Soy completamente opuesto a la Eutanasia. Empero, como paralelismo, es perverso que se apliquen “medidas heroicas” análogas a: pulmones artificiales, entubamientos, diálisis… cuando todo está consumado. Solamente se justifica el luchar y hacer sufrir cuando existe la posibilidad de que ese mantenimiento artificial y temporal confiere la oportunidad de recibir un órgano o medio permisible para una supervivencia normal y laudable.
La dolarización fue un trauma que afectó en ese momento letalmente a todos los sectores productivos del país. Las medidas (medicinas) que debieron recetarse para recuperar la salud – más que sea las imprescindibles para mantener la preservación – del sistema fructífero nunca fueron ni siquiera recetadas, mucho menos aplicadas, para la salvaguarda de la integridad de los generadores de riqueza del país, sean estos: empresarios o trabajadores.
Los empresarios tomando medidas heroicas sobrevivieron, lo hicieron solos y con gran sacrificio.
Las medidas económicas tienen una peculiaridad, el beneficio o el daño no se dan instantáneamente, debe pasar un lapso, mínimo seis meses, para sentirlas por entero.
Empero, el que ha estudiado a fondo la historia de, por lo menos la era cristiana, puede precisar los efectos que se verán.
En la época del hombre nada hay nuevo, no hay nada que no se halla probado, todo ha sido reiteradamente ensayado principalmente por soberbia; sean estos los ultra conservadores (para sus beneficios) monjes del rito romano, hasta los utopistas, el conservadurismo, el socialismo democrático, el anarquismo, los nacionalismos, feminismo, pacifismo, ecologismo y comunistas. El ser humano en busca de su autodeterminación finalmente ha prevalecido, algunas veces tomando decenios, otras siglos, pero siempre retomando la libertad.
Hoy estamos viendo que el país tiene una serie de empresas y profesionales que se encuentran en situación económica y con calidad de vida “in extremis”, ya con síntomas de rigor mortis. Hay que, a pesar del dolor que esto causa, tener en claro que todos los esfuerzos de falsa e inoperante protección que ellos piden sólo servirán para prolongar el sufrimiento y causarles, al igual que al resto del país, una inservible y desalmada carga económica y depresiva.
Entre las entidades hay algunas que no se ahoguen en el embravecido mar de la mala planificación del tesoro público, podrán sobrevivir. Estas, muy pocas, si deben recibir ayuda hasta que logren subirse al bote salvavidas; que dejando a un lado intereses particulares y demagógicos, se anhela llegue pronto.
A los ecuatorianos claramente se les debe hacer comprender que hay nuevas reglas de juego. Que nos han hecho entrar en una era de modalidad socio económica nueva que es básicamente irreversible, el sistema y gran parte de los anteriores medios honestos de ganarse la vida se terminó, pero otros chances se habilitaron.
El pasado está muerto y sin chance de que reviva (ojalá se haya igualmente establecido el camino para que la corrupción sucumba). Categóricamente: es caníbal crear falsas expectativas de mantener antiguos esquemas con una dolarización que está siendo macrófaga.
Claro que el Estado, que lo hacemos todo pero se declara beneficiario principal, debe invertir en apoyar la investigación (a través de las universidades e instituciones de altos estudios serios) y financiar investigaciones de mercado y Consultorías especializadas para establecer con precisión las fases que deben cumplirse en el tiempo inmediato y mantenerse dedicado a su histórica función.
¿Está arrojando la toalla? No hay que ser fatalista. Ningún mal es eterno. El bien prevalecerá. El comunismo falló porque se olvidó de la naturaleza del hombre; el correismo también se irá por el desagüe de la historia. Tenga fe.
Los ecuatorianos que votaron por cuenteros, habrán probado lo que antes no conocían: La podredumbre y la pérdida de libertades. No hemos tenido grandes guerras como en Europa, tal vez por eso éramos superficiales. La inocencia se acabó. Renaceremos.
TIENE Vd.MUCHISIMA RAZON,DÑA. WILMA…… OJALA NO SEA TARDE.!!!!!!