El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), ha hecho una pública convocatoria a la ciudadanía para que se postulen al llamado programa de Héroes y Heroínas Nacionales; ojalá no tengamos una avalancha de postulantes y de esta forma banalicemos la condición de héroes y vaciemos de contenido a la acción heroica de un patriota que entregó su vida en un acto de desprendimiento extraordinario en defensa de la patria.
El Reglamento General de Condecoraciones Militares; ya señala el tipo de condecoraciones y los estímulos que deben recibir quienes cayeron en combate o realizaron un acto heroico, la condecoración Cruz al Mérito de Guerra, es la máxima presea que recibe un soldado declarado héroe; el reglamento señala el objetivo de dicha condecoración “la de honrar la memoria de los héroes nacionales fallecidos en combate y reconocer a quienes se hayan distinguido por su extraordinario valor en acción de armas, en defensa de la Soberanía Nacional”.
El citado reglamento señala que el militar para merecer tan honrosa distinción debe “Haber realizado extraordinarios o excepcionales actos de valor, con esfuerzo superior al que estaba obligado por el deber, especialmente si el acto heroico contribuye decididamente al resultado favorable de la acción, campaña o guerra o tuviera un alto valor moral”.
Esta acción extraordinaria debe estar avalada por el parte militar correspondiente y luego de una exhaustiva investigación por parte del Consejo de Condecoraciones se aprueba la presea. Aquí cabe una referencia importante que señala el reglamento: “El cumplimiento de las obligaciones normales correspondientes a las funciones propias del cargo o grado en tiempo de guerra, no da derecho que se le confiera esta condecoración”.
Igualmente, el Reglamento de Condecoraciones señala que cuando una Unidad militar se haga acreedora a la condecoración “Cruz al Mérito de Guerra”, “Esta será impuesta a su estandarte; en el decreto de concesión se hará constar el nombre y grado de todos los oficiales y personal de Tropa que intervinieron en la acción de armas; a los participantes se les otorgará un diploma especial”.
Ojalá no se confundan los actos heroicos con los humanitarios; es decir aquellos ciudadanos solidarios que en un acto desprendimiento, coraje y valor rescaten a personas expuestas a peligros inminentes o eviten una tragedia, merecen el reconocimiento ciudadano y del Estado, pero no entran a la categoría de héroes.
Héroe es aquel que ha realizado una hazaña extraordinaria, demostrando gran valor, sacrificio y coraje, que combate valerosamente y es herido o muere en defensa de la patria.
Una publicación del Cpccs dice: “Llegó el momento de reconocer a nuestros héroes y heroínas nacionales” ¿Acaso no hemos reconocido a nuestros héroes o están olvidados?
Don Alberto: Me referiré al nombre del proyecto mal llamado «Heroes y heroínas» convocado por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
A este respecto considero necesario expresar lo siguiente:
La Real Academia Española considera que: «Es inaceptable el uso redundante del masculino y el femenino. Junto al machismo se ha creado el hembrismo y se ha olvidado lo central, el ser hombre en sus dos vertientes» (SIC)
Representantes de la Real Academia Española (RAE)opinan:
Gregorio Salvador: Estúpidamente incorrecto: «Para todos y todas»; «los compañeros y compañeras»
Francisco Rodriguez Adrados: Es tonto e inutil. Es grotesco. Destrozan la economía del lenguaje: «Los funcionarios y las funcionarias»
Arturo Pérez Reverte: Empleo de circunloquios y sustituciones inadecuadas, empobrecedor, artificioso y ridículo: «Diputados y diputadas electos y electas; «Llevaré a los niños y niñas»
Es detestable leer y escuchar, especialmente a los revolucionarios de bolsillo, repetir sin un ápice de rubor el mal uso del idioma español, casi como si sintieran un morboso placer al hacerlo: «Jueces y juezas», «Alumnos y alumnas», «Miembros y miembras», Ministros y ministras», «Socios y socias»…Y así por el estilo.
Es uno de los tantos legados infames que le dejan a las nuevas generaciones.
Atentamente, A.Rossi A.
Estoy de acuerdo con el señor Molina que deben existir verdaderos héroes y heroínas que han demostrado valor, disciplina y lealtad para servir a la institución y a la Patria, y con pruebas concretas de haber estado en el frente de batalla y haber entregado en holocausto su cuerpo y pa pérdida de uno o varios miembros de su cuerpo. Pero que no se presenten seudos héroes a reclamar dádivas que no merecen.