Como diría Shakira: “Llegó el momento, caen las murallas, va a comenzar la única justa de las batallas” (el fútbol).
Cada cuatro años el mundo se paraliza un mes, pues la más grande fiesta da inicio y la selección ecuatoriana estará presente para tratar de alcanzar la gloria junto a otros 31 países, que se enfrentarán en las canchas, con nada más que un balón.
Todos estaremos atentos, trabajadores, empresarios, estudiantes, académicos; pendientes porque el 12 de junio comienza el Mundial y nadie quiere escapar a la cita mundialista, inclusive el presidente Correa ya anunció que asistirá a la inauguración de la Copa del Mundo, atendiendo a una invitación de la presidenta de Brasil.
Empieza el mes de junio con un Ecuador futbolizado y, seguramente, en las fechas en las que juegue nuestra selección, las oficinas públicas y privadas estarán desiertas como aconteció en mundiales anteriores, pues nada es suficiente para hacerle fuerza espiritual para que la selección pase a octavos de final.
Las cartas están echadas, todos tienen sus apuestas y sus favoritos. Yo particularmente también tengo mi pronóstico (polla), y, si este no falla, Ecuador se encontrará en cuartos de final con Alemania o Argentina (ojalá).
Aquel viejo aforismo de que más sabe el diablo por viejo que por diablo, fue descartado por el director técnico Reinaldo Rueda, quien renovó una treintona defensa para apostarle a la juventud. El resultado: una defensa sólida y con una portería invicta en cinco juegos.
Juventud divino tesoro, dicen, y ya vemos que algunos también en lo político le apuntan a las menores de 35 años, solo esperemos que la novatada no nos juegue en contra, y que el 15 de junio veamos brillar a nuestra selección frente a una rápida y potente Suiza, que ha demostrado un buen dominio del balón.
Esperemos ver a una Tri ofensiva, que entre y ataque con dominio en la entrega de la pelota, con precisión en la portería y que los tiros libres ya no se nos vayan más por encima del horizontal.
Vamos con todo Tricolor, a brillar en Brasil y traer la Copa a casa.