Concluido el proceso electoral veremos que este traerá aparejado cambios sustanciales en la vida de los ecuatorianos, principalmente por la polarización que han dado sus resultados. Es necesario entonces un momento de reflexión tanto para el gobernante como para los gobernados. Algunos pensamientos:
La Fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan. La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz… Está en la gentileza que usa en sus palabras. La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene… Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos. La fortaleza de un hombre no está en cómo lo respetan en su trabajo… Está en cómo es respetado en casa. La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho… Está en su corazón. La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado… Está en poder ser verdaderamente de una mujer. La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar… Está en las cargas que puede llevar a cuestas.
La fortaleza de un hombre no está en el poder que pueda ejercer cuando gobierna a su pueblo. Está en hacerlo con sabiduría. La fortaleza de un hombre no está en abusar del más débil. Está en apoyarlo para que salga adelante. La fortaleza de un hombre no está en castigar a quien lo injurió. Esta en saber perdonar.
Conserva lo que tienes… Olvida lo que te duele… Lucha por lo que quieres… Valora lo que posees… Perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo… y lo único que pasa es la vida. No entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso… Haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te gustaría haber hecho… No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo en limpio…