Un tema que a muchos nos interesa, en especial a los académicos, es el modelo de evaluación propuesto por el Consejo de Evaluación de la Educación Superior (Ceaaces) para medir a la universidad ecuatoriana. El modelo disciplinar y vertical adoptado ha molestado a más de un docente, razón por la cual, mediante un manifiesto público firmado por varios académicos, se ha puntualizado la disconformidad con la vara con la que se los pretende medir.
Uno de los puntos más controvertidos del debate ha sido la evaluación por criterio de “producción científica”, que se encuentra determinado por el hecho de que las “famosas” publicaciones indexadas deben de ser en revistas que “figuren en las bases de datos Scimago (Scopus), o del ISI Web of Knowledge (es decir, un par de empresas transnacionales, con sus propios intereses)”.
Al respecto manifiestan valiosos docentes que de las más de 5.000 revistas académicas de América Latina, solo 242 aparecen en la indexación del ISI Web of Knowledge, lo cual significa que las revistas latinoamericanas representan menos del 0,048 por ciento, situación que para muchos es la expresión de un modelo de pensamiento colonizado, cuestionando la pertinencia académica de adoptar un sistema de incentivos que “premia publicar en el extranjero y que castiga el aporte de los académicos en revistas locales, de provincias pobres o de universidades pequeñas, contribuyendo a la marginalización de la producción científica regional, pasando por alto o subestimando importantes índices regionales, de alta calidad y de acceso abierto”.
El cuestionamiento es válido, pues la calidad de un debate científico no puede estar subordinado a un ranking internacional, más aún cuando en el mundo de las ciencias sociales hablar desde el sur tiene un significado importante.
A propósito de esta exigencia el decreto 247, suscrito el 24 de febrero del 2014, que regula las remuneraciones mensuales de las autoridades académicas de las universidades y escuelas politécnicas públicas, exige como parte del perfil para recibir sueldos de hasta 18.126 dólares tener de manera acumulativa cien publicaciones indexadas en las referidas revistas ranqueadas.
Sería interesante conocer cuántos de nuestros docentes nacionales pueden lograr acumular esa cantidad de publicaciones en revistas extranjeras.
EL MISMO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA SOLO HA ESCRITO UN LIBRETILLO CON CRITERIO CRÍTICO DE NUESTRA «BANANA REPUBLIK» Y PRETENDE EXIGIR A OTROS QUE HAGAMOS «EXAGERACIONES INNECESARIAS»…… ….»INTELECTUALOIDES MOÑUDOS»……?????
Sra. Acosta:
Le comento que publicar artículos en las «famosas publicaciones indexadas» es sumamente complejo, con procesos muy rigurosos de selección que tardan a veces años y en donde de verdad se presentan resultados de investigación científica.
Sería interesante conocer cuántos de nuestros docentes universitarios tienen publicados artículos en revistas de alto impacto (Indice H).
Conozco docentes con 10, 20 y 30 años de experiecia que en su vida han publicado un artículo, escrito un libro o dictado una conferencia, en el terruño o a nivel internacional.
No creo que se trate de norte o sur, sencillamente estimo necesario elevar la calidad formativa de nuestros futuros profesionales, exigiendo una mayor calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje de nuestros docentes, dentro de ello, publicar papers en revistas indexadas será importante y no solo en revistas de la parroquia, que tal vez nadie lee.
Finalmente, le informo que la base de datos Web of Knowledge (WOK) ahora se ha transformado en Web of Science (WOS).
Saludos cordiales.
Gary Flor
Estimada Diana: La realidad de las Universidades y docentes universitarios, es que no hacen investigación científicas..Será por los sueldos bajos y tienen que buscar otros centros de enseñanza para redondear el sueldo… Aunque tu sabes que algunos van por otros motivos…y si no que hablen las jovencitas o jovencitos,,,que se están quedando de año…Saludos