Hay temas que preocupan por el contenido que estos tienen, no obstante no se les da la importancia porque no se dimensionan las consecuencias. Trataré algunos intercalándoles pensamientos del libro ‘El Hombre Mediocre”, de José Ingenieros.
La alocución de una de las principales autoridades del país, causó comentarios por su contenido y lo profundo del pensamiento que revelaba sin lugar a dudas su forma doctrinaria. “Compañeros, en nuestra historia pocos han tenido mucho y somos muchos los que no tenemos nada(?), hay que virar la tortilla, que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda, como lo canta el grupo Quilapayun. “ Cada cierto tiempo el equilibrio social se rompe a favor de la mediocridad”
La despenalización del Aborto en el caso de la violación, y una moción propuesta por un grupo de Asambleístas de País, hizo que el Presidente hablé de traicion y amenacé con renunciar al cargo, causando una división entre lo que denomino orgánicos y revoltosos. La moción no prosperó, pero dejo al descubierto muchas cosas que se iran clarificando. “Cuando se reemplaza lo cualitativo por lo conveniente, el rebelde es igual al lacayo, porque los valores se acomodan a las circunstancias”
La Mala Práctica medica que se quiere incorporar en el Nuevo Código Penal, puede traer más que beneficios un gran costo social. Los médicos buscarán protegerse tal como ya lo vemos con las renuncias anticipadas de aquellos que sirven en hospitales públicos. “ El mediocre ignora el justo medio, nunca hace juicio sobre si, desconoce la auto-critica, esta condenado a permanecer en su refugio”
La polémica por el dragado del canal de acceso al Puerto de Guayaquil continúa. El Presidente da marcha atrás a lo que había dicho sobre permitir el aumento del calado. El Alcalde Nebot seguirá adelante con su propuesta. “La actitud lo encierra en la convicción de que él posee la verdad, la luz, y su adversario el error, la oscuridad.”J. Ingenieros.
Sobre el punto 2, la rabieta de Rafael Correa sobre la despenalización del aborto y la rápida retirada de la moción para evitar su «renuncia» deja entrever, el lamentable estado de lacayismo mental de los asambleistas de A.P.