Definitivamente, todos los días aprendemos algo nuevo, y yo lo hago en cada reunión con las chicas. Ahora aprendí lo que es el “Selfie”, palabra desconocida por mi y por la RAE hasta ahora.
Cuando me la dijeron por primera vez en una cena entre amigas lo primero que hice fue coger mi celular, y buscarla en el diccionario, que como es lógico no la tenía. Luego seguí indagando.
Selfie es la foto que uno se toma de sí mismo y la cuelga en la web.
Es una especie de autorretrato pero de manera espontanea, rápida, casual e inmediata. El Selfie es “el yo en el momento”, la obsesión por la propia imagen y para algunos el narcicismo de la cultura digital.
La palabra no es nueva, y en muchas ocasiones requiere que extiendas tu brazo a modo de trípode para sacarla, y estos pueden ser personales o colectivos, como es el caso de la última entrega de los premios de la Academia (Oscar), donde la famosa comediante Ellen De Generes, se sacó un “Selfie” con varias celebridades de Hollywood, y la colgó en las redes sociales, lo cual mereció más de 3 millones de “retuits”.
Por ello, no es una mera casualidad que los smartphones hayan incorporado cámaras reversas, para poder auto fotografiase como lo hizo el presidente de los Estados Unidos Barak Obama en pleno funeral de Nelson Mandela, con la primera ministra danesa y el premier británico, lo cual le mereció duras críticas en especial de su esposa, quien junto a él, tras ver el simpático “Selfie” puso cara de pocos amigos.
Dicen los expertos que el “Selfie” es una cultura digital que la usan todos, desde los jóvenes estudiantes, pasando por los profesores universitarios, hasta los mandatarios, y ni el Papa Francisco escapa a ella y, seguramente, si usted mira en las imágenes de su celular, encontrará que tiene unas cuantas almacenas por allí.
En definitiva “Selfie”, aunque aun no la defina el diccionario, sigue siendo la palabra del año. Particularmente, sigo sin descifrar aún si es moda, tendencia, culto, trastorno, o la manera más chistosa de que el ser humano descubra quién es.
