23 noviembre, 2024

Solo se ama lo que se conoce

“Solo se ama lo que se conoce”. Atribuyen esta frase a Leonardo Da Vinci, pero no hay la certeza que sea totalmente de él, sin embargo, aun no estando seguro de tal, lo certero de su mensaje es legitimo, no está sujeta a discusión.

Las personas con la que decidimos enraizar nuestras vidas, los hijos que gestamos con gotas de amor, los amigos con los que compartimos, las carreras que nos cuestan emprender, mantenerlas y lograrlas, lo que el alcance de las letras que cientos de libros siembran en nosotros, es lo que nos hace conocer más, y por lo tanto amar lo que compartimos. Los viajes en el mundo o las búsquedas infinitas de saber para dar, es lo que al conocer más lugares los amemos y a la larga los extrañemos también.

Mantengo y sostengo el principio de la buena fe, que muchos quienes están a cargo de tomar decisiones trascendentales lo hacen sostenidas en ese principio, pero que lo que a mi juicio considero errores, deben asumirse y afrontarse como de uno, como de ellos, como nuestros. Hago toda esta introducción por un par de temas que sí me han tocado adentro: El Yasuni, y Guayaquil.

El hecho de vivir en Galapagos, me hizo entender que nuestra conciencia sin ejercerla en nuestro convivir diario sería solo retorica. Vivir en un área sensible solo puede sostenerse con un estilo de vida compatible con el lugar, comprometido. No voy a dar un juicio de valor, y tampoco tengo la respuesta correcta si debe explotarse el Yasuni ahora. Pero mi malestar, mi disgusto, mi decepción es que cualquiera haya sido la decisión tuvo que tomarse hace 6 años atrás y no crear toda una expectativa aun sabiendo evidentemente que la propuesta nació inviable especialmente en lo económico.

Tomo unas líneas del último artículo de Henry Raad: “Lo del Yasuní duele en la conciencia de muchos ecuatorianos que quedamos fulgurados por la maravilla natural que los del gobierno, desvelaron ante nosotros”. Es cierto, por esto es que amamos ahora el Yasuni.
Esta propuesta a nombre de ella de vanguardia, novedosa, que planteaba algo diferente al planeta, debió sostenerse en nuestra propia responsabilidad. Ya hoy que se toma la decisión que se explote, y que además se conoce que también se ha tenido planes B y C en ejecución para arrancar inmediatamente, es que uno siente como que hemos sido “engañados”.

El argumento que es para disminuir la miseria también es débil. Temas de la nueva refinería, precios de petróleo en estos 6 años, obra civil construida, ingresos generados, nivel de gasto existente, demuestra más bien un tema de eficiencia.

El puerto, Guayaquil mi ciudad natal. Es el puerto principal del Ecuador. Este deberá mejorarse, optimizarse, corregirse, pero …definir el destino del mismo tan solo para medir fuerza electoralmente o ver si la expectativa de su futuro, que igual será de aquí a 10 años o más, genera un efecto positivo político mejor a nivel nacional?!, también molesta.

Mi certeza, es que sí estoy convencido de la inteligencia de las personas del Gobierno. Tendrán que manejar y replantear bien estos temas. Tendrán que hacer cambios, solo los necios se estancan. Este correo no forma parte de ningún plan desestabilizador, o de agresión, es una posición ciudadana que apela a seguir con buenas decisiones como muchas otras que sí están tomando.

Artículos relacionados

3 comentarios

  1. Lo felicito por su articulo. Por razones de buscar mejor sitio para El Buen Vivir,
    permitame que lo diga así, vinimos a Galápagos. Desde aquí seguimos conectados con Nuestra Cuna. Cualquier cosa o intento de dañar o destruir nuestros ancestros r
    sera siempre rechazado.

  2. No encontré entre los escritos de Leonardo esa frase. Sin embargo sí la encontré entre los escritos de Carlo Michelstaedter. Saludos.

  3. EL ASADO DE TIRA, PATRIMONIO CULTURAL… NO SE AMA LO QUE NO SE CONOCE

    «No se ama lo que no se conoce» Chalo Agnelli.

    En el pasado de toda comunidad se encuentra la fuente de su identidad, construida con multiplicidad de elementos exógenos y propios, variadas costumbres y tradiciones; estilos de vida que al mestizarse con otros fueron dando paso a un nuevo perfil. Este conjunto de acciones o elementos repetidos en el tiempo y transferidos de generación a generación forman parte del Patrimonio cultural de un lugar.

    Ya en la década del 80 la Convención de la Unesco reunida en México definía al Patrimonio Cultural de un pueblo como: «el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir a las cosas materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo, la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte, los archivos y las bibliotecas.”

    En nuestro país, en los últimos años se ha ampliado el horizonte de lo patrimonial debido a los numerosos y relevantes descubrimientos que se realizaron no sólo desde lo cultural provenientes de aéreas relacionadas a.la Arqueología urbana y la Arqueología industrial sino a lo proveniente del Patrimonio natural a través de la Paleontología.

    Esto marca el carácter flexible del ámbito que debe permitir la incorporación constante de nuevos bienes culturales.

    Es bien sabido que el conocimiento y el acercamiento de las comunidades hacia lo patrimonial ha ido cambiando, con el tiempo, en la medida en que espacios como los museos se han ido aggiornando y permitiendo la incorporación de tecnología, a la vez que han flexibilizado sus políticas y han abierto sus puertas al público a fin de, paradójicamente, no tuvieran que cerrarlas definitivamente; en los últimos tiempos han tomado mayor auge elementos del patrimonio cultural que antiguamente pasaban desapercibidos.

