22 noviembre, 2024

Don Burro contrataca

El 7 de enero inició la campaña electoral con miras a los comicios del domingo 23 de febrero del 2014. Otro año de licencias, caminatas y promesas, con candidatos de lo más variado, sin contar con aquellos que retornan a la lid electoral para una reelección.

Como siempre, quienes juegan un papel muy importante en la presente contienda son los medios de comunicación social, quienes tienen la obligación legal y moral de informar a la ciudadanía quieres son los candidatos a alcaldes, prefectos, viceprefectos, concejales y miembros de juntas parroquiales que pretenden representarnos, pues serán estos quienes guiarán nuestros destinos en educación, cultura, servicios públicos y urbanismo durante un período de cuatro años; de allí lo importante que resulta conocer quienes están aptos y quieres no, para desempeñar tan importante papel.

Aun en estas épocas de bombardeo publicitario, muchos ecuatorianos continuamos teniendo especial interés en saber cuantos de los “elegidos” por sus partidos políticos se han ganado tal distinción en base a sus méritos, cuantos tienen el famoso PhD y cuantos ostentan una maestría, pues a los consejos no se va únicamente a gritar, se va a trabajar, a elaborar ordenanzas y reglamentos; por ello es importante que quienes nos representan con voz y voto, conozcan la normativa que rige la administración pública, la cual en éste país es muy extensa, por no decir extensísima.

Por sobradas razones y tras una frustrada participación en las elecciones para asambleístas, el simpático candidato de patas limpias y rebuzne aireado, Don Burro, ha decidido regresar con más fuerza que nunca, para promocionar su mensaje cívico de que la ciudadanía elija con conciencia a sus representantes, pues a decir de sus voceros “los cuadros que se candidatizan no cumplen con las expectativas de la población, ya que una vez más, las organizaciones políticas no escogieron a los mejores”.

El debate, las ideas, las propuestas y el respecto, son fundamentales en toda contienda política, y de allí que Don Burro, esta vez junto a su alterna Doña Esperanza, regrese a contraatacar a quienes pretendan sorprender al pueblo ecuatoriano y venderle como dice el dicho: gato por libre.

Artículos relacionados

Retornemos a lo básico

Nuevamente los bananeros son noticia diaria. Analistas, economistas y expertos
periodistas, tratan de explicar los problemas que mantienen a la actividad al borde
del colapso. De manera reiterada se insinúa que los precios al productor, volúmenes
de compra, exportadores y transnacionales son los argumentos esgrimidos para
explicar este impase. Más todos parecen olvidar el incremento desmesurado de
las áreas sembradas, la baja productividad por unidad de superficie, costos del
transporte marítimo, debacle de empleo en los países consumidores sin dejar de lado
la estacionalidad del negocio.

El sector productor luego de algunos años de bonanza, “Año Bananero” se expresaba
en los corrillos, se acostumbro a la holgura. Los márgenes de utilidad alcanzaron
magnitudes nunca antes conocidas pese a los pobres rendimientos de 26 t/has/año1
suficientes para abastecer con holgura una cuenta de ahorro. Más llego la crisis
petrolera con su alza constante en los precios del combustible que incremento los
costos del flete naviero. Elevación de los insumos derivados del hidrocarburo2. Todo lo
cual afecto la cotización de las materias primas en los mercados consumidores.

La dignidad

A lo largo de cuatro años, el señor Presidente ha venido denostando a la prensa, muchas veces el ataque ha sido directo contra la empresa periodística, en otras tantas ocasiones el ataque ha sido contra los periodistas.

Si revisamos quienes son los periodistas podemos decir que somos hombres y mujeres de clase media, desde la alta hasta la baja, en ningún caso pertenecemos a los círculos de elite económica. Quizás con un poco de suerte se ha podido adquirir una casa y un carro, pero quienes llegan a esa situación ya pintan canas y tienen muchos años en el ejercicio de este oficio y la mayoría lo hacen en dos o tres actividades que es lo que permite al cabo de veinte o treinta años de trabajo lograr las mínimas comodidades a las que me he referido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×