Viajar rápidamente por las épocas resaltará la función del vendedor ambulante desde su inicio como primer mercadista y publicista imprescindible, hasta que hoy la evolución cambió las reglas.
Guayaquil es una maravillosa ciudad que tras sus encantos, tiene cicatrices que muchos quieren ocultar con el maquillaje de la ignorancia, mentira o indiferencia.
Guayaquil es el crisol de los bravos y valientes que tienen la alta capacidad de abrazar al forastero y hermanarlo, exigiéndole solamente honestidad a cambio de la bondad de su cobijo.
Todos juntos bajo el título de guayaquileño, gran orgullo que certifica muchas cualidades dignificantes, luchó y ganó su independencia; la que por su tradicional y generosa costumbre aportaron para que todos tuviesen la suya.
Guayaquil está sentada sobre la urna que fraguaron con la lucha contra las pestes; tremendos incendios; bárbaros piratas; así como traidores engendros que huyeron de ella porque nunca tendrían la altura moral para aparecer unificados.
Todavía están los que disfrutaron de la fragancia del mejor cacao tendaleado en las calles, el magnífico aroma del café, sus finas maderas imperecederas apetecidas por exigentes artesanos, las jaibas y conchas…
Muchas de estas preciosuras eran desconocidas, o difíciles de conseguir incluso para lugareños que vivían en haciendas a pocos cientos de metros de la ría.
Ahí entraban los vendedores ambulantes, los caramancheleros, quioscos, afiladores y dulceros…
Es muy fácil mirar los toros desde la barrera, pero hay que conocer las verdaderas razones de las personas que por necesidad tienen que salir a las calles a ganarse la vida llueva, truene, o agobiante Sol. Siempre deben trabajar para llevar el sustento a sus hogares.
Personas que luchan día a día para lograr sobrevivir en junglas de asfalto; son personas que por desempleo deben recurrir a esa condición social, ya que no logran obtener un empleo.
Casos de niños, que sin cumplir los diez llevan 5 o más, como vendedores ambulantes, más patético es saber que en demasiados casos ellos mismos son la mercadería, sin apellidos y sin techo o refugio fijo.
Reciben el maltrato de las personas que quizás actúan así por frustraciones de no poder solucionar el triste problema o por temor de afrontar esa desdicha de robar juventudes y cercenar futuros.
Todos los días se deben despertar a las 04:00 de la mañana a prepararse su “desayuno” de ilusión matutina. Con cada aspiración de aire piensan en lo que le deparara el día, si será bueno o malo, si lloverá o hará sol o si estará a salvo de los policías que tanto atormentan a los vendedores informales, como él. ¿Cómo será su retorno a casa, si aún queda vivo, a las 21h00?
Los policías son el síntoma y deben cumplir las obligaciones que los ciudadanos imponen por medio de sus mandados. Pero ahí no está la enfermedad ni el problema.
¿A quién le toca incrementar la demanda de mano de obra nacional? ¿Quién, por su propia avaricia, maneja la “justicia” que nos deja desamparados? ¿Quién se pelea con nuestros mayores benefactores comerciales y les lanza loas a los que nos revientan?
El sistema fracasado es el de la mentira. Ya vemos los resultados en la que fue Potencia, Argentina, ejemplo mundial; condenado hoy por la cristina a ser liliputiense en casa de enanos. ¿Venezuela, lindo país que hoy ha rogado ser subyugado? ¿Bolivia? ¿Cuba? ¿Nicaragua?…
En vez de crear más libertad para que haya más vendedores ambulantes de 12 horas de trabajo al día, se necesita más honestidad y cumplimiento de la palabra que motive a emprendedores venir al Ecuador y dar empleos de 40 horas semanales con digna remuneración.
Guayaquil necesita que se den oportunidades plenas de trabajo con dignidad (No Digno entre comillas como dice el gobierno)si no dar garantias y seguridad juridica a inversionistas nacionales y extrangeros que vengan a invertir sus capitales como lo hacen en Peru y Colombia con miles de millones cada año, no con las migajas que ingresan aquí que no son inversion sino prestamos como lo vienen haciendo los chinos sin correr ningun riesgo y con las garantias del petroleo, no se necesita un gobierno que actue como fiscal del inversionista, sino un gobierno que ayude al buen inversionista que genere fuentes de empleo a nuestros hermanos ecuatorianos.
SENOR!!! Por favor libranos de VENEZUALIZARNOS -ARGENTINIZARNOS – BOLIVIZARNOS – CUBANIZARNOS -IBRANOS DE ESAS SARNAS SENOR!!!
Estimado Antonio:
Lo felicito y lo admiro por tan lindo escrito sobre los vendedores ambulantes. Por no tener una fuente de trabajo y tener que llevar el sustento a sus casas tienen que dedicarse a esta difícil tarea de vender y exponerse ante los peligros de la delincuencia y de los metropolitanos. Pero el Presidente en sus peroratas sabatinas menciona que la pobreza se ha reducido, que no existen niños en la calle como vendedores, artistas o limpiadores de parabrisas. Dios nos proteja y no queremos a corto plazo ser como Venezuela, Cuba, Argentina, Nicaragua, Bolivia, y otras naciones apegadas al socialismo del siglo XXI
Algunitos sueñan con regresar al pasado, si la pobreza se pudiera eliminar por decreto, estaria solucionado todo, entiendan que el pais esta cambiando y va seguir cambiando porque esta revolucion no la para nadie ahora el pueblo tiene el poder ya no la prensa, los banqueros, los empresarios, se les acabo la fiesta y por eso la inconformidad, la derecha financiada por los de siempre que ya saben quienes son minoria que arman escaramuzas en Venezuea, bolivia, Argentina,Nicaragua, Cuba, en todos los paises progresistas, si quieren seguin rindiendo honores a los imperialista alla ustedes volver al pasado ni de broma nunca jamas ahora ya TENEMOS PRESIDENTE, aunque les diguste a la minoria que siempre no van a cambiar.