“A la mujer no se la toca ni con el pétalo de una rosa”, dice el refrán y creo que allí se refleja el espíritu de incorporar como delito a la violencia contra la mujer en el nuevo Código Orgánico Integral Penal, el cual fue vetado parcialmente.
El sancionar la agresión contra la mujer no es nada nuevo, pues este tipo de actos se encuentra castigado desde 1995 en la Ley No. 103, mejor conocida como la Ley contra la violencia a la mujer y la familia, la novedad es que estos despreciables hechos han sido ascendidos a la categoría de delito.
Dice el recientemente vetado Código Penal, que se considera violencia toda acción que consista en maltrato físico, psicológico o sexual en contra de la mujer o cualquier miembro de la familia, perpetrado por el cónyuge, pareja en unión de hecho, conviviente, ascendientes, descendientes, hermanas, hermanos, parientes y personas con las que la víctima ha mantenido inclusive vínculos íntimos o de noviazgo.
Para aquellos que no conocen, la violencia psicológica contra la mujer son todos aquellos actos de “perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones”, que le bajen la autoestima o le provoquen algún quebranto emocional, como, por ejemplo, decirle a su pareja que no sirve para nada, amenazarla con dejarla, chantajearla con quitarle a los niños, decirle que está “gorda”, que ha cambiado desde que la conoció, los celos excesivos y todos aquellos actos machistas que usted floridamente se pueda imaginar. La sanción para este tipo de violencia es de hasta tres años de cárcel dependiendo de la gravedad del daño psicológico. A la violencia física se la sancionará con las mismas penas previstas para el delito de lesiones, pero aumentadas en un tercio cuando la víctima sea de sexo femenino. Esto sin considerar al nuevo delito llamado “Femicidio”.
En atención al mandato constitucional de otorgar medidas de acción afirmativa a favor de la mujer, sería sano que previo a la promulgación del referido código, se retome aquella bonita campaña que decía “Reacciona Ecuador, el machismo es violencia”, para ver si de esa manera algunos reaccionan y se enteran que el machismo, también es cárcel.
Esto si me parece bueno del Código nuevo, la violencia contra la mujer debe ser sancionada drásticamente.