Los últimos hechos ocurridos en Ecuador y Venezuela con motivo de los asesinatos violentos de un ciudadano japonés y de la actriz venezolana Mónica Spear y su pareja el ciudadano británico Thomas Berry, constituyeron noticias que fueron cubiertas por un gran número de medios de comunicación del mundo. Las ejecuciones a sangre fría, dejaron un ambiente de suma preocupación a nivel ciudadano y mundial.
El japonés con su esposa disfrutaban de su luna de miel cuyo destino final era Galápagos; la actriz Spear, su esposo e hija, con residencia en Miami habían regresado a Venezuela con el fin de divertirse en las fiestas de fin de año. Todos realizaban turismo en lo indicados países. Las víctimas jamás pensaron que iban a ser presas de la violencia que truncarían prontamente sus vidas.
La reacción de los gobiernos venezolano y ecuatoriano tuvieron algo de similitud. En el caso del japonés se ha ofrecido una recompensa de US$200.000, cifra que no se ha visto ofertada en casos similares. La reconstrucción de los hechos y el gran despliegue que se ha dado a este secuestro Express, significaron para la esposa del ciudadano Japonés un verdadero calvario que debe haber concluido con el retorno a su país de origen. La captura de los supuestos asesinos aún está por verse.
Las autoridades venezolanas, informaron a los pocos días la captura de los primeros implicados en el asesinato de la actriz. El autor material de los hechos y los cómplices fueron reducidos a prisión sin que se conozca aún sus declaraciones, sabiéndose exclusivamente que eran jóvenes adolescentes cuyo propósito al igual que en el caso del japonés, el móvil consistió en el robo.
Los índices delincuenciales y el tráfico de droga en los gobiernos cuya filosofía es la del Socialismo del Siglo XXI, son por demás preocupantes. Las autoridades de los antes citados gobiernos anuncian la reducción de los hechos delictivos, no obstante, los acontecimientos demuestran lo contrario. El turismo de los países se verá afectado a pesar de las continuas campañas.
El laxismo de los llamados socialistas, es legendario. Como ellos mismos carecen de moral, creen que los delincuentes son angelitos como ellos. La maldad existe y debe ser castigada con penas fuertes, para que no vuelvan por otra. Por otro lado el desempleo y la pobreza que destilan de esos regímenes de facto, hace que ciertos ciudadanos busquen la facilidad robando lo que ellos no poseen; pues desde arriba les enseñan que ser rico es malo, y que ser envidioso es bueno.