Está claro que el más grande activo humano de un país empieza desde la niñez y la adolescencia, hasta llegar a la adultez.
Existe una vieja frase que dice: “Los niños y los jóvenes son el futuro de la patria”, y en eso estoy totalmente de acuerdo, así como estoy de acuerdo en que el mundo está girando peligrosamente a casi cientos de miles de kilómetros por hora, en lo que guarda relación con el desarrollo intelectual y moral de nuestros jóvenes; cuya circunstancia generacional actual; por causa y efecto del uso de peligrosos estupefacientes, desgraciadamente a muchos de ellos, los ha convertido en una especie de zombis, en función de dependencia de aquellos estimulantes.
Resulta un tanto espeluznante; por ejemplo, enterarse a través de los noticieros que una niña de 15 años ingresó a su colegio escondiendo 15 paquetes de HEROÍNA dentro de su vagina, así como resulta tremendamente alarmante, enterarnos de frecuentes casos que suceden en los planteles educacionales; dentro y fuera de ellos.
Suena muy doloroso y grotesco escuchar el principio y el final de historias desgarradoras por las que; tanto padres y madres comentan de sus hijos por ser prisioneros de las drogas. Además, a muchos de éstos jóvenes y niños se les escucha hablar con asombrosa naturalidad de su dolorosa adicción, expresando su predilección por el HACHIS, la PIEDRA, la HEROÍNA, la COCAINA, la MARIHUANA. Incluso, lo dicen como haciendo gala de no sé qué.
Mientras por otro lado, el que los ha inducido a estos vicios, aquel asqueroso y abominable causante de estas desgracias, aquel monstruo de mil cabezas, permanece entonces agazapado en medio de las sombras, evadiendo la justicia y burlándose del dolor que causan a hogares enteros, rompiendo esquemas y estructuras legales tan solo por el hecho de amasar fortunas.
Yo creo que nosotros, los padres, deberíamos cuestionarnos profundamente en función de la rigidez y disciplina aplicables en la formación de nuestros hijos. Claro está que el constante peligro al que nuestros vástagos están expuestos fuera de casa, muchas veces se nos escapa de nuestras manos, pero está muy claro también que definitivamente nuestros pequeños serán siempre susceptibles a ser victimas activas con mucha más frecuencia de ese perverso mundo, si no adoptamos por la planificación de efectivas estrategias dentro mismo de nuestro hogares.
Por otro lado, y a pesar de notarse cierto progreso y coherencia en la actitud de la policía, y a pesar de sus exitosos operativos, debería revisarse profundamente la actuación de ciertos magistrados; no de todos por supuesto, y la tonta permisión que otorga un tibio Código Penal en lo que guarda relación con la aplicación de sanciones por estos delitos de lesa humanidad.
No entiendo por ejemplo como, a un joven, desde sus 16 años se le otorgue el derecho a elegir a través del voto, mientras que el Código de la Niñez y Adolescencia y la propia constitución, los reconoce como menores de edad hasta los 17 años. Además, que a las autoridades judiciales, aquello los induce a soportarse e interpretar la ley dentro de un amplio margen procesal de tolerancia, quedando así ampliamente insatisfechas las partes perjudicadas.
Por ejemplo, aquella victima circunstancial de las drogas, aunque asimismo lamentablemente dispuesta al expendio de aquella HEROÍNA a quien se lo solicite (la niña de los 15 años), fue retenida dentro de su plantel por la policía, y luego fue entregada a sus padres (¡¡!!). Sigo entonces sin entender porque a un niño de 16 años se le da la facultad del voto, igual que a un adulto, pero sin embargo en estos casos la ley es por demás contemplativa, por decirlo de alguna manera.
Aquello es y será siempre ese amplio margen de solapada acción delincuencial para los grandes capos de la droga, pues es así como, entre otros actos, se encubren perversamente de sus delitos. Se dan cuenta..? Entonces, que debemos hacer..?
Yo, por una parte, propongo una reforma radical urgente en los contenidos del código penal relacionados con estos execrables delitos, aún aprovechando su actual reforma. Igualmente en el código de procedimiento penal se deben hacer reformas a través de los cuales no se contemple en absoluto la mas mínima oportunidad a favor de los principales autores de estos ilícitos.
Por otra parte, hago un cordial llamado a todos los padres de familia, a fin de que establezcan una oportuna y constante acción disciplinaria y de estricto control en el desarrollo integral y la formación de sus hijos al interior de sus hogares. ¡Mas dialogo y mas amor con nuestros hijos!
Más decisión también en los planteles educacionales, debiendo sus autoridades implantar políticas de control con absoluta energía y sin miedo a represalias. ¡Este es un grave problema de todos!. Lo peor es actuar como el avestruz, escondiendo nuestras cabezas en la tierra, mientras que los delincuentes se pasean por el mundo haciendo de las suyas, robando la inocencia de niños, niñas y adolescentes, destrozando vidas y familias enteras.
¡GUERRA SIN CUARTEL A ESTOS MISERABLES!
Mi modesta consideración, se debería investigar su historia familiar, como el negocio de la droga genera excelentes ingresos económicos puede presentarse hipoteticamente que sus padres sean los autores intelectualoes y se valgan de sus hijos par este excecrable delito; sabiendo muy bien que los menores no les asiste una cárcel, sino su reclusión en un establecimiento para menores. Estoy de acuerdo con el señor Raúl Ramírez que los menores de 16 años pueden sufragar, es decir, adquieren la calidad de ciudadanos, por qué no ser sanionados como se merecen.
Atendiendo a su comentario por cierto muy bueno de acuerdo a lo que esta pasando con nuestros jovenes y niños que se los esta utilizando y donde las mismas leyes lo estan permitiendo que es lo mas malo. Yo le pregunto a usted que podemos hacer los docentes, nosotros tratamos de hacer lo mejor para ayudar a esta juventud pero todo tenemos e nuestra contra ya hay docentes que tiene sumarios administrativos, inclusive hemos sido objeto de amenazas peligrando hasta nuestras vida y usted debe comprender que nosotros tambien somos padre de familia.
No se que esta pasando en los hogares, ya los hijos no tienen ningun respeto por sus padres y hacen lo que ellos quieren,que podemos hacer en esdtos caso los docentes.