Se están confirmando las encuestas y proyecciones electorales, y más allá de algunos resultados adversos en los cuales el mal olor a “fraude” se hace perceptible, creo que Guayaquil, Guayas, y las grandes ciudades de Ecuador, han dado su sentencia.
La cara del señor Presidente desde cuando votó en su recinto en Quito, marcaron la gran diferencia, fue ese día, diametralmente opuesta a su efusiva y burlona faz, que suele dibujar cuando de esa manera pretende ofender y minimizar a los otros actores políticos.
Nuestro trabajo fue arduo y de hormiga, presumo que dentro de los grupos de los otros Alcaldes Electos y que se mantienen lejanos a las líneas gubernamentales también lo fue, pero ese gran sacrificio que hicimos, pensando fundamentalmente en nuestros futuros como ciudades y el de nuestra descendencia, rindió sus frutos merecidos, el mapa político del Ecuador, está tomando otros colores y tendencias.
Guayaquil supo premiar a quien decididamente nos ha mantenido en el camino del desarrollo sostenido, él y su equipo, se conformarán como una sólida mayoría que seguirá trabajando en beneficio de todos los que vivimos en esta bella y libérrima ciudad, y ya nos tocará a nosotros como conciudadanos saber defender lo que en las urnas se convirtió en la voluntad de un pueblo, que eligió los hechos y no las palabras, las verdades y no las promesas, y en esencia el desarrollo y no la sumisión.
No hay enemigo invencible, el Ecuador ha ratificado, al menos en las ciudades más grandes, que los modelos marcados por varios Alcaldes, aunque sean contrarios al modelo gubernamental, si dan resultados favorables para sus entornos, así mismo, ha castigado la incapacidad y servilismo de otros, que aunque estando muy cercanos al poder, no han sabido plasmar las necesidades reales básicas de sus conglomerados, y se erigieron solo en alfombras de estructuras que ellos mismos pensaron que eran más poderosas.
La ciudadanos poco a poco van madurando y razonando en su ejercicio del sufragio, los líderes demagógicos están en franco declive, veo y con mucha ilusión, que cada vez es más complicado ser un candidato ganador, mis felicitaciones a la distancia a los Alcaldes electos de Quito, Cuenca y Babahoyo, obviamente mi felicitación y ratificación de trabajo personal por nuestra Ciudad, a nuestro líder Jaime Nebot, eso me permite vislumbrar con mucha alegría y optimismo que en nuestro Ecuador querido, ya existen “Nuevos aires de Esperanza”.