Difícilmente se puede cerrar los ojos ante la muerte de niños, jóvenes, ancianos y en general de todo ser humano; el Medio Oriente es, permanentemente, escenario de enfrentamientos armados; resulta complicado llegar a entender a plenitud el problema que hay entre judíos y palestinos.
Al tratar de encontrar las posibles causas del conflicto, que desde los tiempos bíblicos se viene arrastrando, nos perderíamos en la bruma del tiempo; Palestina ha sido un territorio donde han convivido judíos y árabes, sin embargo, a raíz de la creación del Estado de Israel (15 de mayo de 1948) y la partición de los territorios de Palestina, se caldearon más los ánimos y no ha habido tregua que pare los frecuentes enfrentamientos; por lo tanto el reguero de sangre no es nuevo.
No importa cual haya sido el detonante del actual enfrentamiento, lo cierto es que hay una ofensiva feroz del ejército israelita sobre la Franja de Gaza, pequeño territorio que abarca apenas 360 Km2. con una población cerca de 2 millones de habitantes; desgraciadamente ahí la autoridad política y militar está en manos de la organización islamita Hamás (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica, que al mismo tiempo significa fervor religioso); por lo tanto, el poder real en Palestina es Hamás y no la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Esta organización se creó durante la primera intifada (1987). Vale la pena señalar que en la carta fundacional, el artículo 8, dice lo siguiente: “Alá es su meta, el apóstol su modelo, el Corán su constitución, la yihad su camino, y la muerte sobre el camino de Dios, la más inminente de sus expetativas”.
Hamás tiene el apoyo de Irán, que no reconoce al Estado de Israel, ha recibido miles de cohetes con alcances de 75 y 80 km, y de Siria cohetes con un alcance de 160 km; es decir, con capacidad de llegar a cualquier punto del territorio de Israel; frente a esta amenaza, Israel ha desarrollado un sistema antiaéreo sofisticado llamado “cúpula de hierro”, que le ha permitido neutralizar la mayoría de cohetes lanzados sobre su territorio.
El president iraní, Hassan Rohani, echando más leña al fuego, ha hecho un llamado al mundo islámico para resistir contra Israel y ha declarado: “Lo que los sionistas están haciendo en Gaza es un genocidio inhumano y frente a ello el mundo islámico, unido, debe hoy declarar su odio y resistencia contra Israel”.
El analista Nicolás D. Kristoy, en su artículo “¿Quién tiene la razón y quién está equivocado en Oriente Próximo?”, señala: “Los israelitas tienen toda la razón cuando dicen que tienen todo el derecho a que Hamás no los ataque con cohetes, a que los secuestren, a que no sean sujetos de bombazos terroristas. Y los palestinos tienen toda la razón cuando dicen que tienen el derecho a ser un Estado, a tener negocios e importar bienes, a vivir en libertad y a no ser relegados a una ciudadanía de segunda clase en su propio territorio”.
En conclusión, estas muertes son responsabilidad de Israel y de Hamás. Israelitas y palestinos son responsables de su propio odio y del ansia de venganza, que les incapacitan para encontrar la paz para sus pueblos; estos brutales enfrentamientos se podrían terminar cuando se reconozcan judíos y palestinos, se señalen fronteras precisas y seguras para los dos estados, se acaben los odios y venganzas; entonces podrán vivir en paz.
Por el momento los bombardeos israelíes se acabarán cuando el Hamas deje de ser un monigote de Irán; y sobretodo cuando pare de lanzar sus fallidos Scud hacia Israel. Parará cuando los beduinos jordanos -los llamados palestinos- se eduquen, y dejen de ser utilizados como los idiotas de turno, por una horda de terroristas que vienen directo del siglo 14. Parará cuando la vida de un beduino dominado por Hamas, valga más que la de un israelí educado. Allí hay una guerra de civilizaciones; es el medioevo contra una sociedad avanzada. No olvidemos que sin los trabajadores e inteligentes, aún estaríamos lanzándonos señales de humo en lugar del internet; entre otros avances tecnológicos.
Por esta vez no estoy de acuerdo con la última parte de su artículo. Las muertes no son de la responsabilidad de Israel. Son única y exclusivamente de la responsabilidad de la horda de salvajes de Hamas. Esos trogloditas utilizan a los pobres beduinos como carne de cañón. Los obligan a quedarse en los edificios que van a ser bombardeados, para luego hacerse las víctimas, logrando engañar a quienes no están al tanto de sus tácticas de guerra sucia. Y pobre del beduino que quiera abandonar su habitación, Hamas mismo se encarga de matarlos como a perros. No olvidemos que Tsahal envía SMS y llama por teléfono a cada familia beduina anunciando el inminente bombardeo, para evitar muertes inútiles. Hamas los obliga a subirse a las terrazas con mujer e hijos para recibir las bombas. Así de crueles son esos extremistas islamistas que viven aún en la Edad Media. Hay que liberar a Gaza de Hamas, y luego hablar de paz.
Otro detalle que pocos conocen, es Hamas obliga a las mujeres a tener hijos sin fin. En su mentalidad cavernaria se han propuesto ganar la guerra, que ellos mismos se inventaron, con los vientres. Es más se vanaglorian de su «genial estrategia» Por esa razón las beduinas de la franja de Gaza tienen en promedio 9 críos, algunas llegan a tener más de 15 hijos, pues deben entregarlos para entrenar los para la guerra salvaje que libran contra Israel. Por eso allí hay 2 millones de bocas que alimentar. Conclusión: esos pobres beduinos de Gaza son monigotes en manos de Hamas, estos a su vez títere de los tiranos y jeques chiítas y sunitas que se pelean desde el año 630 de nuestra Era, por la supremacía en Medio Oriente.