25 noviembre, 2024

¡Y Ganó Guayaquil!

Guayaquil sabía -¿Por qué?, -¿por quién? y -¿para qué? votaba. Por ello ganó.

Y ganó! ¡Ganó! Cómo ciudad en auge de desarrollo constante. Y ganó como pueblo de todas las esferas económicas y latitudes de la patria.

Ganó porque no quiere perder su independencia, ni sus derechos como parte del estado ecuatoriano.

Ganó porque votó por Jaime Nebot, un hombre, o mejor dicho, el hombre que lucha y la defiende como “perro guardián”, contra el que odia a Guayaquil y quisiera verla destruida; un hombre que no le tiene miedo al enemigo de la ciudad y lo enfrenta-Según Sócrates “un hombre con valor es como un noble perro capaz con mucho valor y rabia, de luchar con los forasteros en defensa de su ciudad, hasta arriesgar su propia vida” (La República de Platón)

¡Ganó Guayaquil! ¡Sí! porque votó para que Jaime Nebot siga haciendo del sillón de Olmedo la plataforma para lanzarla como ciudad puerto del Siglo XXI, abierta al mundo.

Y ¡ganó!, porque escritores, maestros, artistas, intelectuales, quieren que continúe esa corriente cultural, en sus museos, bibliotecas, salas polivalentes, escenarios y teatros, como igual sus mil y unas publicaciones de libros de escritores de aquí y otros lares del Ecuador. Conciertos, Simposios, conferencias, salones de arte, dentro y al aire libre, que convocan al artista urbano y no urbano, nacional y extranjero.

¡Ganó! Para que no perezcan esos centros educativos comunitarios, donde cientos de miles de niños suburbanos y rurales son educados en su vida preescolar- de “jardines integrados”

¡Ganó! para que sus programas radiales y televisivos sigan llegando a la ama de casa en medio de sus labores.

¡Ganó! Para salvaguardar sus aeropuertos de hoy y del futuro.

Y para que ese “Guayaquil Siglo XXI” siga desarrollando obras desde el cerro Sta. Ana, al Malecón-circulando por todas sus arterias de la ciudad con los múltiples parques de distracciones, suburbanos y rurales de tal calidad, como cualquier centro privado de las grandes ciudades, donde el niño de Guayaquil ejerce el derecho al disfrute infantil como todos los del mundo.

Que continúen los centros de audición y lenguaje dando voz y oído a tantos niños y adultos….

Hay tanto en la obra municipal, de servicio al pueblo, que va más allá de los bordillos, alcantarillados, agua potable, parques, calles pavimentadas, plazoletas y transporte público.

¡Ganó Guayaquil! Porque, su pueblo: pueblo de urbe y suburbio, grandes almacenes y de tiendas barriales, de comercio e industrias, de guayaquileños- nacidos y domiciliados-Votaron para que hombres, mujeres y niños-padres, madres e hijos- puedan seguir viviendo los mejores días de esta ciudad, rescatada desde el año 90 del siglo pasado, por León Febres Cordero y elevado a más grande altura, traspasando el siglo, por Nebot

¡Triunfó Guayaquil!

“Porque su pueblo sabía -¿Por qué? – ¿Por quién? y ¿Para qué? Votaba ¡Pueblo sabio!

¡Viva Guayaquil!

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