21 noviembre, 2024

Veremos

Está por verse como será el funcionamiento del nuevo centro carcelario que se está inaugurando en Guayaquil y que sustituirá a la antigua Penitenciaria del Litoral, antro de corrupción y escuela de la delincuencia del país .En ella se alojaron criminales avezados, narcotraficantes, violadores, y que por desgracia y por no tener padrinos, se vieron unidos con la escoria.

Años atrás el Alcalde Nebot, luego de un estudio efectuado por expertos de Seguridad del exterior, tomó la decisión con el gobierno de turno, de construir un Centro Carcelario que albergaría a delincuentes de mayor peligrosidad o reincidentes en un número de no más de 150, evitando que su compañía dañara al resto. A la edificación le llamaron La Roca, por ser difícil la evasión.

De la Roca hubieron 2 intentos de fuga, uno fallido a base de un taco de dinamita que no causó daños en la estructura a pesar de que voceros del Gobierno dice ser de piedra pomes y, la de los 18 reos de alta peligrosidad que salieron caminando por la puerta del hoy denominado gallinero.

No deja de ser plausible la construcción de la nueva cárcel que consideran de mucha seguridad, custodiada por nada menos que 500 policías y donde las visitas estarán restringidas para evitar la corrupción(?). Ya se verá, el punto clave es preso-guía y el pago por comodidades.

El operativo de traslado de los presos al nuevo recinto ha tenido rango digno de película de acción; 4000 policías participaron en la mudanza. Guayaquil según se informa tiene 6000. Los nombres y el número de presos no coincidían con la realidad.

Se espera que en este reclusorio los presos no estén hacinados y que el consumo de drogas, alcohol y otras sustancias estupefacientes, se termine y no pase hacer un gran coliseo de gallos.

“Toda prisión construida por los hombres está hecha con ladrillos de ignominia, y cerrada con barrotes, por temor a que Cristo vea como los hombres mutilan a sus hermanos.”

Artículos relacionados

1 comentario

  1. Muy importante sus comentarios y su terminación muy espiritual. Para dar un vuelco total al mal llamado «centro de rehabilitación social», que no tenía absolutamente nada de «rehabilitación», sino más bien de «perfeccionamiento de los delitos»; se debe comenzar clasificando a los reos y no meter en la canasta los huevos buenos y los huevos malos. Deben haber psicólogos y psiquiatras que analicen a cada detenido, y haber verdaderas escuelas de capacitación para que aprendan oficios y profesiones. Debe existir un plan cronológico de actividades, pasar lista a las 06h30, desayuno a las 07h00, ejercicios físicos a las 08h00, capacitación a las 10h00, y así por el estilo mantener disciplina, reeducación y control. La jaula así sea de oro, no deja de ser prisión, y su privación de la libertad es dolorosa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×