Una vez mas se acaba de cometer un aberrante crimen de mala práctica profesional médica a una joven madre en uno de los mal llamados Clinicas o Centros de Salud de la ciudad de Guayaquil, dejando a dicha pobre mujer en grave estado de salud, luego de la práctica de una supuesta cesárea, cuyo descenlacee final podria ser su muerte inminente o quedar en estado vegetativo.
El niño se pudo salvar, pero hasta lo que se conoce a través de las noticias, dicho bebe podría tambien presentar algun cuadro clinico comprometedor a futuro. Ambos, la madre y el bebe, se encuentran actualmente en la Maternidad Enrique Sotomayor, mientras que por otra parte, el joven esposo y padre, quien manifestó a la prensa que por dicha cesárea le habian cobrado $500.00, se encuentra actualmente sumido en el mas grande dolor.
Según lo informó el Director Provincial de Salud del Guayas desde el lugar del crimen, ésta no es la primera vez que dicha “clinica” se ve involucrada en un caso similar, incluso se pudo observar que todos los implementos medicos usados en la cesárea practicada a la victima (catéteres, sondas, etc), se encontraban caducados y/o adulterados, tal como se pudo apreciar claramente a través de las pantallas de los televisores.
Al momento se encuentra detenida una de los médicos intervinientes en dicho crimen, quien al ser interrogada por uno de los reporteros ahí presentes mientras era llevada a buen recaudo, solo se limitó a responder: “hablen con mi abogado”. El resto de “profesionales de la medicina” que participaron en dicho crimen, acometido con alevosía y premeditacion, han huído y no se sabe de su actual paradero.
Ante estos recientes hechos, me gustaría saber que dicen ahora aquellos que; tratando de tapar el sol con un solo dedo, balbucearon absurdos criterios, y como tristes agoreros trataron de confundir a la ciudadanía, defendiendo una ilícita y perversa actividad que felizmente ahora es sancionada por el Art. 146 del Codigo Orgánico Integral Penal, en caso de homicidio, y pronto en vigencia, que responde obviamente al mas elemental sentido jurídico, y que a mi entender; y entre otros, dignifica nuestra condición de seres humanos, adicionandole por cierto un valor agregado, que es la defensa por nuestro derecho a la vida.
Me gustaría saber que dicen ahora aquellos que pregonaban la omision de la diligencia exigible al actor implicado directamente en el hecho injusto o dañoso, cuyo acto resultante haya motivado su responsabilidad civil o penal, a través de una determinada acción como consecuencia de su conducta por el/o los daños causados. O…..seguramente este caso lo considerarán una muy simple estadística más…?
Que podrán decir ahora aquellos que argumentan que por voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud, derivados del fraude, engaño y simulación, los autores de estos ilícitos; mas allá de ser profesionales de la medicina, aquellos están obligados a respetar la vida ajena, así como deben estar sujetos a ser llevados ante los tribunales de justicia; Y SIN NINGUN TIPO DE PRIVILEGIOS POR EL HECHO DE SER MEDICOS.
Al menos, la mayoría de los móviles conducentes al acometimiento de estos ilícitos, y tal cual es el caso que nos ocupa, las evidencias nos demuestran, además, el uso de equipos e implementos médicos caducados y/o adulterados y en mal estado, como si la vida de esa joven mujer, la de su bebe, y los derechos de toda esa familia, valieran un carajo. Todo esto, por $500.00.
Me parece que Ud. ya ha sentenciado.
¿Existe acaso posibilidad de esgrimir algún argumento adicional?
Lo que puedo decirle es que este crimen se comete desde que la clínica, con elementos caducados como lo menciona en su comentario, está con permiso de funcionamiento, lo cual involucra no solo a los médicos sino también a las autoridades de control.
Por otra parte, estoy de acuerdo con Ud., que los responsables de este hecho deben merecer su correspondiente castigo.
Don Patricio:
Gracias por sus valiosos comentarios.
A través de mi artículo, no presumo sentenciar a nadie. Simplemente me propongo desnudar una cruda y perversa realidad, puesto que desde hace décadas se ha venido delinquiendo en nuestro país de esa forma, pero lamentablemente aquello se lo ha mantenido impune.
Por supuesto que, por los reiterativos hechos acometidos, aún se pueden esgrimir más comentarios en función de los ilícitos ejecutados por estos ?monstruos de la salud?. La vida de los seres humanos es un derecho inviolable.
Aquel crimen; no solo que radicó en el uso de equipos caducados y/o adulterados. Dicho crimen es consecuencia de la perversa intencionalidad premeditada de sus actores. Por supuesto que también existe sanciones para tantos y cuantos más se involucren en estos ilícitos. Hasta donde se pudo evidenciar en la noticia, ese local fue clausurado por el Dir Prov de Salud.
Felicito su apreciación final y su buen sentido de justicia.
RRO