nuestra próxima batalla a vencer? ¿En qué ámbito ganaremos nuestra próxima medalla?

Los hombres hemos caminado en esta tierra por miles de años y hemos entendido que la queja y el miedo no nos dan de comer. Hemos aprendido que para avanzar hay primero que caer y que eso nos sirve de experiencia para que el próximo paso sea más firme y sólido.

No fuimos diseñados para conformarnos. Siempre habrá una nueva idea que nos motive y una nueva intriga que nos quite el sueño.

Somos un motor con energía inagotable, una especie digna de admiración, un bien sin fecha de expiración.

Mi respeto y admiración por todos quienes invierten todo de sí en pro de un futuro mejor, por quienes se impulsan sin mirar atrás y dejan de lado sus debilidades cotidianas para alcanzar el cielo. Ustedes son el aprendizaje del ayer y la visión del mañana. Son el pulimento de nuestro futuro.

¡Sigan soñando, sigan impulsando, sigan conquistando!