Sembrar un árbol es multiplicar vida. El árbol es una vida superior. Nos regala oxigeno, verdor, frescura, frutos, su regocijada sombra. Son mudos observadores del drama humano, han sobrevivido las tragedias de todos los tiempos. Son anti bélicos y solo viven en paz y si tienen un deseo, es que los dejemos en paz, tranquilos. Poseen un lenguaje mudo pero universal, son nuestros amigos siempre afectivos y cariñosos. Hay árboles altísimos que pueden llegar al cielo, que viven mil años y que le cantan a la vida con la belleza de sus colores, sabores, olores. Sembrar un árbol es sembrar cordialidad, armonía. Con esto quiero resaltar que la Corporación municipal de Samborondom está impulsando ahora sembrar cinco mil árboles en todo el cantón. Esto es una acción de ternura ilimitada, es sembrar miles de corazones latiendo y creciendo al ritmo de la vida buena. Se están sembrando cinco mil árboles nativos y tres mil árboles de la especie Nim, hasta convertir al cantón en una plenitud de vida: árboles en todas sus calles, al pie de las casas, al pie del lindo malecón, en las faldas del cerro Santa Ana. Árboles para la sombra, la salud y el bienestar.
Para el Alcalde Don Coco Yúnez, la campaña busca que los ciudadanos apadrinen un árbol, se hagan cargo de él, que se establezca una comunión entre el ciudadano y el árbol, que se construya una relación de vida diaria, de afecto a cordialidad y crianza. Trata de impulsar la siembra masiva del árbol llamado nim, y resalta sus extraordinarias cualidades para la sanación de dolencias, eliminación de plagas de mosquitos y elaboración de aceite, lo que significa que es una especie de mucha utilidad en la vida diaria.
El árbol de Nim puede jugar un rol importante en el control de la erosión de la Tierra, el salitre y la prevención de inundaciones. Entre muchos de sus beneficios, uno que podría ser el más inusual y práctico es el control de plagas en casas y granjas. Algunos entomólogos saben ahora que el árbol de Nim posee efectos extraordinarios para el control de insectos, lo que nos conducirá a una nueva era de pesticidas naturales.
Felicito al Sr. Alcalde del Samborondom por este gesto de comunión con la tierra. Donde hay árboles hay paz y donde hay paz hay gente buena.