¿A dónde vamos?

¿A dónde vamos? Con:

– Jubilaciones obligatorias y pago de pensiones a jubilados con bonos (basura, chatarra, que sólo el IESS compra).

– Pago atrasado a las clínicas que prestan servicios al IESS, mientras las quejas sobre la atención del IESS se multiplican.

– Pago a contratistas con bonos, que incentiva el sobreprecio (los contratistas necesitan efectivo para funcionar y al vender los bonos a un descuento, tienen que incluir el costo de ese descuento en sus facturas).

– Incremento de impuestos.

– Incremento de deuda interna y externa, a $24.406 millones (sin contar el pago anticipado de China al 7.5% por preventas de petróleo y Cetes – certificados de créditos a corto plazo) y que seguirá creciendo hasta cerca del límite del 40% del PIB en 2017.

– Emisión de nuevos Bonos del Estado por $700 millones en mercados internacionales que el presidente antes repudió, por lo que el riesgo país, que dijo no importarle, se incrementó, que significa mayor tasa de interés a pagar, mientras los Bonos Global 2015 expiran el próximo año y el Gobierno deberá pagar $500 millones, capital prestado correspondiente a la emisión de esos bonos, es decir, contraen deudas para pagar deudas, que significa que la burbuja económica puede explotar cualquier momento.

– Eliminación de los subsidios a los combustibles.

– Reserva de oro empeñada entregando $600 millones de colateral para recibir préstamo de $400 millones, quedándonos apenas $493 millones en reserva de oro, que si se llegase a empeñar como se ha hecho con Goldman Sachs, significaría un préstamo de apenas $350 millones.

– $520 millones que el BCE tomó de los dueños de cuentas de ahorros, de cuentas corrientes y de afiliados al IESS, con pretexto de la revalorización del oro, que deben ser devueltos a sus dueños.

– Juicios internacionales en marcha contra Ecuador por miles de millones de dólares, producto del falso nacionalismo.

– Giro en U en política de explotación del Yasuní y de la minería.

– Giro en U en política económica: Limpian y desempolvan los escritorios de los burócratas para dar buena imagen al FMI en preparación de la visita de sus funcionarios a nuestro país como en gobiernos pasados.

– Fenómeno del Niño confirmado para segunda mitad de este año, sin contar con fondos de ahorro y contingencia, ya que los fondos heredados de administraciones pasadas fueron consumidos mofándose de la prudencia fiscal.

– Dinero electrónico con peligro de emisión de dinero sin respaldo, especialmente cuando el ministro de finanzas ha dicho que el problema económico del país es no tener moneda propia para devaluarla.

¿Se justifican los viajes del presidente y miembros de su gabinete, con numerosas comitivas, a EE.UU., Reino Unido, Rusia, Bielorrusia, China, Francia, Bélgica, Italia, España, Libia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, etc.?

¿O deberían preocuparse de reducir los gastos improductivos, sin resultados positivos, y recortar la utilización de recursos del Estado, aviones, helicópteros, vehículos, utilizados para su conveniencia y comodidad?

¿Se debe revisar el número de ministerios y secretarías que más que se duplicaron durante esta administración y determinar si su existencia es efectiva y justificada?

¿Debe el Gobierno reducir notablemente o eliminar el gasto en propaganda?

¿Será suficiente el giro en U en su política de comercio internacional y firmar el TLC con la Unión Europea, aunque digan que no lo es, después de 7 años y medio de gobierno? ¿O es muy poco y muy tarde?

Con precio del petróleo a $106 (no $54 o menos), la crisis económica avanza, cual gangrena en el cuerpo de un enfermo sin la atención adecuada, puesto que no se atienden los motivos de la enfermedad ni se hacen los cortes necesarios, hasta que llegue a la garganta y se tenga que cortar o el cuerpo o la cabeza.