    Las costumbres gastronómicas, los rituales a la hora de comer y los elementos asociados a estos rituales, forman parte de situaciones cotidianas que por ordinarias y comunes no dejan de tener su encanto e importancia. Ellas han trascendido épocas y escenarios disimiles.

    Marcan una conducta alimentaria que brinda material de estudio no solo a las ciencias sociales sino a las naturales: historiadores y antropólogos toman de ellas multiplicidad de datos que, aún hoy, transpolados en el tiempo pueden ser analizadas.

    La alimentación es un asunto vital para los seres humanos, la preparación de alimentos cocidos por el fuego tiene una larga historia que está íntimamente entrelazada a la evolución del ser humano. El acto de comer y la conducta alimentaria, implica un hecho necesario para la supervivencia, pero no es meramente un hecho biológico sino también un hecho social en el que se vinculan el hombre biológico al hombre social.

    Los alimentos, las recetas y los elementos intervinientes en su preparación, a través de los ritos, hablan silenciosamente el idioma de lo intangible. Es posible verlos como símbolos que representan comunidades en un contexto histórico y sus preferencias. Cabe pensar en relación al patrimonio; ¿que es lo que hace valioso un objeto o acto, y que este trascienda en el tiempo? Podemos ensayar varias
    respuestas: La aceptación por gran parte de la comunidad, el uso cotidiano, la valorización por parte de otras comunidades y aceptación de su uso… ¿Porque es tan importante su reconocimiento, puesta en valor y protección? Porque se trata de un elemento constitutivo de la identidad de la comunidad que lo origino, rasgo que la individualiza y la hace única.

    En las sociedades modernas, la revalorización del patrimonio tangible e intangible puede ser vista también como una fuente de ingresos destinados al desarrollo local.

    Y sobre el asado?

    Como lo expresa el documento, base del proyecto turismo cultural para América latina y el Caribe, lanzado por la UNESCO a fines de los ‘90, ya por entonces se verificaba la urgencia de profundizar en la revalorización del patrimonio gastronómico como uno de los pilares donde debía basarse el turismo regional. Este documento marcaba la necesidad de reflexionar sobre la importancia de la comida como un bien cultural de peso, equiparable a aquellos pertenecientes al patrimonio tangible. La escasez de reflexiones acerca de esta importancia, según los autores del documento, marcaba claramente la falta de políticas de puesta en valor. Se señalaba que toda política cultural bien concebida debe asumir que el acto de comer, concebido como una tradición y a la vez como un acto de creatividad, es mucho más que un hecho alimenticio.

    Por otro lado el texto de la convención para la salvaguarda del patrimonio inmaterial cultural de la UNESCO (2003) expresa en su artículo 2 las siguientes definiciones:

    A los efectos de la presente convención:

    se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son
    inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.

    Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. a los efectos de la presente convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible.

    El “patrimonio cultural inmaterial”, según se define en el párrafo
    1 supra, se manifiesta en particular en los ámbitos siguientes:

    a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial;
    b) artes del espectáculo;
    c) usos sociales, rituales y actos festivos;
    d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
    e) técnicas artesanales tradicionales.
    El poder vislumbrar el patrimonio local, implica el desarrollo de proyectos educativos tendientes a informar a la ciudadanía acerca de lo que “es de todos”, y concientizarla acerca de su cuidado y difusión. El turismo y el desarrollo local, derivados de este, solo serán posibles luego de sentar bases de conocimiento sólidos y definir políticas culturales locales.

    Pero de que hablamos cuando hablamos de Patrimonio? Entendemos que Patrimonio es: herencia. Relacionado a la palabra «pater»… es aquello que nos fue legado por el padre. Por lo tanto lo patrimonial nos identifica con algo de lo que formamos parte…con un origen común. Es decir con nuestra identidad. La condición patrimonial de un elemento tangible o intangible dependerá de la valoración que la comunidad haga de el, de la importancia que le otorgue, pero su preservación, difusión y protección siempre debe provenir del Estado. Ya que los individuos son los que crean cultura y es el Estado quien posee los mecanismos de resguardo. La protección de bienes patrimoniales sólo puede lograrse cuando se los detecta y vislumbra como tales y se dispone de su salvaguarda a través de la implementación de leyes adecuadas. Esto puede lograrse a desde diferentes niveles y ámbitos, Por ejemplo a nivel internacional por medio de Declaraciones de la Unesco, a nivel Nacional por medios de Leyes como la Nro 25743 de protección del Patrimonio natural arqueológico y paleontológico de la Argentina y a nivel Municipal con ordenanzas que regulen, controlen y delimiten todas las acciones relacionadas a los bienes culturales de su comunidad.

    Cabe cuestionarse que tipo de políticas culturales existen en la actualidad, son abarcativas, flexibles, educadoras, formadoras de agentes culturales? Siendo más específicos y en relación al Asado de tira y su reconocimiento como bien cultural, existen dos proyectos presentados uno por la Diputada Sandra Paris de la Provincia, y el otro por Alberto Assef de la Nación; para ambos casos se indica la importancia de su valoración y el procurar el nombramiento de la ciudad de Campana como Capital Provincial/Naciona del Asado de Tira.

    Si bien hasta el día de la fecha no ha habido respuestas en el ámbito de las Cámaras correspondientes, iniciativas como estas demuestran un progreso en la manera de abordar los temas relacionados a lo cotidiano e identitario. Nos posibilitan, además, analizar el bien cultural en cuestión desde tres puntos de vista: el histórico y su impacto en el medio, el social y su impacto en las personas y económico y su impacto en el desarrollo local. Dan fe de esto tambien, la multiplicidad de fiestas regionales desarrolladas alrededor de comidas propias del lugar o de sus productos locales. Y es que la destacadas y rescatadas del olvido (en muchos casos) proveen ricos matices que los individualizan y diferencian de otros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×