22 noviembre, 2024

Natividad de la Virgen (8 de Septiembre). Repensar las relaciones con la mujer

“De María nunquam satis”, (De María nunca es bastante) decía san Bernardo hace muchos años para alabar, venerar engrandecer a la campesina mujer de Nazaret. Posición maximalista de una devoción popular, que no se rige a conceptos ni a meros sentimientos, desde un extremo a otro, mucho nos dice de la importancia de lo femenino, de la ternura y de la tenacidad de María de Nazaret, madre de Dios y madre nuestra. Mujer, virgen, esposa, pero ante todo mujer creyente, modelo de fe.

En mundo en constante cambio no hay paradigmas que valgan o duren mucho tiempo. En un mundo globalizado se confunde lo general con lo particular. En un mundo fragmentado y roto, el amor es vulnerable. En un mundo pequeño las visiones son miopes, deformes o pequeñas no llegan a la mirada profunda del corazón, nos quedamos con la apariencia, la piel, la superficie del rostro.

En este contexto cuando educamos a jóvenes no logramos conectarnos con ellos, por nuestros lenguajes muy conceptuales y refinados, por nuestra incoherencia y falta de integración personal, de coherencia con nuestra visión de fe. Del rol de María en la Iglesia y en la historia de Dios y los hombres. De ella decimos muchas cosas, la adornamos de joyas, templos, canciones y romerías por muchas partes de nuestro planeta.

PERO de la mujer concreta, cercana que nos rodea, las compañeras que estudian a nuestro lado, la compañera de trabajo, entre otras. Nos movemos, entre el nunca es bastante y es bastante poco lo que hemos dicho y hecho por ellas. Duele ver la falta de respeto que hay entre los chicos hoy en día y la facilidad para el insulto, más si este es impersonal y fácil de ocultar por las redes sociales. Muchos de estos chicos estudian en colegios católicos, algunos de ellos tienen cierta especificidad en inculcar la devoción mariana según su advocación, Inmaculada, Dolorosa, Auxiliadora, La Merced, entre otras. Lo esencial es establecer un paralelo de respeto, cariño y trascendencia. Venerar a la Madre para admirar a la mujer… Pero qué difícil es hoy en día, qué dura misión, pero qué importante y más necesaria cuando hay crisis de valores e identidad.

Repensar las relaciones con la mujer, con la que tenemos cerca, realmente, como con la que tenemos lejos virtualmente es una oportunidad que en la natividad de la Virgen María, nos recuerda nuestro ser creyentes para aportar un poco de ternura, esperanza y creatividad a un mundo en cambio y degradación y dirigirlo en un mundo en verdadera evolución. El respeto, la admiración por la mujer nos hace soñar, cantar, vibrar. FELIZ DIA MADRE

“La rosa de oro no se marchita/ ni tiene aroma/ el cielo ajeno/ que te envenena/ ya no es azul.

Traigo el mar en un dedal/ y tu rostro es la noticia/ mis utopías tienen el sello/ de tu caricia

Si la memoria/ no cuenta cosas maravillosas/ y si el hastío cubre la noche de desamor

Si amanece la verdad/ con su gallo agradecido/ mis fantasías inventan leyes/ contra tu olvido

Si mi flojera tiene el delirio/ de ser valiente/ y tu cordura sabe mezclarse/ con el placer

Traigo el mar en un dedal/ y tu rostro es mi amuleto/ con nadie hablo/ de tus perdones/ guardo el secreto”

(Eduardo Galeano. 2007:176).

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