22 noviembre, 2024

María Lorena

Quiero comenzar a presentar algunas poesías de una poeta ecuatoriana excepcional por su sensibilidad poética. Murió hace pocos años, pero nos dejó un legado de poesías románticas maravillosas.

Publicaré luego parte de su biografía, pero quiero comenzar con una poesía muy simple, que quizás pueda describir su alma. Presentaré luego otras. Escribió con el seudónimo de María Lorena, que luego se lo puso como nombre a su primera hija.

No recuerdo el título de esta poesía, que salió publicada en el Diario El Universo. Ella publicó un libro con el título de “Ofrenda lírica” y dejó escrito un segundo libro que lo donó a SOLCA y que aún no ha sido publicado, pero que tampoco la contiene.
Leamos esta poesía:

Sombras de luna… la reja…
Una guitarra se queja
Con un toque de agonía….

Un farol alumbra apenas
La extravagante verbena
Llena de melancolía…

Se oye un grito… ¡Sí!… Es un hombre…
Que a llantos pronuncia un nombre
En la calleja desierta…

¿Dónde estás? Implora, ¿Dónde?
Y la noche le responde:
… Ya es inútil… ¡Está muerta!

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Rudyard Kipling fue un escritor, historiador, novelista de ficción y poeta inglés que nació en Bombay, India (cuando India era parte del Imperio británico), el 30 de diciembre de 1865 y falleció en 1936. Famoso principalmente por los cuentos de “El libro de la Selva”. Fue el primer escritor de habla inglesa galardonado con el Premio Nobel de la literatura en 1907. Reconocido como el más grande poeta en su patria. Es uno de los más populares escritores de habla inglesa. George Orwell lo llamó el profeta del Imperialismo británico.

Entre sus muchos escritos y poemas, quiero destacar estas dos poesías, que, al igual que los Consejos de Olmedo y otros versos, son parte de mi legado a mis nietos. De estos dos versos, el primero, If… (Si…), describe la forma de ser del hombre que se vence a sí mismo, que se supera, que lucha por salir adelante. Si bien es cierto que puede hablar también de vicios, no es menos real el hecho de que los usa para demostrar el arrojo que se debe tener y que no habla de apegarse al vicio. El segundo poema, No claudiques, indica la necesidad imperiosa de seguir luchando, de no dejarse vencer por la adversidad, y asegura, lo que es cierto, que el triunfo, la victoria, pueden estar en tu siguiente paso.

Disfrutemos estos dos poemas:

3 comentarios

  1. A los años que vuelvo a leer la exquisita poesía de María Lorena, gracias por tener este acierto, esperamos seguir contando (a través de su columna, mi estimado doctor) con más de sus poemas …

  2. Por favor me pueden ayudar con el nombre completo de María Lorena. Una señora mayor me recitó un poema de ella..y quedé sorprendida pero ella lo había aprendido del diario.. no tenía más y por internet yo no encontré nada.

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