Abril 1958. El Presidente Ponce Enríquez, por pedido de su Ministro de Obras Públicas, Sixto Durán Ballén, emite decreto de emergencia creando Autoridad Portuaria de Guayaquil. Personajes notables, de raigambre quiteña, nos dieron el Puerto de Guayaquil.
Febrero 1975. Tres años separado de mi familia viviendo en Quito como Gerente de INECEL eran demasiado. Renuncie y el Presidente Rodríguez Lara me solicito encargarme de la gerencia del Puerto Marítimo de Guayaquil.
El Banco Mundial se negaba a concretar el crédito para la ampliación, por un impase surgido, pero se pudo resolver el mal entendido y se reabrió la calificación de firmas que previamente había seleccionado una sola.
Con mayor competencia, se realizó la licitación para la ampliación del puerto. Renuncie antes de la adjudicación, cumplido mi compromiso con el Presidente de la República.
En 1975 un ciudadano de Pujilí, el General Guillermo Rodríguez Lara, impulsó la ampliación de nuestro Puerto Marítimo.
Año 2013. Un gobierno presidido por un Presidente nacido en Guayaquil y una Ministra del mismo origen, anula la posibilidad del puerto de aguas profundas de Posorja por parte del sector privado sin que le cueste nada al estado, e intenta reducir el Puerto Marítimo de Guayaquil a puerto de cabotaje con Galápagos y destino de cruceros turísticos.
¡Triste paradoja! Ilustres ciudadanos de raigambre serrana apoyando la vocación portuaria centenaria de Guayaquil y por otro lado guayaquileños intentando arrebatársela.
Pero esto ya es costumbre en Alianza País. Recordemos que cuando nos desmembraron la Península de Santa Elena, Presidente, Ministro de Gobierno y Gobernador eran guayaquileños.
¡Pobre Guayaquil con esta clase de hijos! ¿Cuál será el próximo atentado contra nuestra querida ciudad?
Que callen los pusilánimes y los acomodaticios, pues es deber de los que vivimos en esta urbe protestar con todas nuestras fuerzas ante cualquier intento de menoscabar a Guayaquil.
SERIA MENESTER QUE LA EMPRESA PRIVADA GUAYAQUILENA EN CONJUNTO CON LA MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD ABORDEN ESTE RETO Y QUE QUEDE DEMOSTRADO DE QUE GUAYAQUIL NO NECESITA DE NINGUN MANIPULADOR.
Faltaría añadir que además del Presidente, Ministro de Gobierno y Gobernador, el Prefecto del Guayas también era guayaquileño
Por desgracia, Sr. Romero, para sentirse Guayaquileño, no solo hay que haber nacido aquí, hay que tener los genes de Guayaquileño, y eso solo a muy pocos nos queda, no importa donde se encuentren o en que posición están, siempre estarán melando de los gobiernos de turnos sean estatales, provinciales o cantonales. Lo de la provincia de Santa Elena, ya era un hecho de ambiciones, sino mire cuantos guayaquileños han trasladado sus domicilios legales a esa provincia, para seguir en la teta y solo viven en Salinas y algo en la Libertad, y pare de contar. PIENSO QUE QUIEREN DESAPARECER GUAYAQUIL.
En algunas familias hay ovejas negras o hijos no deseados que avergüenzan.
La estirpe guayaquileña sabrá dar su merecido a los traidores.
Esos son la clase de hijos que llevan consigo resentimientos y complejos.
Guayaquil libre independiente y autónomo