21 noviembre, 2024

Oasis

Oasis es el título del libro de poesías más vendido de José Ángel Buesa se hicieron muchas ediciones y tan pronto salían, se agotaban. El libro se inicia con “Con la simple palabra” y luego “Oasis”.
Veamos estas dos hermosas poesías:

Con la simple palabra

José Ángel Buesa

Con la simple palabra de hablar todos los días,
que es tan noble que nunca llagará a ser vulgar,
voy diciendo estas cosas, que casi no son mías,
así como las aguas, casi no son del mar.

Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,
que es la vejez eterna de la eterna niñez,
la ilusión, como un árbol que se deshoja al viento,
muere con la esperanza de nacer otra vez.

Con la simple palabra, te ofrezco lo que ofreces,
amor que apenas llegas, cuando te has ido ya;
quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,
pues la rosa se seca y el perfume se va.

Con la simple palabra que arde en su propio fuego,
siento que en mí es orgullo, lo que en otro es desdén;
las estrellas no existen en las noches del ciego,
pero aunque él no lo sepa, lo iluminan también.

Y así como un arroyo que se convierte en río
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto, tan ajeno y tan mío,
¡Con la simple palabra, que no muere jamás!

Luego viene:

Un gran amor es una herida
que se abre en flor y aroma, como un surco en la tierra.
Y aunque la herida, a veces al instante se cierra,
queda la cicatriz para toda la vida.

… y Oasis:

Oasis

José Ángel Buesa

Así como un verdor en el desierto,
con sombras de palmeras y agua caritativa,
quizás será tu amor, lo que me sobreviva
viviendo en un poema, después que yo haya muerto.

En ese canto, cada vez más mío,
voces indiferentes repetirán mi pena
y tú has de ser entonces, como un rastro en la arena,
casi como una sombra que pasa sobre un río.

Tú serás para todos, una desconocida,
tú que nunca sabrás como he sabido amarte
y alguien tal vez, te buscará en mi arte
y al no hallarte en mi arte, te buscará en mi vida.

Pero tú no estarás, en las mujeres
que alegraron un día mi tristeza de hombre,
como oculté tu amor, sabré ocultar tu nombre
y al decir que te amo, nunca diré quién eres.

Y dirán que era falsa mi pasión verdadera,
que fue solo un ensueño la mujer que amé tanto,
o dirán que era otra, la que canté en mi canto,
otra que nunca amé, ni conocí siquiera.

Y así será mi gloria, lo que fue mi castigo,
porque, como un verdor en el desierto,
tu amor me hará vivir, después que yo haya muerto,
pero cuando yo muera, tú morirás conmigo.

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