En esta ruta de conocimiento y aprendizaje del mundo árabe que estamos realizando mediante una eventual intromisión en el conflicto sirio, nos corresponde ahora conocer quiénes apoyan a los rebeldes que luchan contra su gobierno. Pero aquí nos topamos con un problemón, una ecuación cuya resolución se me antoja sobradamente dificultosa.
Me explico, si A es el gobierno sirio, B, sus aliados, y C, Occidente que apoya a los rebeldes, “D+€Ç#&%” sería el grupo opositor, pues sí, efectivamente, los rebeldes forman un laberinto que no son sino una miríada de grupos que luchan por objetivos diferentes. La oposición a Bashar Asad la forma la Coalición Nacional Siria que está respaldada por Occidente, el ELS, grupos islamistas y fuerzas yihadistas. Si consideramos a la Coalición Nacional Siria (CNS) como la oposición política apoyada por Occidente, el Ejército Libre de Siria (ELS), sería su brazo armado, liderado por militares desertores del ejército de Asad. Los grupos islamistas, en número de once, han renegado de la Coalición y han formado un frente islamista al margen del órgano respaldado por Occidente.
Y eso por qué? Tengo que dudar porque mi sentido común me dice que la unión hace la fuerza. Pues por un lado, aunque estos grupos siempre han apoyado al ELS, también es cierto que han mostrado sus reticencias al CNS por considerar que no tenían representantes dentro de Siria y que ha sido fundada en el extranjero y por otro lado, actualmente, ni apoyan siquiera al ELS y eso es por la decisión de Washington de aparcar sus planes de atacar Damasco, que ha motivado la desilusión de ciertos líderes militares rebeldes, incitándoles a una mayor radicalización.
De hecho han llegado a manifestar: “La Coalición Nacional y el gobierno de Ahmed Tomah –elegido primer ministro el pasado 14 de septiembre- no nos representan y no los reconocemos”. Mayor claridad imposible. Y quiénes forman este frente islamista rebelde a la rebelión?. Los grupos principales son Liwa al Tawhid –afín a los Hermanos Musulmanes-, Liwa al Islam –próximo a Arabia saudí- y Suqur al Islam; también forman parte del grupo opositor al gobierno, grupos yihadistas, como el Frente Al Nusra –vinculado a Al Qaeda- y el Levante, conocido por las siglas en inglés ISIS, ligado también a la red que dirige el egipcio Ayman al Zawahiri y Ahrar al Sham –salafistas-. Estas fuerzas creen que es más legítimo ser representados por quienes han vivido la misma experiencia y compartido el sacrificio de sus hijos honestos. Tras dos años y medio de batalla contra el régimen de Asad, la discordia reina en el bando rebelde. Es un reino de taifas el que gobierna la Siria liberada del yugo baazista.
¡Qué lío! No quisiera estar en el lugar de quienes son responsables de alguna manera de encontrar la solución a este conflicto.
Y ahora busquemos a los aliados de los rebeldes de la coalición nacional siria. Sí, he hecho bien en utilizar la palabra “buscar”, porque no imagino país alguno defendiendo las ideas tan heterogéneas de un grupo tan plural que sólo tiene un punto de encuentro y objetivo común, derrocar el régimen gobernante.
Lo más satisfactorio que te puede ocurrir cuando estás buscando es atinar con lo buscado y efectivamente he encontrado el país en cuestión, señoras y señores, con todos ustedes…, los Estados Unidos, quién si no se iba a ofrecer para resolver la ecuación que os planteaba al principio.
Aunque hay que reconocer que no están solos, tienen aliados en la zona, como Jordania que tiene unos cuantos kilómetros de frontera con Siria y cuyo rey Abdalá II comenzó diciendo que El Asad “debería apearse” pero ahora es más cauteloso y dice que la solución al conflicto debería ser política y no militar. También está Israel, que ha mantenido un escrupuloso silencio ante el conflicto, pero ha dejado clara su postura con tres ataques, en enero y mayo, en los que destrozó arsenales de misiles que habían sido enviados por Irán a Hezbolá. El mensaje de los israelitas es que sea cual sea el resultado de la guerra, si la hay, y los favores que El Asad le deba a sus socios en Teherán o Beirut no permitirá el traspaso de armamento sofisticado que comprometa su seguridad. Turquía, en la frontera norte, ha sido uno de los mayores abogados del cambio político en Siria, y ha apoyado a los rebeldes, dejando incluso a sus mandos operar dentro de sus fronteras. Se lo puede permitir pues es miembro de la OTAN y cuenta con el respaldo del ejército de EEUU ante cualquier agresión.