“Que difícil se me hace, mantenerme en este viaje, sin saber a dónde voy en realidad”.
Esta letra de la canción “Todo a Pulmón” de Alejandro Lerner evidencia la realidad del sentir humano ante su accionar en el mundo.
La vida es incierta y el pasar por ella puede sentirse como caminar sobre pétalos de rosa o como caminar en medio de un rosal lleno de espinas.
Muchos sienten a sus vidas como un remolino que te absorbe y no te suelta hasta arrastrarte hacía el fondo, pero la pura verdad es que esa percepción es solo un estado de ánimo basado en unas cuantas malas experiencias vividas o asimiladas.
Evidentemente la vida no es fácil, pero sabiéndola llevar se convierte en el paisaje más maravilloso que uno pueda imaginar.
El éxito es un estado de la mente y para cada persona representa algo distinto. Lo que para unos es algo insignificante, para otros puede ser la meta soñada.
No todos compartimos el mismo objetivo, pero el encauzarse sobre él y alcanzarlo nos lleva a todos a ese mismo estado de éxtasis, a ese sentimiento de “Todo Lo Puedo”, y como es obvio, una persona positivamente enfocada en un norte, llegará más fácil que otra que está sufriendo la derrota antes de jugar el partido.
Como nos cuesta concentrarnos en el camino cuando lo único que vemos son los huecos en la carretera.
Ganar es el resultado del enfoque y determinación, es el impulso motivador que te permite seguir caminando hacia la conquista, pero sin detenerte a sentirte víctima por las circunstancias que puedan presentarse en el camino.
¿Y cómo no sentirnos víctimas del resultado final cuando el enfoque planteado era más alto de lo que podíamos visualizar? Otro típico error cometido por quienes desesperadamente piensan en la meta más que en el proceso por alcanzarla.
¡Las batallas se ganan una pelea a la vez!
Partan por imponerse metas a corto y mediano plazo; estás son más fáciles de adjudicarse, y al hacerlo, utilicen ese sentimiento positivo del “Lo Logré” como motor propulsor para el alcance de la cima deseada.
El éxito se alcanza con una correcta auto programación mental del ser.
Entonces queda claro que la conquista de tus sueños se define en una batalla a muerte entre tu mente y tu autocontrol, la pregunta es…
¿Quién ganará la batalla?
